La cr¨ªtica del 'The New York Times' consagra 'L¨¢grimas negras', de Vald¨¦s y El Cigala

La historia del disco L¨¢grimas negras, de Bebo Vald¨¦s -85 a?os- y Diego el Cigala -35 a?os-, producido por Fernando Trueba, es la del cuento de la lechera pero sin que se cayera el c¨¢ntaro. Deseoso de grabar a un pianista cubano que tuvo en su orquesta a Beny Mor¨¦, y a un cantaor de flamenco de raza y poder¨ªo, seleccion¨® boleros, coplas y un tema brasile?o, cont¨® con la colaboraci¨®n de Paquito D'Rivera y Caetano Veloso, entre otros, y cre¨® un disco al que ahora el cr¨ªtico del The New York Times Ben Ratliff lo califica de "el mejor disco del a?o". En Espa?a se llevan vendidas m¨¢s de 150.000 copias.

L¨¢grimas negras, el disco de Bebo Vald¨¦s y Diego el Cigala, producido por Fernando Trueba y Javier Lim¨®n, es, sin duda, una demostraci¨®n de la importancia del azar en el terreno del arte. Todo empez¨® con el montaje de su filme Calle 54, el homenaje que Fernando Trueba sent¨ªa que deb¨ªa al jazz latino desde que lo descubri¨® en un disco de Paquito D'Rivera que le hab¨ªa regalado su amigo Nat Chediak. En aquella pel¨ªcula su realizador consigui¨® el que dos grandes amigos de toda la vida, dos enormes m¨²sicos cubanos octogenarios, Cachao y Bebo Vald¨¦s, grabaran juntos por primera vez, y lo hicieron con una conmovedora versi¨®n de L¨¢grimas negras, el tema de Miguel Matamoros. Un contrabajo, un piano y toda la sensibilidad y el talento de dos maestros. La pel¨ªcula la vi¨® un cantaor gitano, Diego el Cigala, y qued¨® impresionado por la interpretaci¨®n del tema de Matamoros. Tiempo despu¨¦s, Trueba y Javier Lim¨®n pon¨ªan en marcha el disco L¨¢grimas negras, del que en Espa?a se han vendido ya m¨¢s de 150.000 ejemplares y que el New York Times acaba de seleccionar como el mejor disco del a?o.

"Lo del New York Times me alegra por Bebo y por Diego, y lo m¨¢s curioso es que el disco a¨²n no ha salido en Estados Unidos ni tiene distribuci¨®n", declara Fernando Trueba a EL PA?S. "Al principio, cuando sali¨® aqu¨ª, nadie se interes¨® por el disco en EE UU. Curiosamente, la Blue Note que hab¨ªa ganado dos grammys, el latino y el americano, con el disco de Bebo El Arte del sabor -que grabamos en Nueva York con Bebo, Cachao, Patato y Paquito, justo nada m¨¢s acabar el rodaje de Calle 54- y a la que ofrecimos el disco en primer lugar, ni se molest¨® en contestarnos. Fue un poco triste. Pero cuando el disco se convirti¨® en un ¨¦xito aqu¨ª, ya algunas compa?¨ªas comenzaron a interesarse. Y en estos momentos estamos negociando a ver con qu¨¦ compa?¨ªa lo cerramos finalmente".

Pero si el azar jug¨® un papel determinante en la realizaci¨®n del disco, despu¨¦s ocup¨® su lugar el gusto musical de su productor -la selecci¨®n de los nueve temas, coplas, boleros y una guinda brasile?a fue un gran acierto- y la extraordinaria clase de todos los que en ¨¦l intervienen.

