Desigualdades en salud
Una ni?a que nazca en Espa?a este a?o tiene una esperanza de vida de 83 a?os; en Jap¨®n, 85. Pero si nace en Sierra Leona, su expectativa apenas alcanza los 36. Con este ejemplo tan ilustrativo, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el imparable aumento de las desigualdades, porque esa ni?a africana ten¨ªa hace apenas diez a?os la expectativa de sobrevivir hasta los 46. Los estragos del sida, la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades est¨¢n echando atr¨¢s las conquistas tan trabajosamente alcanzadas en los a?os sesenta y setenta.
El balance que acaba de presentar la OMS muestra que no s¨®lo persisten grandes diferencias en el estado de salud de la poblaci¨®n y en los recursos sanitarios disponibles entre los pa¨ªses ricos y los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo, sino que en algunos casos aqu¨¦llas aumentan escandalosamente. El mapa de la salud presenta un enorme agujero negro en la franja subsahariana, donde se cuentan por millones las vidas segadas por el virus de la inmunodeficiencia humana, pero tambi¨¦n por enfermedades para las que existen vacunas y medicamentos que simplemente no llegan. La mortalidad infantil, uno de los indicadores de progreso m¨¢s fiables, ha mejorado en todo el mundo, excepto en los pa¨ªses m¨¢s pobres entre los pobres de ?frica. Y pese a la mejora, todav¨ªa en 2002 murieron m¨¢s de 10 millones de ni?os menores de cinco a?os.
Y no s¨®lo son v¨ªctimas de las enfermedades de pobres. El tabaco est¨¢ tambi¨¦n desplazando su guada?a hacia los pa¨ªses menos desarrollados.
Pero si alguna cosa demuestra el mapa de la salud en los ¨²ltimos a?os es que la riqueza protege, pero no inmuniza, como ha puesto de manifiesto la epidemia de neumon¨ªa at¨ªpica (SARS). Las desigualdades en salud son una injusticia contra la que hay que luchar por razones de derechos humanos y de solidaridad, pero incluso desde la perspectiva m¨¢s ego¨ªsta, desde la mayor de las insensibilidades hacia el sufrimiento humano, conviene no olvidar que cada vez hay m¨¢s evidencias de que en este barco vamos todos, y que o nos salvamos juntos o juntos podemos ahogarnos.
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