El renacer de un cl¨¢sico
Con 151 a?os, Marqu¨¦s de Murrieta vive un resurgimiento desde que la bodega se halla en manos del conde de Creixell
A las afueras de Logro?o, pasados los pol¨ªgonos industriales de reciente construcci¨®n, surge la verja de la finca Ygay, sede centenaria de Marqu¨¦s de Murrieta, una de las bodegas cl¨¢sicas de La Rioja. Nada m¨¢s entrar en la hacienda, propiedad hoy del conde de Creixell, el visitante respira la serenidad y la calma de 151 a?os de historia, que se confirman cuando, al volver un recodo, aparece el peque?o conjunto de edificaciones que conforman uno de los chateau m¨¢s atractivos de toda la denominaci¨®n de origen.
Se trata de un equilibrado grupo de edificios, con el castillo de Ygay (que da nombre a los grandes reservas de la bodega) como centro del entramado. Su apariencia es la de un peque?o pueblo, y, a su alrededor, 300 hect¨¢reas de vi?edo de baja producci¨®n, con una diferencia de altitud de hasta cien metros entre unas parcelas y otras, y un abanico de variedades que para s¨ª quisieran muchas nuevas bodegas, tanto en uva tinta como blanca.
Es el resultado de una aventura que comenz¨® en 1852 Luciano Francisco Ram¨®n de Murrieta. Este joven militar hab¨ªa nacido en Arequipa (Per¨²) 30 a?os antes, hijo de un intr¨¦pido emigrante vizca¨ªno y una joven y bella criolla boliviana. Una combinaci¨®n explosiva que redundar¨¢ en la vocaci¨®n militar de quien llegar¨¢ a ser con s¨®lo 18 a?os comandante y ayudante del general Espartero, a quien ser¨¢ fiel durante toda la vida de ¨¦ste.
Esta lealtad le llevar¨¢ al destierro en Londres en 1843. All¨ª, el joven Luciano comprobar¨¢ las calidades de los oportos, burdeos y borgo?as que degustaba la alta sociedad londinense. Y ni asomo de riojas, lo que le despert¨® ciertos resquemores que se convirtieron en verdadero enfado a su vuelta a Espa?a un a?o despu¨¦s.
As¨ª lo refiere en sus memorias: "Al regresar a Logro?o y observar que en muchos casos se empleaba el vino para hacer mortero, por ser de menos coste que el agua, no pudimos menos (el general y yo) que dolernos que anduviese por los suelos una riqueza cuyo defecto no era otro que su p¨¦sima elaboraci¨®n". Ni corto ni perezoso, Luciano march¨® a Burdeos a estudiar las t¨¦cnicas de sus vinicultores.
Murrieta demostr¨® que era un buen alumno. Cuando llev¨® a la pr¨¢ctica sus conocimientos con el vino de Do?a Jacinta, la mujer de Espartero, los resultados fueron excelentes. Y lo m¨¢s importante: consigui¨® que su vino cruzara el Atl¨¢ntico y triunfara en el puerto de La Habana. Todo esto ocurr¨ªa en 1852.
Desde esa fecha, los acontecimientos se suceden sin respiro para quien est¨¢ considerado como el pionero del rioja moderno junto con el marqu¨¦s de Riscal. Compra la finca Ygay, recibe varias medallas en los cert¨¢menes internacionales m¨¢s prestigiosos y, lo que le hizo mayor ilusi¨®n: Isabel II le otorga el marquesado de Murrieta por su labor.La bodega pasa por distintas generaciones de la familia hasta que en 1983 la adquiere Vicente Cebri¨¢n Sagarriga, conde de Creixell, en unas condiciones cr¨ªticas. Con ¨¦l comienza la segunda etapa gloriosa de Marqu¨¦s de Murrieta, tras la que impuls¨® su fundador. Cebri¨¢n renueva todo para que todo siga igual y vuelve a situar a la bodega de Logro?o en la primera fila de los riojas. Su temprano fallecimiento en 1996, con 48 a?os, deja en manos de sus hijos, uno de los cuales ha heredado el t¨ªtulo, el mantener este proyecto de 151 a?os, pero con mucha vida por delante.
- Marqu¨¦s de Murrieta. Direcci¨®n: carretera de Logro?o-Zaragoza, km. 5. Logro?o.
Visitas: previa llamada al tel¨¦fono 941 271370.
Vi?edo: 300 hect¨¢reas de tempranillo en su mayor¨ªa, pero tambi¨¦n mazuelo, garnacha tinta y blanca, graciano, viura y cabernet.
Vende vino en bodega.
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