Copas sin pena
La directiva del Bar?a, irritada por la falta de compromiso de algunos futbolistas, quiere endurecer las sanciones en caso de indisciplina
La directiva del Bar?a quiere endurecer las sanciones a los futbolistas que incurran en actos de indisciplina, tales como irse de fiesta dos d¨ªas antes de la disputa de un partido. El c¨®digo castiga ahora a los jugadores con multas que no son de excesiva cuant¨ªa y que dif¨ªcilmente acaban abonando. "Los jugadores s¨®lo pagan si llegan tarde y el montante va a parar a una caja para organizar las cenas y comidas de la plantilla", explic¨® un miembro del vestuario. La sanci¨®n por vivir las noches de Barcelona o de Sant Cugat, juzgada ben¨¦vola por la junta, est¨¢ siendo revisada por el departamento jur¨ªdico del Bar?a, a instancias de los responsables del ¨¢rea deportiva. La directiva, irritada porque cree que su esfuerzo en reconducir el club no es proporcional al compromiso de algunos jugadores, no ha ocultado su preocupaci¨®n ante algunas actitudes del vestuario.
La junta y el entrenador topan con trabas legales para imponer multas m¨¢s duras a los jugadores
El vestuario azulgrana se rige a¨²n por las 50 normas de conducta impuestas por Van Gaal
El t¨¦cnico del Bar?a, Frank Rijakaard, dio un toque de atenci¨®n a su plantilla al trascender que cuatro jugadores hab¨ªan estado de fiesta en un local hasta altas horas de la madrugada dos d¨ªas antes del Bar?a-Celta. "Fue algo as¨ª como refrescarles la memoria y recordarles que hay cosas que no se pueden ni se deben hacer", dijo una fuente del club. Entre las cincuenta normas en vigor figuran, entre otras, la de no irse de Barcelona sin permiso del t¨¦cnico; no beber alcohol; no practicar el esqu¨ª ni conducir motos para evitar ca¨ªdas con riesgo de lesi¨®n o no atender a periodistas pasadas las once de la noche. Pero, "?c¨®mo se le niega a un chaval de 26 a?os la posibilidad de irse al cine a las 10 de la noche?", dec¨ªa el agente de un futbolista.
Los jugadores asumen su conducta responsable cuando firman su contrato y la cl¨¢usula que les insta a acatar el c¨®digo de orden interno, sin especificar su contenido. La nebulosa es tal que un jugador reconoci¨® ignorar qu¨¦ c¨®digo es el actual: "Desde que estoy en el Bar?a, s¨®lo he tenido en la mano las 50 normas que impuso Van Gaal. Supongo que a¨²n siguen vigentes". La plantilla, ni antes ni ahora, sabe de reglas escritas. "S¨®lo s¨¦ los 10 euros que pagar¨¦ si llego tarde a un ensayo", asum¨ªa ayer un pupilo de Rijkaard que prefiri¨® preservar su anonimato y que sabe, como todo el vestuario, que hace a?o y medio un compa?ero fue sancionado con 6.000 euros por enfrentarse al t¨¦cnico. Pero Joan Gaspart, entonces presidente, orden¨® que le devolvieran la suma. El jugador acab¨® ganando dinero: la multa se la descontaron en bruto y se la devolvieron en neto.
Pero estipular las sanciones no es tan sencillo porque los jugadores tienen atados a los clubes. En el supuesto extremo de que un caso de indisciplina llegara a un tribunal, el jugador saldr¨ªa impune. El c¨®digo es "papel mojado" y carece de fondo legal si la plantilla no lo acepta como convenio colectivo. "No hay por d¨®nde pillar al jugador", dice un ex alto ejecutivo del club. El ex presidente Josep Llu¨ªs N¨²?ez ya intent¨® en 1994, en el ¨²ltimo a?o de Johan Cruyff, articular un reglamento despu¨¦s de que Romario se presentara con 24 d¨ªas de retraso a la concentraci¨®n de pretemporada. Pero la plantilla, ofendida por dudar de su su responsabilidad, lo fren¨®. Van Gaal, en 1997, impulso un c¨®digo, que revis¨® Ant¨®n Parera, ex secretario general del club, en la ¨¦poca de Carles Rexach y que sigue vigente. Fue utilizado en 2001 para sancionar a Rochemback y Geovanni al llegar con retraso de Brasil tras pasar la Nochevieja. La sanci¨®n fue bendecida por los capitanes, liderados entonces por Sergi.
"El entrenador tiene las manos atadas. El ¨²nico castigo que entienden los futbolistas es que les dejen en la grada cuando se equivocan", dice un t¨¦cnico de Primera. "Claro que puede perjudicar al equipo si prescindes de un tipo determinante". Rijkaard utiliz¨® esa estrategia cuando prescindi¨® de Gerard por entrar al vestuario antes de jugarse un partido hablando por el m¨®vil. Motta tambi¨¦n se qued¨® sin jugar en Atenas tras sufrir d¨ªas atr¨¢s la segunda expulsi¨®n en la Liga. La mejor v¨ªa pasa, en cualquier caso, por apelar a la conciencia del jugador. "Salir despu¨¦s de llegar a la final de la Copa de Europa es un premio, pero tras recibir un 5-1 en M¨¢laga es una inconsciencia", dice un ex jugador del Dream Team. Y el club est¨¢ dispuesto a que la falta de compromiso y esa inconsciencia no queden sin castigo.
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