A los del pasamonta?as

Hoy he conocido la raz¨®n por la que el pasado s¨¢bado lanzaron tres c¨®cteles m¨®lotov contra mi vivienda. Con esta acci¨®n dicen que se ha querido denunciar la represi¨®n "a la que nos someten los Estados espa?ol y franc¨¦s". Quiero dirigirme al que me lanz¨® los c¨®cteles. ?Consideras que hoy Euskadi es m¨¢s libre, que con tu acci¨®n has logrado algo? T¨² denuncias una represi¨®n y yo denuncio la persecuci¨®n a la que estoy sometida desde los veinte a?os.

Hoy he le¨ªdo que has asumido la autor¨ªa del atentado que sufr¨ª en la madrugada del s¨¢bado. Y, sinceramente, me he preguntado: ?qu¨¦ tengo yo que ver con esas pol¨ªticas que denuncias? A pesar de leer en m¨¢s de una ocasi¨®n tus reivindicaciones, no entiendo c¨®mo se puede justificar tu ataque, haberme provocado miedo e incertidumbre, bas¨¢ndote en semejantes argumentos.

Lo que tampoco puedo entender es por qu¨¦ no puedo vivir y trabajar por mi pueblo libremente, por qu¨¦ tengo que vivir constantemente con una sombra que me acompa?a all¨¢ a donde voy. Lo confieso: soy socialista, soy de izquierdas y soy concejal del PSE-EE. ?Y qu¨¦? ?Soy culpable por ello, por no pensar como t¨² y no hacer lo que haces t¨²?

Soy consciente de que estoy tocada desde hace bastante tiempo. Me lo record¨¢is constantemente. Si no es con el lanzamiento de un c¨®ctel m¨®lotov, es con una pintada: mi nombre bajo un punto de mira.

Si te soy sincera, no s¨¦ por qu¨¦ te escribo esta carta. ?Acaso he pretendido que reflexiones por lo del s¨¢bado? Como ves, quiz¨¢ sigo siendo una ilusa. O quiz¨¢ quiero tambi¨¦n que sepas que no voy a dejar ni Azpeitia, ni tampoco de ser concejala de mi pueblo. ?Sabes cu¨¢ntos votaron al Partido Socialista en Azpeitia? Trescientas cincuenta y seis personas, en las ¨²ltimas elecciones. Yo me he comprometido con ellos y tengo muy claro que tengo que seguir aqu¨ª: por ellos y, no te quepa la menor duda, tambi¨¦n por m¨ª.

Por ¨²ltimo, te digo que me das l¨¢stima. Para defender tus ideas a base de c¨®cteles m¨®lotov y amenazas tienes que esconder-te en la noche y bajo un pasamonta?as. Yo ir¨¦ escoltada, pero defiendo mis ideas sin esconderme y a cara descubierta.