El incre¨ªble cuento de hadas de Iarley
Tras jugar en Regional, ser descartado por el Madrid B y el Ceuta y dejar Espa?a por un pasaporte falso, el brasile?o triunfa en el Boca y se medir¨¢ al Milan en la Intercontinental
"?No me jodas!". Con 35 a?os en el club madridista a sus espaldas, Vicente del Bosque no puede salir de su asombro. Acaba de enterarse de la asombrosa historia de Iarley, el delantero brasile?o que, con 29 a?os, disputar¨¢ el domingo la final de la Copa Intercontinental con su equipo, el Boca Juniors, ante el Milan. S¨ª, es el mismo que pas¨® discretamente por el Madrid B en la campa?a del descenso a Segunda B, la 96/97, bajo el nombre de Lima. El mismo que, a?os antes, hab¨ªa jugado en un equipo de la Regional Preferente valenciana, el Foios. Y el mismo que, en un ¨²ltimo intento por triunfar en Espa?a, pas¨® por el Ceuta y el Melilla y fue sancionado seis meses por la falsificaci¨®n de un pasaporte portugu¨¦s.
A?o 1995. Pedro Iarley, de 21 a?os, llega a Espa?a. El joven delantero del Fortaleza, modesto club de la Primera brasile?a, decide probar en Europa. Como tantos de sus compatriotas. Pero con una diferencia: ¨¦l no viene a un club de primera fila. Ni de segunda. Su destino es Foios, un pueblo de 5.000 habitantes a seis kil¨®metros de Valencia. "No me lo esperaba: el campo de arena y todo eso, pero el cari?o de la gente fue tal que decid¨ª quedarme", comenta Iarley desde Buenos Aires. Y se qued¨® 15 meses. Por mucho que ahora, en la p¨¢gina web del Boca, su tr¨¢nsito por Foios no aparezca por ninguna parte. Hay, sin embargo, varias decenas de aficionados que juran haber disfrutado de su habilidad y su t¨¦cnica, nunca vistas en la categor¨ªa. En Foios, se hosped¨® en casa de la madre del presidente del club, Rafa Roig, a la que llamaba madre. En el pueblo se le recuerda por sus muchas horas entren¨¢ndose en solitario. "Se cuidaba much¨ªsimo. Nunca ha tenido una lesi¨®n", subraya Jos¨¦ Mar¨ªa Ferrer, el empresario que lo trajo a Espa?a. Y tambi¨¦n se le recuerda por sus copiosas comidas: mezclaba arroz con legumbres.
Rechazado por el Valencia, el Villarreal y el Levante, Iarley se someti¨® a una prueba de 15 d¨ªas en el Madrid B. Le bastaron tres. Antes lo hab¨ªa visto Paco de Gracia, jefe de los ojeadores madridista: "Jugaba como delantero y por la banda derecha. Ten¨ªa buen regate, era habilidoso, r¨¢pido y vertical". No obstante, el cuadro que dirige Sergio Egea desciende a Segunda B y el brasile?o debe marcharse. "El club nos dej¨® de lado. S¨®lo le importaba el primer equipo", se queja el delantero. "No lleg¨® al nivel exigido", responde Del Bosque. "Adem¨¢s era extranjero y la Segunda B no admite extracomunitarios".
"?Anda, mira qui¨¦n est¨¢ ah¨ª!", exclam¨® Meca, del Elche, al ver en televisi¨®n un gol del Boca Juniors al River Plate. La ejecuci¨®n hab¨ªa despertado su inter¨¦s, pero sobre todo su autor: Iarley. A su memoria vinieron los d¨ªas en que coincidieron en el Madrid B. Javi Guerrero y Mor¨¢n, del Racing, revivieron una escena similar. "?Te acuerdas de ese n¨²mero 10 del Boca [el que luce Iarley]?", pregunt¨® el primero. "Ah s¨ª, uno chiquit¨ªn...", replic¨® el segundo. "El f¨²tbol no se acaba en el Madrid", concluyeron ambos.
Tras el fiasco madridista, Iarley vuelve a Foios, su segunda casa. Espera alguna oferta y, en verano de 1998, le llega la del Ceuta, en Segunda B. No sab¨ªa el l¨ªo en el que se iba a meter: la falsificaci¨®n de un pasaporte portugu¨¦s. ?l lo recuerda as¨ª:
"El presidente [Jos¨¦ Antonio Mu?oz Serrano] me dice que hay que arreglar el pasaporte portugu¨¦s. Yo le digo que no tengo familia en Portugal, pero ¨¦l insiste en que hay que hacerlo. Un d¨ªa me fui a Madrid y declar¨¦ todo a la federaci¨®n. Por eso s¨®lo me sancionaron con seis meses"
. La versi¨®n de Serrano es otra: "Me lo trajo un representante... No recuerdo su nombre [en el expediente que la federaci¨®n abri¨® sobre el caso de los pasaportes falsos figura el nombre de Santos M¨¢rquez como agente del jugador]. Vino a prueba, sin un duro para comer ni dormir. Le fich¨¦ por tres temporadas, con una ficha anual de 24.000 euros y como comunitario porque nos present¨® un pasaporte portugu¨¦s. La polic¨ªa judicial dio validez a la documentaci¨®n".
