La ausencia de Jettu junto a Aznar desluce el final de la cumbre entre Espa?a y Marruecos
El presidente se interes¨® ante Mohamed VI por el periodista encarcelado Al¨ª Lmrabet
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se qued¨® solo ante el micr¨®fono. "No me pregunte usted por cosas que no le puedo contestar", respondi¨® el presidente del Gobierno a prop¨®sito de la ausencia a su lado de Driss Jettu, primer ministro de Marruecos, en la conferencia de prensa con la que concluy¨® ayer la cumbre hispano-marroqu¨ª. La s¨²bita desaparici¨®n de Jettu desluci¨® algo el final de la reuni¨®n, en la que no se llegaron a firmar dos de los cinco acuerdos previstos, y que suscita dudas sobre la solidez de la reconciliaci¨®n.
Jettu fue el anfitri¨®n de Aznar pero no fue invitado a asistir a la audiencia que el rey Mohamed VI concedi¨® ayer al presidente espa?ol en presencia de dos ministros, el de Interior, Mustaf¨¢ Sahel, y el de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, nombrados directamente por el monarca. La audiencia real, aut¨¦ntico colof¨®n de la primera cumbre bilateral en hace cuatro a?os, dur¨® 50 minutos, un tiempo algo corto a juzgar por la cantidad de temas que deb¨ªan tratar.
Tampoco estuvo Jettu presente en la rueda de prensa final que, en contra de lo previsto, Aznar protagoniz¨® en solitario. Desde que, en 1992, se celebran este tipo de reuniones, es la primera vez que el primer ministro marroqu¨ª no comparece al lado de su hom¨®logo espa?ol. A primera vista, es un feo al hu¨¦sped espa?ol. Conociendo el talante amable de Jettu, es poco probable que haya tomado ¨¦l la decisi¨®n de abandonar a su hu¨¦sped.
La ausencia de Jettu se debe, sin embargo, ante todo a razones de pol¨ªtica interior. Es un secreto a voces que sus palabras apaciguadoras en su ¨²ltima conferencia de prensa, en junio, en Par¨ªs, sobre el futuro de Ali Lmrabet, el periodista marroqu¨ª que cumple una condena de tres a?os de c¨¢rcel por ultraje al rey, sentaron mal en Rabat. Entonces prometi¨® que el asunto ser¨ªa tratado con "sabidur¨ªa y moderaci¨®n", pero Lmrabet lleva 10 d¨ªas en huelga de hambre en protesta por el acoso que padece en la prisi¨®n.
Desde hace m¨¢s de un a?o, Jettu no ha ahorrado esfuerzos para normalizar la relaci¨®n bilateral y organizar cuanto antes la cumbre que ayer concluy¨®, lo que le ha deparado duras cr¨ªticas de una prensa supuestamente af¨ªn a amigos del rey. Despu¨¦s de declarar a Aznar, el lunes, "persona non grata" en Marruecos, el diario Aujourd'hui Le Maroc arremeti¨®, ayer, en un editorial contra el primer ministro, quit¨¢ndole el m¨¦rito de haber logrado un crecimiento econ¨®mico excepcional en 2003. Consciente del empe?o que ha puesto en reconciliar a Espa?a y Marruecos, Aznar hizo un elogio encendido de su hom¨®logo marroqu¨ª. Recalc¨® su "reconocimiento por la labor" que ha desarrollado y, al despedirse de la prensa, se?al¨® de nuevo que la relaci¨®n bilateral se encuentra ahora en "un muy buen momento". "Espero que se mantenga", a?adi¨® como si temiese que con otro primer ministro se fuese a quebrar. La diplomacia espa?ola est¨¢ preocupada por perder, si se marcha Jettu, a su ¨²nico gran valedor en las esferas de poder en Marruecos.
Ante el rey, Aznar evoc¨® el encarcelamiento de Lmrabet, director de los semanarios Demain y Douman, ahora prohibidos por la justicia. "He hablado y he manifestado mi inter¨¦s por esa persona", afirm¨®. El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, rehus¨®, en octubre, mencionar este tema para, seg¨²n dijo, no entrometerse en los asuntos internos marroqu¨ªes. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, reconoci¨® la semana pasada en Marraquech que hab¨ªa aludido a "casos espec¨ªficos" de derechos humanos, sin dar m¨¢s detalles.
El presidente espa?ol se apresur¨®, sin embargo, a restar importancia a su "atrevimiento" a prop¨®sito de Lmrabet. "Respeto las decisiones de las autoridades marroqu¨ªes", a?adi¨®. A rengl¨®n seguido expres¨® tambi¨¦n su "gran aprecio por la iniciativa de modificar el derecho de familia", alabando as¨ª indirectamente al soberano. A principios de octubre, Mohamed VI pidi¨® al Parlamento que modificase el estatuto de la mujer para equipararlo pr¨¢cticamente al del hombre.
Aznar se vanaglori¨® de mantener sobre el S¨¢hara "la misma posici¨®n en Argel y en Rabat", aunque en este caso se encontraba en Marraquech. Pese a estar en Marruecos, no hizo ninguna concesi¨®n sustancial. Inst¨® a las partes [Rabat y el Frente Polisario] a "dialogar en el marco de la legalidad internacional y de la ONU". Descart¨® cualquier mediaci¨®n espa?ola con Argel, deseada por Benaissa, y neg¨® haber hablado de Ceuta y Melilla.
[Por otra parte, la diputada socialista Consuelo Rum¨ª, interpret¨® ayer que la cumbre hispano-marroqu¨ª ha supuesto "un notorio fracaso, porque ni siquiera se ha llegado a ratificar el memor¨¢ndum sobre repatriaci¨®n de menores no acompa?ados, que el Gobierno espa?ol se hab¨ªa encargado de vender con notable precipitaci¨®n; ni se ha llegado a tratar la aplicaci¨®n del acuerdo de 1991 sobre readmisi¨®n de inmigrantes subsaharianos". "Fracaso tras fracaso: ¨¦se es el balance de la pol¨ªtica migratoria del PP", insisti¨® Rum¨ª.
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