Kakania y su artista adolescente
Las tribulaciones del joven T?rless es la primera y m¨¢s popular novela de Robert Musil, escrita muy tempranamente, cuando contaba con apenas 25 a?os. Historia inici¨¢tica, de formaci¨®n, o Bildungsroman en la acepci¨®n germ¨¢nica, versa sobre los pocos meses en los que se desarrollan los intensos descubrimientos y experiencias de maduraci¨®n adolescente del protagonista, trasunto inocultable de las experiencias vitales del propio autor, en el escenario cerrado y de atm¨®sfera opresiva de una escuela militar donde se forma la ¨¦lite del Imperio Austro-H¨²ngaro.
A diferencia de las novelas de colegio protot¨ªpicas, en ¨¦sta apenas cuentan la jerarqu¨ªa, la disciplina y las normas con frecuencia absurdas de una organizaci¨®n docente. Es la vida interior del joven T?rless y sus relaciones con un peque?o grupo de condisc¨ªpulos lo que constituye el meollo de la narraci¨®n. Todo lo que le rodea conforma, en cambio, un mundo estilizado, con un peso m¨¢s simb¨®lico que referencial. El colegio se halla en una regi¨®n indeterminada, lejos de la gran ciudad, en el camino ferroviario que conduce a Rusia. Hay una peque?a aldea, una casa de mala reputaci¨®n perdida en un rinc¨®n entre el colegio y el pueblo, y el viejo edificio acad¨¦mico, con un oculto desv¨¢n donde se re¨²nen los adolescentes para librarse a sus conspiraciones y pr¨¢cticas secretas. Pero en realidad es una novela de interiores, de los negros interiores psicol¨®gicos de un joven de principios del siglo XX.
Es una novela de los negros interiores psicol¨®gicos de un joven de principios del siglo XX
La historia empieza en una estaci¨®n perdida en la llanura centroeuropea, adonde llega el chico acompa?ado por sus padres, de los que va a separarse por primera vez, y termina en el mismo sitio cuando sus progenitores le sacan del colegio como consecuencia de un esc¨¢ndalo escolar. La frase con que finaliza la narraci¨®n sintetiza, como suele ocurrir en los buenos arranques de novela, la esencia de lo que acaba de transcurrir: "Y T?rless absorbi¨® el aroma, ligeramente perfumado, que exhalaba el corpi?o de su madre".
Los hechos narrados son de una enorme sencillez: un robo, un chantaje, un peque?o y lamentable incidente de iniciaci¨®n homosexual entre alumnos y el esc¨¢ndalo que estalla. Los protagonistas, una peque?a banda de escolares que se inician en la crueldad, la dominaci¨®n, el sexo e incluso el sadismo. El talento de Musil, que explora los m¨¢s rec¨®nditos recovecos del alma del muchacho y los describe con precisi¨®n propia de diario ¨ªntimo, convierte estos hechos vulgares en un dram¨¢tico combate por el conocimiento de s¨ª mismo, un an¨¢lisis de la experiencia del mal moral y, finalmente, una excelente met¨¢fora de la vida y de la sociedad.
Seg¨²n Claudio Magris, "Musil ha advertido los males que corro¨ªan aquella sociedad, las amenazantes fuerzas irracionales que empollaban bajo la ¨¢ulica respetabilidad". Sus personajes, asegura el escritor triestino, "est¨¢n como envueltos en una luz espectral, la luz de la Kakania agonizante; y es este incierto preanuncio del final que pesa sobre ellos lo que descompone y conmueve febrilmente sus vidas". Se dir¨ªa, extremando las cosas, que algo hay de premonici¨®n respecto a los males incubados por la sociedad europea de principios de siglo, que se desatar¨¢n unas d¨¦cadas despu¨¦s en las dos guerras mundiales y en los horrores de los totalitarismos. A fin de cuentas, la capital de la Kakania feliz, la Viena de principios del siglo XX donde escrib¨ªa Musil o pintaba el vagabundo Adolf Hitler, fue una brillante retorta intelectual y moral en la que se coc¨ªan las mejores y peores ideas que estallar¨ªan entre las dos guerras y viv¨ªa entonces el momento m¨¢s fruct¨ªfero y deslumbrante de su historia.
Estas dualidades pertenecen tambi¨¦n a la vida del escritor, que estudi¨® ingenier¨ªa primero y psicolog¨ªa despu¨¦s, demostrando en toda su obra una aut¨¦ntica maestr¨ªa en el an¨¢lisis psicol¨®gico de sus personajes. El joven T?rless es una novela de intenso contenido literario, de iniciaci¨®n est¨¦tica, intelectual y sensual, pero tambi¨¦n de fracaso de la escritura. La confrontaci¨®n con la belleza, con la comprensi¨®n del mundo y con los propios sentidos es el impulso central de T?rless, que pugna con escaso ¨¦xito por expresar en palabras el manojo de fen¨®menos que atribulan su mente. Le¨ªda como pieza inicial e inci¨¢tica de Musil, es una maravilla. Pero todav¨ªa es mejor como aperitivo o introito adolescente de El hombre sin atributos, cuyo protagonista es un T?rless que ahora se llama Ulrich, y que, como ¨¦l, hombre protot¨ªpico del siglo XX, carece de propiedades y de car¨¢cter, y a nada est¨¢ apegado si no es finalmente a una oscura fuerza vital que le transporta.
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