El caso es que Manuel P¨¦rez, entonces t¨¦cnico del Ceuta, consider¨® que no trabajaba bastante. Y a Iarley se le abri¨® una puerta cercana: la del Melilla, gracias a la recomendaci¨®n de Michel, su ex compa?ero en el Ceuta.
No se equivoc¨® Michel, ni tampoco Francisco S¨¢nchez Montoya, t¨¦cnico del Melilla. "Iarley era fant¨¢stico en el desmarque y con un cambio de ritmo impresionante. S¨®lo se le paraba con faltas", cuenta Montoya. Un d¨ªa, tras lograr uno de los tantos, se levant¨® la camiseta y ense?¨® esta leyenda: "En Melilla se baila samba; en Ceuta, no".
La vida le sonr¨ªe a Iarley en Melilla. Si bien su ficha anual apenas alcanza los 30.000 euros, el presidente, Francisco Ben¨ªtez, lo trata como a un hijo. En su restaurante, Los Salazones, le hace un precio econ¨®mico, "aunque", seg¨²n Ben¨ªtez, " el d¨ªa que perd¨ªa, no com¨ªa". As¨ª hasta que salt¨® el esc¨¢ndalo: el 3 de marzo de 2001 la federaci¨®n le retira la licencia hasta que se compruebe si es legal la documentaci¨®n. Un mes despu¨¦s, Iarley regresa a su pa¨ªs. El 6 de junio, la federaci¨®n le inhabilita seis meses, incoa expediente extraordinario al Ceuta y a su presidente. "Quise traspasarlo al Ejido, pero se march¨® a su pa¨ªs con el poco dinero que le dimos", confiesa el presidente del Melilla, que reconoce que a¨²n le debe 1.800 euros.
Despu¨¦s de este mal trago, y ya con 27 a?os, Iarley decide seguir adelante. No se viene abajo. "No tengo miedo de empezar otra vez", asegura. Decide volver a Brasil sin un ¨¢pice de gloria en la maleta. S¨®lo lo quiere el modest¨ªsimo Ceara, de su Fortaleza natal, antes de recalar en el Paysand¨². Otro humilde, pero con una cita m¨¢gica para ¨¦l: un cruce en octavos de final de la Copa Libertadores con el Boca Juniors. Carlos Bianchi, el legendario t¨¦cnico del conjunto argentino, se qued¨® prendado de aquel liviano y desgarbado brasile?o que barr¨ªa todo el ataque. Tard¨® poco en recurrir a ¨¦l. S¨®lo unos meses, cuando el Chelo Delgado se march¨® en julio pasado al Cruz Azul, mexicano. Y por cuatro duros. "Delgado y yo somos jugadores parecidos. Soy un falso delantero con mucha movilidad arriba. F¨ªsicamente trato de estar siempre a tope, al 200%. ?Mi punto d¨¦bil? El chut desde fuera del ¨¢rea. Y la zurda", dice Iarley.
Es un honor ser requerido por Bianchi. "Te habla claro y te deja tranquilo. Tiene el grupo en su mano. Es un compa?ero. Es sencillo y le gustan las cosas sencillas". Un brasile?o triunfando en Argentina, otra rareza de Iarley. "Hay una barrera entre ambos pueblos, cierto. Pero cuando le ganamos al River, no pod¨ªa caminar por la calle: la gente estaba muy agradecida", explica Iarley, que comparte ataque con la joya T¨¦vez. ?Qu¨¦ le parece? "El mejor de Argentina. Un pele¨®n, un combativo que encara siempre, pero nada que ver con Maradona". El Boca ya hab¨ªa visto varios v¨ªdeos del Milan la semana pasada. ?Qu¨¦ destaca? "El estado de Shevchenko. Son favoritos, pero cuidado: el car¨¢cter de Boca siempre aparece en los momentos clave", remata Iarley, cuyo contrato finaliza en julio de 2004. Su desaf¨ªo ahora es volver a Espa?a. Pero esta vez a un grande.
Para sus ex compa?eros Meca, Guerrero y Mor¨¢n, su triunfo ha sido sorprendente, porque le ha llegado con 29 a?os. En el Foios, su presidente, Rafa Roig, sentencia: "Es el premio a la dedicaci¨®n absoluta al f¨²tbol".
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