Gaddafi cerr¨® directamente el acuerdo de desarme por tel¨¦fono con Blair
Las familias de las v¨ªctimas del atentado de Lockerbie exigen una nueva investigaci¨®n
El acuerdo para desmantelar las armas de destrucci¨®n masiva de Libia fue cerrado directamente por Muammar el Gaddafi y Tony Blair en una conversaci¨®n telef¨®nica de media hora mantenida el pasado jueves. Dos d¨ªas antes, una delegaci¨®n libia, encabezada por el jefe de los servicios de espionaje y figura clave del r¨¦gimen, Musa Kusa, hab¨ªa pactado con cuatro altos funcionarios brit¨¢nicos la declaraci¨®n publicada el pasado viernes por Tr¨ªpoli. Los siete hombres se reunieron durante seis horas en uno de los legendarios clubes del Pall Mall londinense, el Travellers.
La siempre contundente y llamativa prensa dominical brit¨¢nica asegura que, adem¨¢s del acuerdo sobre armamento, Gaddafi, que ha buscado sobre todo la absoluci¨®n de sus pecados del pasado y su retorno a la primera fila de la escena internacional, ha entregado a Estados Unidos y al Reino Unido una lista con cientos de nombres de presuntos miembros de la red terrorista Al Qaeda. The Sunday Times afirma que el l¨ªder libio, Muammar el Gaddafi; el presidente George Bush, y el primer ministro Tony Blair se reunir¨¢n en los pr¨®ximos meses en un lugar neutral, quiz¨¢s Italia, para darle realce al acuerdo.
Seg¨²n The Sunday Telegraph, que cita fuentes del Departamento de Estado norteamericano, Gaddafi se ha visto obligado a negociar el desarme despu¨¦s de que una operaci¨®n internacional liderada por Estados Unidos permitiera interceptar un transporte de armas prohibidas a Libia.
Para The Observer, que publica un novelesco relato sobre el tramo final de las negociaciones, ¨¦stas empezaron hace dos a?os y han sido llevadas b¨¢sicamente por Londres. Este peri¨®dico asegura que el pacto empez¨® a fraguarse en octubre de 2001 y que fue consecuencia directa de los ataques del 11 de septiembre. Primero se lleg¨® a un acuerdo para indemnizar a los familiares de las v¨ªctimas del atentado de Lockerbie y luego se entr¨® en el cap¨ªtulo de las armas de destrucci¨®n masiva. Tony Blair afirm¨® el viernes que las conversaciones empezaron en marzo pasado a iniciativa del coronel Gaddafi.
De acuerdo con el relato de The Observer, todo empez¨® cuando en octubre de 2001 el embajador libio en Roma, Abdul Ati al Obeidi, auspici¨® la discreta llegada a Londres de un grupo de diplom¨¢ticos libios encabezados por Musa Kusa, mano derecha de Gaddafi. El mismo Musa Kusa, junto a Abdul Ati al Obeidi y el embajador libio en Londres, Mohammed Azwai (los tres hombres que hab¨ªan cerrado el acuerdo sobre las indemnizaciones por Lockerbie), se sentaron el pasado martes en una discreta mesa del sal¨®n de columnas del Travellers Club, uno de los clubes privados preferidos por diplom¨¢ticos, esp¨ªas y otros viajeros en general. Junto a ellos estaban William Ehrman, director general de defensa e inteligencia de Asuntos Exteriores; su colega David Landsman, jefe de contraproliferaci¨®n de armas, y dos altos cargos del MI6, los servicios secretos brit¨¢nicos.
Tras seis horas de discusiones, llegaron a un acuerdo sobre el texto que el viernes ser¨ªa le¨ªdo en televisi¨®n por el ministro libio de Exteriores, Abderram¨¢n Chalgham. El punto clave de la reuni¨®n era dejar claro qu¨¦ entend¨ªa Gaddafi por "programas" de armas de destrucci¨®n masiva. Posteriormente, seg¨²n The Observer, el jefe de pol¨ªtica exterior de Blair, sir Nigel Sheinwald, obtuvo el visto bueno de EE UU al acuerdo tras varias conversaciones con Condoleezza Rice, asesora de seguridad de Bush.
Reacci¨®n positiva
El jueves por la ma?ana, los expertos brit¨¢nicos concluyeron durante una reuni¨®n en Downing Street que s¨®lo quedaba rematar el acuerdo con una conversaci¨®n directa entre Blair y Gaddafi. La llamada, a mediod¨ªa, dur¨® media hora. El primer ministro brit¨¢nico le dio garant¨ªas al coronel libio de que tras leerse la declaraci¨®n en Tr¨ªpoli habr¨ªa una reacci¨®n positiva inmediata de Londres y Washington.
El acuerdo, hecho p¨²blico el viernes por la noche, ha provocado cierta confusi¨®n entre los familiares de las v¨ªctimas de Lockerbie. Aunque han dado la bienvenida al desarme libio, la asociaci¨®n de v¨ªctimas del Reino Unido ha exigido que se ponga en marcha una investigaci¨®n independiente que clarifique los puntos oscuros que no pudieron ser dilucidados durante el juicio celebrado en su d¨ªa.
Algunos afectados se han opuesto a la rehabilitaci¨®n p¨²blica de Gaddafi, en especial en EE UU. Susan Cohen, que perdi¨® a su hija Theodora, que ten¨ªa entonces 20 a?os, calific¨® el acuerdo de "traici¨®n". "Gaddafi hizo estallar un avi¨®n. Dios sabe que si esto puede pasar, tambi¨¦n Bin Laden puede volver alg¨²n d¨ªa", dijo en declaraciones a The Sunday Times, de Londres.
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