Mi carta
El otro d¨ªa, presentando una p¨¢gina web sobre los derechos del ni?o, quien esto escribe intentaba explicar a un centenar de inocentes criaturas qu¨¦ es eso de tener derechos. A mi lado estaba el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, que se afanaba en lo mismo. En realidad, ambos ten¨ªamos la ¨ªntima sensaci¨®n de que aquellos adorables becerros estaban esperando a que termin¨¢ramos de hablar para ser recompensados con algo, caramelos, refrescos, folletos, qu¨¦ se yo. A m¨ª ya se me pas¨® la edad para ir al c¨¦lebre Defensor del Menor, pero como en estas fechas tan entra?ables todos nos sentimos un poco ni?os, mientras el Defensor hablaba yo, en vez de escucharle, me puse a escribir mis peticiones de cara al nuevo a?o:
"Se?or Defensor, aunque ya se me pas¨® el arroz, tengo una ni?a a¨²n en mis entra?as y quisiera pedirle unas cosillas a las que creo tener derecho. Quisiera pedirle que en 2004 pueda hacerle una cr¨ªtica al se?or Aznar por su pol¨ªtica exterior y por su talante autoritario y nadie me tilde de antipatri¨®tica; tambi¨¦n quisiera pedirle que si muestro, civilizadamente, a trav¨¦s de estas peque?as columnillas mi rechazo al presidente Bush nadie me acuse de antiamericana, porque usted no sabe, se?or Defensor, lo que me gusta a m¨ª Am¨¦rica, aunque hoy todos seamos considerados terroristas en potencia cuando cruzamos la aduana; quisiera encarecidamente rogarle, Defensor, que si se me ocurriera en alguna ocasi¨®n expresar p¨²blicamente alguna cr¨ªtica (constructiva) a los partidos de izquierda, que no me pongan en la lista negra, porque esto est¨¢ muy feo y m¨¢s que lo hagan personas progresistas; si no es mucho pedir, se?or Defensor, quisiera que si se me ocurre criticar a los nacionalistas no me llamen franquista, porque no es verdad, se?or Defensor, palabrita del Ni?o Jes¨²s; es que tal y como est¨¢n las cosas, se?or Defensor, parece que los que escribimos tenemos que apuntarnos a un partido, a un grupo o a un colectivo y comportarnos como si fu¨¦ramos groupies de un conjunto de rock. Y eso, se?or Defensor, no mola".
Cuando acab¨® de hablar el Defensor, como una ni?a m¨¢s, le entregu¨¦ mi carta. Los otros ni?os le entregaron la suya: game-boys, videoconsolas, Bratzs... Los ni?os, en navidades, van a pi?¨®n fijo, no tienen coraz¨®n.
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Sobre la firma
![Elvira Lindo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd98d613c-aac5-4329-b9e2-b308ba60dd06.png?auth=d6090a4deb3a90d76e7f5edb16977dc70b69204c290cfe2c180eba745906bdee&width=100&height=100&smart=true)