Asumir sin desesperar
En sus Cartas francesas, publicadas en EL PA?S a finales de agosto, Jorge Sempr¨²n observaba que la abstenci¨®n entre la izquierda tradicional se estaba perfilando como un rasgo nuevo en la sociolog¨ªa electoral de la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. La izquierda -recordaba Sempr¨²n- sali¨® a la calle en Francia, en manifestaciones de protesta contra la extrema derecha, pero decenas de miles de esos j¨®venes que invadieron las calles de Par¨ªs, despu¨¦s de que Le Pen derrotara a Jospin en la primera vuelta, no hab¨ªan acudido a votar unos d¨ªas antes. Tras la derrota de Jospin, los socialistas franceses entraron en una fase de reflexi¨®n en la que Daniel Cohn-Bendit plante¨® en toda su crudeza la disyuntiva en la que se encontraban: los socialistas deb¨ªan "asumir su reformismo sin desesperar a los de Larzac". La sentencia de este antiguo l¨ªder del sesenta y ocho, hoy eurodiputado socialista, necesita algunas aclaraciones para poder ser entendida entre nosotros. El 8 y el 9 de agosto se reun¨ªan en el altiplano de Larzac, en el Sureste de Francia, m¨¢s de doscientas mil personas en un acto del movimiento antiglobalizaci¨®n que culmin¨® con un concierto de Manu Chao. Pero adem¨¢s, explicaba Sempr¨²n, la propuesta de Cohn-Bendit es una transformaci¨®n de una frase de un personaje de Sartre que dec¨ªa que no era tolerable "desesperar a Billancourt", el barrio parisino donde estaban las f¨¢bricas de la Renault y por extensi¨®n la clase obrera en su conjunto.
A tres meses de las elecciones generales ?el an¨¢lisis de Sempr¨²n es trasladable a nuestro pa¨ªs? Ese fen¨®meno, seg¨²n el cual mientras aumenta la abstenci¨®n de la izquierda tradicional, la derecha y tambi¨¦n la extrema derecha acuden disciplinadamente a votar, se repiti¨® un mes despu¨¦s en las elecciones auton¨®micas y municipales celebradas en Espa?a. El asunto es conocido, una parte significativa de los que salieron a la calle contra la guerra se quedaron en sus casas el ¨²ltimo domingo de mayo, mientras otros dispersaron su voto entre el amplio, pero amustiado, ramillete de formaciones ecologistas, nacionalistas y de extrema izquierda. Sin embargo, la responsabilidad no fue s¨®lo de "los de Larzac", el escaso ¨¦xito de la izquierda en mayo no se debi¨® solo a la abstenci¨®n, tampoco el PSOE hizo bien sus deberes de convencer al sector m¨¢s moderado del electorado del PP, presentando una alternativa capaz de atraerlo a una nueva mayor¨ªa de izquierdas. De entonces ac¨¢, los socialistas se han aplicado en la redacci¨®n de un amplio programa electoral lleno de propuestas concretas que estamos empezando a conocer estos d¨ªas. De su capacidad para transmitir la necesidad de nuevas reformas va a depender la llegada al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Entre nosotros, m¨¢s all¨¢ de la juventud de Isaura Navarro, cabeza de la lista que presentar¨¢ Esquerra Unida al Congreso por la circunscripci¨®n de Valencia, resulta significativa la figura del n¨²mero tres de esta candidatura, Antonio Arnau, que pertenece el sector cr¨ªtico de la coalici¨®n y ha sido el infatigable coordinador de la campa?a valenciana contra la guerra.
Pero tras la renuncia de UV y el previsible trasvase de sus votos al PP, para la izquierda se hace m¨¢s necesario que nunca integrar al Bloc en sus listas.
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