"Fue un disco hecho con mucho cari?o por un peque?o grupo de gente, grabado con intimidad e intensidad", explica Trueba. "Cada uno dio lo mejor de s¨ª mismo. Y no nos preocupaba lo que ocurriera luego. Sino que el resultado fuera hermoso, que nos gustase a nosotros. Alguien que vino por el estudio me pregunt¨®: '?C¨®mo vas a sacar esto, qui¨¦n lo distribuye?'. Y yo le dije: 'No lo s¨¦ a¨²n, pero el disco ya est¨¢ amortizado. Nos lo hemos pasado tan bien haci¨¦ndolo que todo lo que ocurra luego ser¨¢ beneficio".

"Lo del New York Times me gusta porque Ben Ratliff es un cr¨ªtico muy prestigioso y serio", a?ade Trueba. "Y porque espero que sea un empuje a la carrera internacional del disco que empieza a salir fuera de Espa?a en febrero. Creo que el disco est¨¢ siendo un gran ¨¦xito en Cuba, pirateado por supuesto, como todo all¨ª, porque nadie tiene un duro. Pero me alegro, porque es una victoria moral para Bebo, un acto de justicia po¨¦tica".

Bebo Vald¨¦s, pianista y compositor cubano de 85 a?os de edad y m¨¢s de 40 de exilio, fue uno de los m¨²sicos esenciales de la Cuba de los a?os 30- 40. En su orquesta, por ejemplo, era vocalista Beny Mor¨¦. Padre de Chucho Vald¨¦s, se afinca en Suecia desde 1960. En la actualidad, y gracias al disco y al DVD de L¨¢grimas negras, est¨¢ viviendo una nueva juventud de ¨¦xitos, actuaciones y reconocimientos.

"Creo que el disco es b¨¢sicamente un disco est¨¢ndar (latino, claro), con un formato de tr¨ªo de jazz b¨¢sico, donde el caj¨®n ocupa el lugar de la bater¨ªa y un crooner que es flamenco. Mas algunos invitados de lujo como Caetano Veloso, Paquito D'Rivera, Josele, etc¨¦tera. O sea que el disco se nutre de elementos del flamenco, del jazz, de la m¨²sica cubana y de la latina en general porque hay temas espa?oles, mexicanos, argentinos y, por supuesto, cubanos".

Boleros como el que da t¨ªtulo al disco, o Inolvidable, Se me olvid¨® que te olvid¨¦, Coraz¨®n loco, o ese espl¨¦ndido homenaje a Bola de Nieve, Vete de m¨ª, adem¨¢s de La bien pag¨¢, copla que borda El Cigala y que rematan unos espl¨¦ndidos coros cubanos (Milton Cardona, Puntillita y Pedrito Ram¨ªrez). Caetano Veloso recita una de sus primeras canciones, Cora?ao vagabundo en Eu sei que vou te amar, de Vinicius de Moraes y Jobim.

Trueba concluye: "Creo que la m¨²sica lleva muchos a?os derribando fronteras y acercando a la gente de distintas culturas. La m¨²sica se adelant¨® siglos a Internet y no digamos a los pol¨ªticos, que son los mayores retrasados".

Bebo Vald¨¦s lo hab¨ªa declarado hace tiempo: "Lo cierto es que no hay tanta diferencia entre el flamenco y los sones cubanos. El flamenco se parece mucho a lo que hacen los negritos m¨²sicos cubanos que nunca han ido a ning¨²n colegio y no saben de m¨²sica escrita, pero saben cuando empiezan y cuando acaban y lo que hacen es vivirlo. El flamenco sale del alma, los sones cubanos de m¨¢s adentro".

Diego el Cigala es, naturalmente, el otro pilar sobre el que se asienta esta obra. En la pel¨ªcula Soldados de salamina, de David Trueba, se incluye una inolvidable versi¨®n suya con arreglos sinf¨®nicos de Suspiros de Espa?a, que fue precisamente el tema musical que son¨® en el homenaje p¨®stumo al escritor y periodista Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n.

Para el poeta asturiano ?ngel Gonz¨¢lez, autor del texto que acompa?a al disco, ¨¦ste "es una extraordinaria amalgama en la que la canci¨®n antillana suena a cante, y al rev¨¦s".