Fuente de bacterias

Jordi Xaus est¨¢ contento. Est¨¢ sentado en su peque?o y ordenado despacho y tiene delante el estudio que su equipo acaba de publicar en la revista cient¨ªfica Journal of pediatrics. "Hemos acabado con uno de los temas que se dan por ciertos, que es lo m¨¢s gratificante en ciencia", afirma.

Xaus es inmun¨®logo y trabaja en la empresa Puleva Biotech, de Granada, y junto a un equipo de la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que la leche materna tiene bacterias que ayudan a formar la flora intestinal del beb¨¦. El descubrimiento termina con la creencia de que la leche materna es est¨¦ril y abre las puertas al desarrollo de nuevas leches para beb¨¦s.

El equipo de investigadores consigui¨® ocho mujeres que acababan de dar a luz y que carec¨ªan de antecedentes de enfermedad. "Les tomamos muestras de leche materna, de heces de la madre, de alrededor del pez¨®n, del abdomen, de la boca, de la vagina y de las heces del ni?o", explica Xaus. El resultado fue que salvo en la piel y en la vagina, en todas las muestras aparecieron bacterias l¨¢cticas, las que forman la flora intestinal y que se incluyen en los yogures enriquecidos.

La creencia cient¨ªfica establec¨ªa que los beb¨¦s adquir¨ªan la flora intestinal de la vagina durante el parto. Los cient¨ªficos cre¨ªan que los ni?os nacidos por ces¨¢rea adquir¨ªan la flora

del contacto con las personas, al rozarse, al besarlos, al amamantarlos, seg¨²n Xaus.

Y ha sido la ruptura lo que m¨¢s les ha hecho dudar. "Que la leche materna era est¨¦ril era una certeza irrefutable. Algunos cient¨ªficos al ver el estudio han dicho que son contaminaciones, pero los primeros cr¨ªticos fuimos nosotros y revisamos todo una y otra vez. No hay contaminaci¨®n. Observ¨¢bamos los resultados una y otra vez". La reacci¨®n se ha movido entre el escepticismo y el entusiasmo. Xaus explica: "La mitad de los cient¨ªficos que lo han visto nos ped¨ªan colaborar con nosotros. La otra mitad dudaba de los resultados".

El descubrimiento se acompa?a de otro estudio realizado en ratones. "Marcamos gen¨¦ticamente unas bacterias l¨¢cticas que se las dimos v¨ªa oral a las ratas. Luego comprobamos las heces de los ratones que amamantaban y descubrimos que aparec¨ªan las mismas bacterias". Puede sonar extra?o, pero es importante. Si los ratones ingieren las bacterias y luego aparecen en las heces del amamantado, significa que hay una ruta no descrita que hace que las bacterias viajen del intestino de la madre hasta la leche materna. "El descubrimiento supone que podemos enriquecer la dieta de la madre para mejorar la flora intestinal del beb¨¦", explica Xaus mientras parece imaginar millones de euros en la cuenta de resultados de la empresa.

Otra puerta que se abre es a?adir estas bacterias en las leches infantiles. Todos los estudios han demostrado una diferencia en la flora intestinal entre los beb¨¦s amamantados con leche materna y los alimentados con leche artificial. Hasta ahora no exist¨ªa explicaci¨®n al fen¨®meno.

La empresa Puleva ha comenzado a desarrollar alimentos probi¨®ticos con las bacterias aisladas. Los probi¨®ticos son los alimentos con propiedades biol¨®gicas m¨¢s all¨¢ de las nutricionales, como las leches enriquecidas con vitaminas o los yogures con bifidobacterias. Por si alguien ten¨ªa dudas sobre la rentabilidad de invertir en investigaci¨®n y desarrollo.