La polic¨ªa francesa detiene a 75 supuestos pederastas por la desaparici¨®n de una ni?a
450 agentes toman pruebas de ADN a los arrestados y registran sus viviendas y ordenadores
El despliegue de medios no tiene precedentes. La polic¨ªa francesa lanz¨® ayer en toda Francia una redada contra 84 personas fichadas por actividades de pederastia, de las cuales detuvo a 75. El objetivo de la operaci¨®n, en la que participaron 450 agentes, es determinar si alguno de los arrestados es el culpable de la desaparici¨®n de Estelle Mouzin, de nueve a?os, que se esfum¨® el pasado 9 de enero, a la salida del colegio en un pueblo de la regi¨®n de Par¨ªs. A los detenidos se les extrajo saliva para pruebas de ADN;, asimismo, sus viviendas, lugares de trabajo y ordenadores fueron registrados.
El caso de Estelle ha provocado momentos de emoci¨®n popular. Su foto figura en todas las comisar¨ªas y estaciones de ferrocarril y hay asociaciones dedicadas a mantener vivo el recuerdo de la ni?a. Nada se sabe en concreto del secuestrador, descrito vagamente como un cuarent¨®n "de tipo europeo", eufemismo utilizado en los medios oficiosos para descartar que se trate de inmigrantes, en un pa¨ªs donde es de mal tono identificar el origen ¨¦tnico o nacional de los sospechosos o detenidos.
Las 84 personas contra las que se lanz¨® la orden de arresto fueron seleccionadas tirando de fichero. Setenta y cinco fueron localizadas, ocho se encuentran bajo orden de captura y uno de los buscados ya hab¨ªa fallecido. La redada fue acompa?ada de un n¨²mero indeterminado de registros domiciliarios y verificaci¨®n de paredes falsas o huecos donde se pueda esconder a un cuerpo de peque?as dimensiones.
Este tipo de investigaciones masivas, sin apenas pistas ni indicios, ya se ha producido otras veces desde que desapareci¨® Estelle, aunque las anteriores no terminaron en las comisar¨ªas. En junio pasado, la polic¨ªa se desplaz¨® al pueblo de Guermantes, donde viv¨ªa la ni?a desaparecida, y all¨ª mismo se produjo el interrogatorio de 300 familias para verificar qu¨¦ es lo que hab¨ªa hecho cada uno de sus miembros en los d¨ªas de la desaparici¨®n de Estelle. Una de las ni?as del pueblo habl¨® de un se?or que le hab¨ªa molestado al salir de clase tres semanas despu¨¦s de la desaparici¨®n de Estelle, lo cual dio origen a la difusi¨®n de un retrato-robot y provoc¨® el se?alamiento de m¨¢s de un millar de posibles sospechosos.
Tambi¨¦n se pidieron datos a cientos de talleres de la regi¨®n parisiense que podr¨ªan haber trabajado con coches utilitarios blancos, porque alguien cre¨ªa saber que el secuestrador se hab¨ªa llevado a la ni?a en un veh¨ªculo de esas caracter¨ªsticas. Nadie fue detenido entonces. Los interrogatorios en el pueblo de Estelle se repitieron hace un mes y se extendieron a la localidad vecina de Conches-sur-Gondoire, cuyos habitantes tambi¨¦n tuvieron que explicar sus actividades del 9 de enero o las visitas recibidas de forasteros, porque ah¨ª se encuentra la escuela de Estelle.
El caso movi¨® al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, a crear un grupo policial especializado en la investigaci¨®n de malos tratos a la infancia, que parece haber extendido sus trabajos a un censo de unos 300 pederastas o sospechosos de serlo, seg¨²n los escasos datos facilitados ayer por la c¨¦lula de polic¨ªa judicial encargada del caso, a cuyo frente se encuentra un fiscal.
Pese a su car¨¢cter masivo, las investigaciones en las que se invoca el nombre de la ni?a no suscitan protestas.
En general, el Sindicato de Magistrados (la principal asociaci¨®n de jueces) y las asociaciones de derechos humanos denuncian como "liberticidas" los m¨¦todos del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, y la ampliaci¨®n de poderes a la polic¨ªa concedidos por la mayor¨ªa de derechas que controla el Parlamento franc¨¦s desde junio de 2002. Pero, lejos de desgastarse, el ministro del Interior se afianza como el pol¨ªtico m¨¢s popular del pa¨ªs.
Ayer mismo se hizo p¨²blica una nueva denuncia de los m¨¦todos policiales usados en Francia. Esta vez procede del Comit¨¦ Anti-Tortura del Consejo de Europa, que se hace eco de acusaciones a la polic¨ªa de tratar a los extranjeros en espera de expulsi¨®n con "bofetadas, puntapi¨¦s, bastonazos, esposas demasiado apretadas, amenazas e insultos", seg¨²n los datos recogidos durante una visita de dicho comit¨¦ al aeropuerto parisiense Charles de Gaulle, efectuada entre el 17 y el 21 de junio del a?o pasado.
El Consejo de Europa a?ade que el Gobierno de Par¨ªs se ha comprometido a mejorar la atenci¨®n m¨¦dica en las zonas de retenci¨®n de extranjeros y a instruir, muy concretamente, a las fuerzas policiales sobre la prohibici¨®n de "t¨¦cnicas que puedan obstruir las v¨ªas respiratorias", as¨ª como presionar el t¨®rax o trabar con adhesivos partes del cuerpo de los retenidos (la boca, por ejemplo). El Comit¨¦ Anti-Tortura observ¨® por s¨ª mismo la superpoblaci¨®n de la zona de retenci¨®n aeroportuaria de Par¨ªs, despu¨¦s de fijarse en que una docena de personas estaban confinadas en 10 metros cuadrados, "en una atm¨®sfera asfixiante".
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