Crecen la furia y las protestas en Tikrit

En Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, a 180 kil¨®metros al norte de Bagdad, el d¨ªa despu¨¦s del anuncio de la captura del tirano fue muy desapacible. Pero la lluvia y el fr¨ªo no arredr¨® ayer a unos pocos cientos de personas, sobre todo estudiantes, que se manifestaron en apoyo del ex gobernante preso. Algunos de ellos resultaron heridos. Las protestas contra la presencia estadounidense en Irak, aunque no multitudinarias, se extendieron por toda la regi¨®n del llamado tri¨¢ngulo

sun¨ª, en la que Sadam goza de un fuerte respaldo popular. Grupos de manifestantes cortaron la autov¨ªa que une Bagdad con Tikrit a la altura de Samarra y de Balad, como es habitual, con r¨¢fagas de fusiles autom¨¢ticos.

"Yo s¨¦ d¨®nde estaba Sadam, y el del v¨ªdeo no es el verdadero", afirma un lugare?o

"La luz no funciona, el agua escasea, la seguridad tambi¨¦n, no hay gas ni gasolina"

Un corrillo de lugare?os, que crec¨ªa y crec¨ªa, se form¨® alrededor de los periodistas para ofrecer sus opiniones sobre la figura del l¨ªder depuesto. La inmensa mayor¨ªa lo defiende, muchos con vehemencia. "El 90% se siente mal por la detenci¨®n de Sadam. Ahora el sistema el¨¦ctrico no funciona, el agua escasea, la seguridad tambi¨¦n, no hay gas ni gasolina", asegura Abdulkarim Omar. Claro que este hombre, que pasa de los 30 a?os, era capit¨¢n de la Guardia Republicana, la fuerza militar mejor adiestrada durante el r¨¦gimen que se prolong¨® durante 24 a?os, hasta el pasado 9 de abril, cuando cay¨® Bagdad. ?Qu¨¦ hace ahora el oficial? "Estoy sin trabajo", asegura.

Parece que los privilegios de que disfrut¨® esta regi¨®n, que contaba con los mejores hospitales, carreteras y mezquitas de Irak, son cosa del pasado m¨¢s reciente. Incluso, s¨®lo al acercarse a la zona de Tikrit aparecen en el asfalto l¨ªneas blancas para separar los carriles.

Pero si casi todos los lugare?os coinciden en su devoci¨®n por Sadam, las opiniones difieren sobre la verdadera identidad de la persona detenida el s¨¢bado por la noche. "Yo s¨¦ d¨®nde estaba y el que aparece en el v¨ªdeo no es el verdadero", afirma rotundo Amer. "El de las im¨¢genes no tiene un lunar que s¨ª ten¨ªa Sadam", a?ade otro lugare?o. A un hombre que pasa de los 50 a?os no le convence la cinta ofrecida por las televisiones. "La gente tiene que escuchar la voz de Sadam, las im¨¢genes no nos convencen del todo".

No obstante, predominan los resignados a que su l¨ªder no volver¨¢ al poder. Harth Samir, un ingeniero civil de 26 a?os, es contundente: "La pel¨ªcula muestra al verdadero Sadam. Ahora los iraqu¨ªes deben tener verg¨¹enza por dos cosas, la ca¨ªda de Bagdad y la captura de Sadam. Debe ser doloroso para el honor de todos los iraqu¨ªes y los ¨¢rabes". A muchos no les cabe en la cabeza la hip¨®tesis de que el ex mandatario haya sido v¨ªctima de la delaci¨®n de un familiar. "La traici¨®n no se concibe en la tradici¨®n del islam", concluye otro tikrit¨ª.

No hab¨ªa ayer cruce de calles en Tikrit -una ciudad de m¨¢s de 100.000 habitantes, que antes del ascenso al poder del s¨¢trapa no era m¨¢s que un villorrio- que no contara con la presencia numerosa de las nuevas milicias organizadas por la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n (CPA en sus siglas en ingl¨¦s), el Cuerpo de Defensa Civil Iraqu¨ª. Lo confirma el sargento Cargie en uno de los edificios que forman parte de los que fueron lujos¨ªsimos recintos presidenciales de Sadam: "Hay gran presencia militar en Tikrit y en Al Duri", la localidad en la que fue hecho prisionero el hombre m¨¢s perseguido por Estados Unidos.

Pero donde no aparecieron los soldados norteamericanos, que suelen dispersar a los manifestantes sin contemplaciones -como sucedi¨® en Tikrit, donde emplearon porras y gases lacrim¨®genos contra las personas que juraban que entregar¨ªan su "sangre y su vida" por Sadam-, fue en la carretera que enlaza la capital iraqu¨ª con el feudo del tirano. En las cercan¨ªas de Samarra, 100 kil¨®metros al norte de Bagdad, j¨®venes montados en coches y a pie, algunos ni?os, cortaron la autov¨ªa en las dos direcciones. Gritaban vivas a Sadam y mostraban retratos del prisionero, al tiempo que varios disconformes disparaban sus armas al aire junto a los veh¨ªculos casi detenidos. Lo mismo sucedi¨® en Balad, unos kil¨®metros m¨¢s al sur de Samarra.

En Faluya, ciudad a 50 kil¨®metros al oeste de Bagdad escenario de algunas de las agresiones que han causado m¨¢s muertes entre las tropas norteamericanas, el rumor de que el dictador en realidad no hab¨ªa sido detenido desat¨® la algarab¨ªa de decenas de personas, como siempre varias de ellas armadas. En varios barrios sun¨ªes de la capital iraqu¨ª se repitieron escenas semejantes.

Por otra parte, un portavoz militar estadounidense inform¨® de que dos importantes iraqu¨ªes, buscados por las tropas de la coalici¨®n, hab¨ªan sido capturados gracias a la informaci¨®n proporcionada por Sadam y a documentos que ¨¦ste guardaba en su malet¨ªn, seg¨²n Reuters. El portavoz, el capit¨¢n Jason Beck, no dio sus nombres, aunque dijo que uno de ellos era una persona de alto rango asociada al ex dictador. Tras la captura de Sadam, su lugarteniente, Ibrahim al Duri, es el iraqu¨ª de mayor rango buscado por EE UU.