"Soy un diletante consciente"
Pregunta. Erudito, bibli¨®filo, fot¨®grafo, en¨®logo, empresario, comprometido con su pa¨ªs... ?No son muchos ingredientes para un solo recipiente?
Respuesta. Probablemente, pero as¨ª soy feliz, adem¨¢s es la herencia que he recibido del car¨¢cter abierto, polifac¨¦tico y humanista de mi padre. Soy un diletante consciente. Siempre estoy aprendiendo.
P. ?Qu¨¦ le mueve a escribir libros sobre la memoria de su pueblo?
R. Una mezcla de curiosidad y compromiso. En Mon¨°ver estaba todo por hacer y revisar y mi generaci¨®n ten¨ªa un gran desconocimiento de nuestra historia propia. S¨®lo conoc¨ªamos a Azor¨ªn y sus secuelas, y no fue hasta que le¨ªmos D'Azor¨ªn i el pa¨ªs meu de Antoni R¨®denas que nos empezamos a cuestionar nuestros or¨ªgenes y nuestra identidad.
P. No es habitual que un empresario tenga un espectro de preocupaciones tan amplio. ?Se lo han perdonado en el gremio?
R. Mi gremio es encantador y no s¨®lo me lo perdona sino que me estimula. Tenga en cuenta que en el mundo del vino imperan las personas sensibles y formadas. Mis colegas y yo nos llevamos muy bien.
P. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, le entreg¨® el premio de Actuaci¨® C¨ªvica Jaume I hace poco. ?Se le reconoce su actividad c¨ªvica m¨¢s en Catalu?a que aqu¨ª?
R. No creo, lo que pasa es que las sensibilidades son diferentes y el tipo de reconocimientos que aqu¨ª recibo es de otra clase. De todas maneras no me merezco nada de todo eso ni tampoco aspiro a grandes honores. Hago las cosas por que me gustan o me divierten. No hay heroicidad ni sacrificio en mi actuaci¨®n.
P. ?Cu¨¢ntas veces lo han tentado para la pol¨ªtica?
R. Tantas que ya he perdido la cuenta. De todas maneras la vivo con pasi¨®n aunque no me someta a las urnas. Desde los 18 a?os estoy meti¨¦ndome en jaleos, escribiendo y ayudando a determinadas personas con mi apoyo. Bueno, a veces no s¨¦ si les favorezco o les perjudico, pero lo hago de coraz¨®n.
P. Su bodega hizo el primer reserva tinto de la historia de Alicante, Vi?a Vermeta. Desde entonces ha habido una profunda revoluci¨®n en los vinos valencianos. ?Usted ha seguido por libre?
R. Procuro no dejarme arrastrar por modas y combinar la tradici¨®n con la modernidad. Lo mismo hago un Fondill¨®n Gran Reserva del 80 que un s¨²per nuevo como el Borrasca 2001, uno de los mejores tintos de Espa?a.
P. Su padre recuper¨® el Fondill¨®n para el comercio. El Rey Sol pidi¨® beberlo como ¨²ltimo deseo y muchos valencianos lo desconocen. ?C¨®mo es posible?
R. El Fondill¨®n es una joya, rara y excepcional. Es l¨®gico que s¨®lo lo use una afortunada minor¨ªa. Adem¨¢s, vivimos tiempos de masificaci¨®n y pensamiento ¨²nico tambi¨¦n en los usos del vino.
P. Cuando no est¨¢ en Nueva York, est¨¢ en ?msterdam o en Londres. ?Vive m¨¢s fuera que en Mon¨°ver?
R. A m¨ª me pasa lo contrario que a Baroja. Cuanto m¨¢s viajo m¨¢s aprecio mi peque?o universo. M¨¢s que el placer de viajar he descubierto el de volver.
P. ?Qu¨¦ botella se llevar¨ªa a una isla desierta?
R. Una que tengo guardada y que procede del ¨²nico tonel de fondill¨®n que sobrevivi¨® al expolio que sufri¨® mi bodega al acabar la guerra. En ella se concentra un gran vino y la memoria de mi abuelo Salvador Poveda, Borrasca, un luchador nato y tenaz que tuvo que partir de cero en 1940. Intento estar a su altura.
EN DOS TRAZOS
El vino es la principal obsesi¨®n de Rafael Poveda (Mon¨°ver, 1958), pero no la ¨²nica. Es un bodeguero de tercera generaci¨®n que vende tres millones de botellas de vino al a?o, la mayor¨ªa fuera de Espa?a, con un hondo compromiso con su pa¨ªs y la cultura. En ambos frentes le mueve la misma preocupaci¨®n y aborda sus retos con id¨¦ntica intensidad y conducta. Su apellido no s¨®lo est¨¢ inscrito en la historia del vino valenciano sino que frecuenta el lomo de los libros relacionados con la memoria de su pueblo y est¨¢ vinculado, con reconocimiento, a muchas iniciativas civiles.
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