Inolvidable Anna Swan
Seg¨²n el libro de G¨¦nesis, "hab¨ªa gigantes en la tierra en aquellos d¨ªas", en la era anterior del diluvio. Debi¨® No¨¦ llevarse un par de ellos en el arca, porque no todos desaparecieron bajo las aguas. Goliat, Polifemo, Gargant¨²a y los Globetrotters son descendientes de aquella antigua estirpe. Tambi¨¦n Anna Haining Swan, giganta que se irgui¨® en el mundo a principios del siglo diecinueve, en la costa oriental de Canad¨¢. Alta, audaz y rom¨¢ntica, su figura ejemplar ha inspirado una de las novelas m¨¢s originales de la literatura canadiense, La mujer moderna m¨¢s grande del mundo, de Susan Swan, l¨²cidamente traducida por Daniel Sarasola.
Medir casi dos metros y medio sin duda otorga a un personaje lo que los franceses llaman le physique du r?le: no se puede ser tan alto y no ser extraordinario. En la vida real, Anna Swan, nacida el 7 de agosto de 1846, en New Annan, Nueva Escocia, se convirti¨® en una de las mayores atracciones del famoso circo de P. T. Barnum en Nueva York; muri¨® 42 a?os m¨¢s tarde, el 5 del mismo mes. En la ficci¨®n, las fechas son iguales, pero los acontecimientos de su vida adquieren matices m¨¢s coloridos y vehementes. Apenas nacida, la ni?a Anna se convierte en una celebridad mundial, conocida "hasta en Boston"; adolescente, es desvirgada con un cer¨¢mbano de 17 pulgadas, esgrimido por un enano vicioso; a los pocos a?os, descubre que no es la ¨²nica de aquella raza inmensa y antigua, y se encuentra con otros gigantes que la seducen y la aterran, como el escoc¨¦s Angus McAskill y Martin van Buren Bates, el Gigante de Kentucky, con quien se casa; ya adulta, se somete a un examen m¨¦dico durante el cual varios sabios intentan medir su sexo; la reina Victoria quiere conocerla y Su Majestad se pasea ensimismada entre las colosales piernas; inteligente, Anna lee a Emerson, a Whitman, a Darwin y es una temprana defensora de los derechos de la mujer; iluminada, redacta reglamentos de conducta para uso de "gente normal" en presencia de seres extraordinarios. Por ejemplo, estas recomendaciones de "c¨®mo comportarse en compa?¨ªa de gigantes". "No preguntes '?qu¨¦ tal tiempo hace por ah¨ª arriba?' ni digas que lo bueno viene en embalajes peque?os". "No hables en voz alta como Gulliver, que segu¨ªa siendo peque?o aunque pareciera grande". "No embauques a los gigantes para tomarles medidas. Los gigantes mienten sobre su altura: es una manera de agradar al mundo. Nada que ver con la educaci¨®n, s¨®lo por temor y por humildad". "No hiervas carne de gigante para hacer puentes con sus huesos, ni siquiera en tu imaginaci¨®n".
LA MUJER MODERNA M?S GRANDE DEL MUNDO
Susan Swan
Traducci¨®n de Daniel Sarasola
Losada. Madrid, 2003
498 p¨¢ginas. 28 euros
Toda vida es ¨²nica: la de una
giganta lo es a¨²n m¨¢s porque su diferencia es n¨ªtida, implacable, constante. Lo que le ocurre a Anna Swan es maravilloso, pero ella tambi¨¦n lo es, de por s¨ª, como esas otras monstruosas criaturas divinas, la jirafa y el baobab, que parecen alardes del Creador. La novela de su vida deb¨ªa parecerse al personaje. Susan Swan ha sabido crear para su Anna un estilo jocoso, fragmentario, hecho de cr¨®nicas cortas, cartas, poemas, mon¨®logos en voces diversas, notas hist¨®ricas, que convienen perfectamente al desmesurado personaje.
"Monstruo", etimol¨®gicamente, significa "aquello que se?alamos con el dedo". Y sin embargo, Susan Swan logra que leamos esta sorprendente biograf¨ªa menos con gestos de sorpresa que con un creciente sentido de compasi¨®n. A las pocas p¨¢ginas, nos olvidamos que Anna es monstruosa; la reconocemos tierna, sabia, con un mordaz sentido del humor, apasionada. A trav¨¦s de sus sufrimientos, sus haza?as y sus amores, Anna justifica su aspecto f¨ªsico y, como todo personaje de novela memorable, se hace enorme, inolvidable, m¨ªtica.
La coincidencia entre los nombre de la protagonista y de la autora no es arbitraria. Un corto prefacio a la edici¨®n canadiense de la novela (prefacio omitido en la versi¨®n espa?ola) explica que, de ni?a, Susan Swan se interes¨® en el destino de Anna porque ambas compart¨ªan el mismo nombre y ambas eran altas. "Mi familia", cuenta la autora, "emigr¨® a Canad¨¢ desde Irlanda, la de ella lleg¨® a Nueva Escocia desde Escocia. Pero, as¨ª dicen, las ramas de ambas familias remontan a un mismo antepasado escandinavo establecido en Escocia". Gracias a Susan Swan, la historia de Anna nace en un lejano mito que parece ficci¨®n, y un siglo m¨¢s tarde acaba en la ficci¨®n, que tambi¨¦n es mito. La mujer moderna m¨¢s grande del mundo es una novela audaz, entretenida, fant¨¢stica, inteligente, picaresca. Y sobre todo, nos ense?a a honrar lo humano bajo todas sus formas, a ver en el otro (en la otra) no lo ajeno sino lo propio, como prueba de la alucinante generosidad de nuestro universo.
Las ¨²ltimas palabras que Susan Swan imagina para su hero¨ªna son las que todo artista, todo ser ¨²nico, todo individuo, al fin, debiera poder pronunciar a la hora de su muerte: "He aceptado mi destino. Nac¨ª para que me tomaran medidas y no encajo en ninguna parte. Tal vez en el cielo haya m¨¢s sitio".
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