"Sin mi car¨¢cter, no habr¨ªa triunfado"

Aburrido de perder ligas contra el equipo de la Quinta del Buitre y a punto de completar el arsenal con el que se aprestaba a cambiarle el paso al Real Madrid en 1990, Johan Cruyff sorprendi¨® con su diagn¨®stico: "Al Bar?a le falta un Hugo S¨¢nchez". Josep Maria Minguella encontr¨® la r¨¦plica del goleador mexicano nada menos que en Bulgaria. "Luc¨ªa melena y patillas largas, llevaba las medias ca¨ªdas. S¨ª, parec¨ªa un gran jugador, pero tambi¨¦n otro tipo de cosas", recordaba ayer el avispado ex agente de jugadores. Hristo Stoichkov (Pl¨®vdiv, Bulgaria 1956), aqu¨¦l rudo, veloz y goleador extremo del CSKA de Sof¨ªa iba a unir su destino al Bar?a m¨¢s triunfante de la historia. Se consagr¨® con el dream team, con el que gan¨® cuatro Ligas y una Copa de Europa, la Bota de Oro en 1990 y el Bal¨®n de Oro en 1994. Tuvo sus m¨¢s y sus menos con el entrenador, Johan Cruyff, con el presidente, Josep Llu¨ªs N¨²?ez, se fue al Parma, regres¨® dos temporadas m¨¢s al Barcelona para ganar entre 1996 y 1998 una Copa, una Recopa, una Supercopa de Europa y sumar 162 goles en 341 partidos a la vez que complet¨® su mejor ¨¦poca en la selecci¨®n b¨²lgara con la que fue cuarto y el m¨¢ximo goleador del Mundial de Estados Unidos en 1994. A continuaci¨®n inici¨® un final de carrera n¨®mada en el CSKA de nuevo, el Al Nasser saud¨ª, el Kashiwa japon¨¦s y el Chicago y el DC United estadounidenses. Ayer eligi¨® Barcelona y se rode¨® de Cruyff, Minguella, el presidente del barcelonista Joan Laporta y el ex vicepresidente Joan Castells para poner punto y final a su carrera como jugador profesional.

"Pasados 20 a?os, ha llegado el momento. He elegido hacerlo aqu¨ª, porque Barcelona es la ciudad que me ha dado m¨¢s cari?o y en la que crec¨ª como jugador y como persona. No quisiera que la gente me recordara que ha pasado mi mejor momento", afirm¨® Stoichkov. Cruyff sali¨® al quite. "La gente s¨®lo recuerda nuestras enganchadas y no lo entiende. Mis mejores entrenadores hicieron que me superara y eso es lo que yo hice, exigir siempre m¨¢s a mis jugadores. Pero he intentado, sobre todo, defender el mito. Cuando bajan el nivel, hay que dec¨ªrselo". Y remach¨® con la descripci¨®n del momento en que ¨¦l considera que se rompe un mito. "Hay que evitar que sea suplente, pero lo peor es el d¨ªa que le mandes que caliente en la banda para sustituir a alguien porque tu equipo va perdiendo, que se produzca el empate y que tengas que ordenarle que regrese de nuevo al banquillo".

Stoichkov focaliz¨® la historia del Bar?a en el dream team. "De los 104 a?os de historia s¨®lo hemos disfrutado realmente en cuatro", asever¨®. Reparti¨® camisetas azulgrana con diferentes dedicatorias. "A mi mejor amigo y segundo padre" (Minguella), "A mi maestro y amigo. Al entrenador que tanto nos ense?¨®, a correr menos y a disfrutar m¨¢s" (Cruyff). ?Y Ur¨ªzar Azpitarte?, el ¨¢rbitro al que pis¨®, durante un cl¨¢sico, lo que supuso su fulminante expulsi¨®n: "?l ya la tiene", inform¨®. Stoichkov se integrar¨¢ en el cuerpo t¨¦cnico azulgrana, aunque todav¨ªa no se sabe cu¨¢l ser¨¢ su cargo. ?Ser¨ªa positivo que inculcara a los ni?os su car¨¢cter? "Estoy orgulloso de mi car¨¢cter. Sin ¨¦l, no habr¨ªa podido triunfar", contest¨® Hristo. ?Y si hubiera estado en el derby del pasado domingo en el que fueron expulsados seis jugadores? "Seguro que a m¨ª no me expulsan porque con 1-3... el maestro -dijo mirando de reojo a Cruyff- ya me hubiera sustituido". El forjador del dream team record¨®: "Fichamos a Hristo durante un torneo en Mallorca en el que tambi¨¦n lo expulsaron. Pero el car¨¢cter es una de las cosas m¨¢s importantes en un vestuario. Fue una de las razones por las que le fichamos. ?Claro que hay que controlar alg¨²n pisot¨®n! Pero esos peque?os detalles son los que hacen que un equipo funcione a alto nivel. Tampoco hay que tener demasiados como ¨¦l en un equipo, pero algunos s¨ª", concluy¨® Johan.

El d¨ªa en que, salt¨¢ndose todos los protocolos, se sent¨® en el palco del estadio de Wembley, el 20 de mayo de 1992 en que el Barcelona gan¨® all¨ª la Copa de Europa, y la celebraci¨®n del t¨ªtulo en que convenci¨® al presidente Jordi Pujol para que diera varios saltos a coro con la afici¨®n, asomado al balc¨®n del Palau de la Generalitat, son algunos de los mejores recuerdos de Stoichkov en sus 20 a?os como jugador profesional. Tras atender a los periodistas, alguien le acerc¨® un m¨®vil dici¨¦ndole: "?El president de la Generalitat, al aparato!".