Una pieza clave en la crisis de los populares valencianos

Carlos Fabra, presidente del PP de Castell¨®n, es una de las piezas clave en la crisis abierta entre los populares valencianos a causa de la bicefalia existente entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y el ministro y presidente regional del partido, Eduardo Zaplana. Fabra, heredero de una saga de pol¨ªticos castellonenses que tiene sus ra¨ªces en el caciquismo del siglo XIX, ejerce un control f¨¦rreo sobre la provincia y ha logrado una notable influencia gracias a su amistad con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Ana Botella, matrimonio con el que comparti¨® durante a?os los veranos de Oropesa desde antes de que Aznar llegase a La Moncloa.

Aliado incondicional de Eduardo Zaplana mientras ¨¦ste estuvo al frente de la Generalitat, Carlos Fabra apost¨® el pasado verano por Francisco Camps. Tanto Zaplana como Camps han expresado su confianza en la "honorabilidad" de Fabra al estallar el esc¨¢ndalo. Consciente de que buena parte de los presupuestos con los que ha de realizar inversiones en Castell¨®n provienen de las arcas valencianas, Fabra -que mantiene sus propios contactos en Madrid- mostr¨® p¨²blicamente su apoyo al nuevo presidente de la Generalitat, que aspira a dirigir el PP de la Comunidad Valenciana.

Un apoyo que ha permitido al presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n situar a uno de sus hombres de confianza al frente de la Consejer¨ªa de Justicia y Administraciones P¨²blicas; impulsar su sue?o de contar con un aeropuerto propio en la provincia -pese a que el de Manises est¨¢ s¨®lo a 60 kil¨®metros- y disponer de amplios resortes pol¨ªticos y econ¨®micos (logr¨® que el Gobierno valenciano nombrase director general de Empleo al portavoz del PP de Benic¨¤ssim para que ¨¦ste renunciase a su acta y facilitase una moci¨®n de censura contra el alcalde socialista, que al final se frustr¨®).

Puntal del nuevo Consell

Desde su puesto de presidente del PP de Castell¨®n, Carlos Fabra se ha convertido en uno de los puntales del nuevo Consell de la Generalitat. Mientras tanto, la presidencia de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, en la que cuenta con 17 asesores, se ha convertido en la atalaya desde la que controla la vida pol¨ªtica de la provincia de norte a sur. Siempre sin salirse de sus l¨ªmites, pero sin dejar que nadie los traspase.

Los socialistas, que no votaron a favor de su compatibilidad con el ejercicio de la abogac¨ªa y la corredur¨ªa de seguros, han exigido reiteradamente a Fabra que d¨¦ explicaciones de sus actividades y de su patrimonio. El propio secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, pidi¨® la intervenci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Los socialistas valencianos reclaman una comisi¨®n de investigaci¨®n, hasta ahora sin ¨¦xito.