Al calor del fuego bajo

Llega el Gabrieli Consort en plena semana de esplendor barroco, un d¨ªa despu¨¦s del recorrido por autores alemanes e ingleses que nos dej¨® contratenor Andreas Scholl en el ciclo de Lied que tiene lugar en el teatro de la Zarzuela. En estas fechas navide?as el cuerpo parece que se encuentra especialmente a gusto con este tipo de repertorio (recu¨¦rdese el ¨¦xito el pasado a?o del ciclo Emociona!!!Antigua). Y no es por cuestiones de resacas, sino m¨¢s bien por el deseo inconsciente de una m¨²sica que est¨¢ pegada a las emociones espirituales.

Versiones intimistas

As¨ª parecen comprenderlo McCreesh y el Gabrieli Consort. Sus versiones son intimistas, susurrantes, cercanas al concepto camer¨ªstico. Late en ellas un sello de recogimiento. La propia distribuci¨®n de cantantes e instrumentistas responde a esa intencionalidad: dos violines, cuatro violas, viol¨ªn bajo, gamba, dos flautas, chittarone, ¨®rgano y nueve coristas. Se parte de la belleza del sonido en una atm¨®sfera de mesa camilla, de grupo de amigos reunidos en torno al fuego bajo de una chimenea.

No hay concesiones a la espectacularidad y s¨ª una atenci¨®n permanente a los peque?os detalles, como si en ¨¦stos estuviera la raz¨®n de ser de todo. La m¨²sica de Charpentier ve as¨ª atenuado su sentido de la grandeza, tan af¨ªn a los franceses en funci¨®n de una potenciaci¨®n de su lado cantabile, de su, llam¨¦mosla as¨ª, influencia italiana, debida en gran medida al influjo de su maestro Carissimi.

Respondieron en todo momento con equidad al concepto planteado los solistas vocales y desplegaron su sensibilidad po¨¦tica los instrumentistas en fragmentos como Nuit en la primera parte y, en general, en toda la Misa de Medianoche.

El p¨²blico universitario acogi¨® con calor la propuesta de los ingleses. Lo bonito se impuso y las tensiones quedaron diluidas. Algo que reponde mucho al estilo musical ingl¨¦s, por otra parte.