Novatos de oro o... de hojalata
Anthony da una r¨¦plica brillante en la NBA al 'fen¨®meno James' mientras Milicic, 'n¨²mero dos' del ¨²ltimo 'draft', sufre el ostracismo
Los tres grandes novatos de la cosecha m¨¢s laureada de la NBA viven ahora de forma muy diferente. Lo de LeBron James (Cleveland Cavaliers) sigue siendo un fen¨®meno, pero no necesariamente en la cancha. El baloncesto m¨¢s brillante se concentra en la figura menos gal¨¢ctica de Carmelo Anthony (Denver Nuggets), que est¨¢ llevando a su equipo a cotas de victorias desconocidas. El serbio Darko Milicic (Detroit Pistons), el descubrimiento extranjero escogido con el n¨²mero dos del pasado draft, ha desaparecido: no juega, no se luce, no anota.
James, el multimillonario ni?o mimado, el precipitado heredero de Michael Jordan, ha llegado a conocer incluso el sabor amargo de la suplencia. Nunca en su corta vida, de s¨®lo 18 a?os y cuatro temporadas de basket escolar, sufri¨® tantas derrotas. Su calidad es incuestionable. El debate se centra en descifrar si soportar¨¢ el circo medi¨¢tico y financiero montado a su alrededor y, sobre todo, si superar¨¢ el trauma de ser la figura de un conjunto menor.
No se puede ser un mod¨¦lico campe¨®n, un hito con ingresos extradeportivos por encima de los 100 millones de d¨®lares, haber puesto tu logo (L23) a unas zapatillas Air Zooms reci¨¦n promocionadas por todo el hemisferio..., y figurar en un conjunto de los de relleno. Los Cavaliers est¨¢n en el fondo de la tabla, con un balance de nueve triunfos y 19 derrotas. Acumulan fracasos y en un tris estuvieron de batir el triste r¨¦cord hist¨®rico de 34 encuentros perdidos de modo consecutivo en parquet ajeno.
Melo Anthony lo tiene m¨¢s f¨¢cil. Su nombre est¨¢ asociado al espect¨¢culo de su amigo James desde su ¨¦poca estudiantil como una reedici¨®n del t¨®pico antagonismo entre Magic Johnson y Larry Bird. Pero no ha entrado a ese trapo. Dispone de similares recursos t¨¦cnicos y f¨ªsicos, tambi¨¦n privilegiados, pero maneja con m¨¢s humildad un cuadro mejor, pero algo m¨¢s experimentado y mucho m¨¢s conjuntado.
Hac¨ªa 14 cursos que los Nuggets no se ve¨ªan con tantas victorias, 17, las mismas que en toda la pasada campa?a, y en las alturas de la Conferencia Oeste, la m¨¢s competitiva, la predestinada a dar el campe¨®n. Y Anthony es la sensaci¨®n de los entendidos, de los entrenadores y de los jugadores que, como Tim Duncan, pasaron por un filtro parecido y valoran su capacidad para centrarse, a sus 19 a?os, en los aspectos propios de un juego en el que, al final, s¨®lo vale ganar.
Porque las estad¨ªsticas no lo dicen todo. Efectivamente, James a¨²n registra m¨¢s de 19 puntos, seis asistencias y 40 minutos en la pista como media. Son similares a las de Anthony, pero ¨¦l ha dado muestras de cansancio. Un declive que debe ser moment¨¢neo.
Hace un par de semanas, tras perder de nuevo la noche anterior su segundo duelo personal contra Anthony, James viaj¨® a Los ?ngeles y aprendi¨® varias lecciones con su derrota ante los Clippers. Cuando llevaba metidos s¨®lo dos tiros de 13, su t¨¦cnico, Paul Silas, le sent¨®. As¨ª, vio los ¨²ltimos 6m 46s desde la banda, animando a sus compa?eros. No se mostr¨® muy preocupado ni desanimado, eso no, porque se sabe destinado a los grandes focos y ha rebasado en varias ocasiones los 30 puntos. Pero esa vez ya no ten¨ªa 300 reporteros sigui¨¦ndole y tampoco tard¨® a la salida una hora en firmar aut¨®grafos como en su estreno.
Mientras tanto, en soledad, con tristeza, frustrado y con un morboso inter¨¦s por su ostracismo, Milicic supera su debut en la cumbre a la sombra de las estrellas de su camada. Se aficiona al rap y disfruta de los placeres del estilo de vida americano con los once millones de d¨®lares de su contrato. A sus 18, es un p¨ªvot carne de banquillo en los Pistons: 46 minutos sentado por encuentro. Apenas ha jugado 23 minutos, repartidos en diez citas. Ha tardado m¨¢s de un mes en estrenar su casillero de puntos. Pero tiene tiempo, aunque mucho que aprender, seg¨²n su veterano preparador, Larry Brown, del que se rumorea su queja a los responsables de un club exigido y acostumbrado a vencer por preferir a Milicic antes que a Anthony.
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