Diego Doncel explora islas y mujeres en su primera novela
La mujer como territorio lleno de secretos para un hombre perdido, que busca en una isla una relaci¨®n estable para tapar el abandono de una madre hippy y s¨®lo encuentra confidencias, cotilleos y calabazas sexuales. ?se es el motor de El ¨¢ngulo de los secretos femeninos (Mondadori), la primera novela de Diego Doncel, poeta y escritor cacere?o, de 39 a?os, que gan¨® el Premio Adonais en 1990.
El libro, cuenta el autor, surge de una "experiencia tr¨¢gica": la muerte de su padre en un hospital despu¨¦s de pasar ocho meses en coma por un infarto y una cadena de negligencias m¨¦dicas. "En ese momento ten¨ªa a medias otra novela, pero aquello cambi¨® lo suficiente mi percepci¨®n del mundo como para dejarla. Y empec¨¦ ¨¦sta". Lo cual no quiere decir que sea autobiogr¨¢fica: "No, ten¨ªa aquello demasiado reciente y no pod¨ªa escribir sobre ello, hubiera dado resultados nefastos. Alg¨²n d¨ªa lo har¨¦".
Aunque s¨ª incluy¨® algunos gui?os personales. Claudio, el protagonista, es un m¨¦dico que deja su profesi¨®n tras inducir el coma a un paciente; huyendo del trauma, se establece en una isla del Mediterr¨¢neo, muy urbana y llena de chicas. Seg¨²n el autor, es una mezcla de Ibiza y Mallorca, donde vivi¨® ¨¦l mismo una temporada.
Un mito europeo
"Una isla est¨¢ siempre llena de gente con secretos y es un escenario estupendo para reflexionar sobre las relaciones humanas y para tratar, de paso, de hacer una radiograf¨ªa de la vieja Europa", a?ade. "Las islas son un gran mito europeo. Cioran, Benjamin, Cort¨¢zar, Graves, Chopin, Rub¨¦n Dar¨ªo, todos llegaron con sus secretos a una isla,
huyendo de algo o para tratar de encontrar la felicidad. Pero la isla nunca es el refugio que parece, s¨®lo arrastra y acrecienta el infierno que uno lleva dentro. O mejor, son una mezcla de infierno y para¨ªso. Como le dijo Gertrude Stein a Graves, "Mallorca es el para¨ªso, si te atreves a resistirlo".
Confeso admirador de los escritores estadounidenses que exploran los subsuelos del sue?o americano (
una cita de Don Delillo abre el libro), Doncel dibuja una colonia de solitarios de distintas nacionalidades, y analiza sus contradictorias relaciones: "La familia ya no es lo que era, el sexo tampoco, padres e hijos a?oran el viejo paradigma de la disciplina...".
"Es una sociedad enferma", a?ade, "alucinada por fuera y por dentro; el viento geogr¨¢fico se les mete dentro y corrompe los esp¨ªritus, la amistad no existe, mandan el hast¨ªo y la soledad...". Como prueba, el auge de los psicoanalistas y otros "tecn¨®logos del esp¨ªritu que cobran por ayudar".
All¨ª aterriza Claudio con su consumismo y sus vac¨ªos -"la madre adinerada que se dedic¨® a buscarse a ella misma, un padre que no sabe qui¨¦n es"-. Loco por establecer v¨ªnculos m¨¢s profundos, s¨®lo encuentra m¨¢s vac¨ªo. "Est¨¢ fascinado con el universo femenino, como todo hombre inteligente, pero ellas no lo quieren como c¨®mplice, sino como confidente. Le cuentan sus secretos, ¨¦l las traiciona, ellas le dejan. As¨ª que ni siquiera folla lo suficiente".
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