Lectura ins¨®lita de la normalidad
A Dino Buzzati (1906-1972) el triunfo le lleg¨® tarde y mal. Poco conocido y apreciado en vida, empez¨® a publicar durante la Segunda Guerra Mundial, en tiempos agitados en los que la lectura era un lujo permitido a muy pocos. Fue pintor desconcertante, apegado al ludismo heredado de las vanguardias -relecturas de la pintura ¨¢urea, c¨®mics, geometr¨ªas mondranianas-, cronista y corresponsal de guerra en el Corriere della Sera, escen¨®grafo y por encima de todo, el tiempo lo dir¨ªa, un narrador excepcional y enigm¨¢tico en una irrepetible encrucijada est¨¦tica.
Por uno de esos felices azares del sector editorial, los buzzatianos militantes est¨¢n de enhorabuena, y los que a¨²n no lo son mal pueden dejar escapar esta oportunidad para serlo: Littera acaba de traducir su ¨®pera prima, la deliciosa historia de B¨¤rnabo de las monta?as (1933); Alianza reedita la ¨²nica edici¨®n existente de su obra maestra, El desierto de los t¨¢rtaros (1940), en traducci¨®n de Esther Ben¨ªtez, y Acantilado contrata los derechos de publicaci¨®n en castellano de sus impagables relatos, empresa ambiciosa cuyo calendario arrancar¨¢ a comienzos de 2005 con la salida a la luz de Sessanta racconti (1958). B¨¤rnabo de las monta?as (1933) -inspirad¨ªsimo texto que prefigura El desierto de los t¨¢rtaros en la medida en que ya construye un espacio m¨¢gico entendido como L¨ªmite, el bosque (enraizado en el cuento tradicional), y desarrolla el tema de la espera- inventa, de la mano de un candoroso narrador de cuento infantil para adultos perspicaces, leyendas de la cordillera imaginada de San Nicola, en la que el autor encuentra un repertorio de interrogantes primordiales acerca del sentido de la vida. Sus hechuras de f¨¢bula moral enlazan con su segunda novela, in¨¦dita aqu¨ª, Il segreto del bosco vecchio (1935), que imagina un mundo de gigantes y de animales que hablan, configurando un bestiario simb¨®lico al que dedica relatos como 'Bestiario' de Sessanta racconti o 'Il babau' o 'Moderni nostri' de Le notti difficili (1971).
B?RNABO DE LAS MONTA?AS
Dino Buzzati
Traducci¨®n de Anna Renau
Littera. Barcelona, 2003
143 p¨¢ginas. 12,50 euros
La sombra del fascismo surgido
durante su juventud adquiere, en su obra forma de dial¨¦ctica entre valores como libertad y seguridad, y asimismo de obsesi¨®n por la idea de conflicto, de ataque inminente, y de opresi¨®n existencial metaforizada en confines remotos e ilimitados, como ocurre en su relato 'La Torre', de Le notti difficili (1971) o en su conocida historia 'Los siete mensajeros', incluida en el volumen recopilatorio Los siete mensajeros y otros relatos (Alianza, Madrid, 1996), suerte de reescritura en segundo grado de El desierto de los t¨¢rtaros, su obra m¨¢s c¨¦lebre, expresi¨®n perfecta del hombre contempor¨¢neo, atormentado por los monstruos de la raz¨®n y los fantasmas del subconsciente, y es una alegor¨ªa de la vida humana presentada como la espera de una revelaci¨®n del significado de la propia vida. Buzzati confes¨® no pocas veces que su narrativa le paga un tributo al surrealismo, del que aprendi¨® a desautomatizar la realidad mostrando la trascendencia alcanzada por lo cotidiano. Su tema favorito, el de la espera metaf¨ªsica, de ra¨ªces simbolistas, lo hermana con Maeterlinck tanto como con el Beckett de Esperando a Godot, texto en el que confluyen el absurdo existencialista, clave en la obra de Buzzati (por cierto, le¨ªda y traducida por Camus), y la espera entendida como formulaci¨®n may¨²scula de la angustia existencial.En De lenguaje y literatura, Michel Foucault ya advert¨ªa de que "el espacio es en el lenguaje de hoy la m¨¢s obsesiva de las met¨¢foras", y su tratamiento del espacio literario conduce a Buzzati a la creaci¨®n de territorios fant¨¢sticos que enseguida delatan su car¨¢cter aleg¨®rico, como en¨¦simos ep¨ªgonos de los lugares mentales de San Ignacio o del castillo interior teresiano, espacios concebidos para la meditaci¨®n espiritual y metaf¨ªsica, la misma que alienta los textos mayores del escritor v¨¦neto.
Su ¨¢rido desierto de los t¨¢rtaros, que luce junto a Macondo o al Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s en la Breve gu¨ªa de lugares imaginarios de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi (Alianza, Madrid, 2000), es descrito como una suerte de lugar ilimitado con el que el ser humano mantiene una relaci¨®n de desasosiego a la vez que de interrogaci¨®n metaf¨ªsica, cercano a aquellos espacios an¨®nimos y desolados que a Giorgio de Chirico le gustaba pintar con transe¨²ntes sin rostro y una absoluta asepsia, extirpado ya el sentimiento de los dominios del arte.
Se da por hecho que los espacios
imaginarios de esta novela sobrecogedora alumbraron la redacci¨®n de la hermos¨ªsima novela de Julien Gracq El mar de las Sirtes (1951), contribuyendo a la consolidaci¨®n de una narrativa posvanguardista erigida sobre la geograf¨ªa imaginaria y la alegor¨ªa como soluci¨®n formal a la inefabilidad metaf¨ªsica, de la que en parte es deudora de la narrativa experimentalista y visionaria de Giorgio Manganelli, cuyo extraviado mon¨®logo de La ci¨¦naga definitiva se inicia con la menci¨®n de un enigm¨¢tico desierto trufado de ecos buzzatianos: "Mi memoria es oscura [...]de cuanto me trajo a este lugar desierto que se me ha convertido en patria".
El misterio que emanan las p¨¢ginas de Buzzati se origina en su prosa evocadora de un mundo po¨¦tico fant¨¢stico, que logra hacer creer que la realidad narrada nada oculta. La sospecha de que la ingenuidad no tiene cabida llega con una lectura m¨¢s atenta, capaz de descubrir recurrencias, s¨ªmbolos, dobles sentidos, evocaciones, analog¨ªas y alusiones propios de su personal¨ªsimo estilo t¨¢cito, que exige la intuici¨®n y las conjeturas del lector. Lo extra?o y lo fant¨¢stico proceden de su estilo equ¨ªvoco, basado en el sobreentendido, la elipsis y el manejo del tiempo interno del relato, diseminando en su obra recurrencias como la corneja, la torre, la m¨¢quina, la instancia superior, la soledad, la carretera, el tirano, el cient¨ªfico, la ciudad-infierno contrapuesta a la naturaleza m¨¢gica o el miedo que, en relaci¨®n mutua, ilustran la coherencia de su universo literario.
Buzzati es un maestro indiscutible de la narrativa italiana contempor¨¢nea, un maestro del arte de iluminar con la trascendencia la m¨¢s enojosa banalidad, de la creaci¨®n de atm¨®sferas y de im¨¢genes on¨ªricas suplantando im¨¢genes emp¨ªricas, de la t¨¦cnica de presentar la angustia de lo fant¨¢stico con la sobriedad del realismo —?he ah¨ª otro aventajado lector de Kafka!—, un maestro en crear, en fin, mundos posibles en los que podernos perder.
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