Astr¨®nomos europeos hallan una estrella buscada desde hace 10 a?os

M¨¢s de 10 a?os despu¨¦s de que apareciera en el cielo una estrella nueva y la detectara un astr¨®nomo aficionado espa?ol, esta explosi¨®n estelar, la supernova 1993J, sigue haciendo historia. Astr¨®nomos europeos y estadounidenses, que han utilizado los mejores telescopios disponibles (el espacial Hubble y el terrestre Keck), han detectado por primera vez en la historia de la astronom¨ªa la estrella compa?era de una que explot¨® como supernova, cuya existencia se sospechaba desde poco despu¨¦s de que se empezara a estudiar la 1993J.

Las extra?as caracter¨ªsticas de esta supernova hicieron pensar que la estrella progenitora, la que estall¨® al colapsarse su n¨²cleo por llegar al final de su vida, hab¨ªa sufrido poco antes el robo de gran parte de su envoltura de hidr¨®geno por su estrella compa?era en un sistema binario. Ahora, la ladrona ha sido descubierta y se ha comprobado que sobrevivi¨® a la explosi¨®n catacl¨ªsmica, seg¨²n las observaciones realizadas durante los dos ¨²ltimos a?os por astr¨®nomos de la Universidad de Cambridge, confirmadas en colaboraci¨®n con la Universidad de Hawai (donde est¨¢ el Keck).

Las explosiones de supernovas son la cocina donde se producen la inmensa mayor¨ªa de los elementos qu¨ªmicos del universo, entre ellos los que forman los seres vivos terrestres. La supernova 1993J fue vista como una estrella nueva en el cielo (porque antes apenas brillaba) en la espectacular galaxia M81 (constelaci¨®n de la Osa Mayor) en la noche del 28 de marzo de 1993 por Francisco Garc¨ªa D¨ªez, astr¨®nomo aficionado lucense. Su temprana detecci¨®n permiti¨® que fuera estudiada desde el principio por numerosos astr¨®nomos de todo el mundo. Result¨® ser la segunda supernova m¨¢s brillante del siglo y la m¨¢s enigm¨¢tica. En la clasificaci¨®n tradicional de estas explosiones estelares no ten¨ªa cabida y la ¨²nica explicaci¨®n era la del robo del hidr¨®geno por una hipot¨¦tica estrella compa?era.

La detecci¨®n ahora de una estrella junto a la supernova es un triunfo de la teor¨ªa, informa la Agencia Europea del Espacio. Ha sido posible gracias a que el brillo de ¨¦sta ha menguado en los ¨²ltimos a?os, dentro de su prevista evoluci¨®n, que puede terminar en una estrella de neutrones de rapid¨ªsima rotaci¨®n (un pulsar) o en un agujero negro. En los pr¨®ximos a?os el brillo menguante permitir¨¢ comprobar el actual descubrimiento sin lugar a dudas.

La estrella que estall¨® era una gigante roja, seg¨²n se comprob¨® al escudri?ar las fotograf¨ªas de esa zona del cielo anteriores a la explosi¨®n. ?sta se produjo hace 12 millones de a?os, el tiempo que ha tardado la luz en recorrer la distancia desde la estrella. S¨®lo 250 a?os antes empez¨® el proceso por el cual la estrella compa?era se hizo con una enorme cantidad de gas hidr¨®geno, equivalente a 10 veces la masa del Sol, de la que termin¨® por explotar.

Este descubrimiento y su seguimiento permitir¨¢ "comprender c¨®mo explotan las estrellas muy masivas y la causa de que observemos supernovas tan extra?as", explica Justyn R. Maund, de la Universidad de Cambridge, que firma en primer lugar el art¨ªculo publicado hoy en la revista Nature. Su colega Stephen Smartt recuerda: "Las explosiones de supernovas est¨¢n en el n¨²cleo de nuestra comprensi¨®n de la evoluci¨®n de las galaxias y de la formaci¨®n de los elementos qu¨ªmicos en el universo. Es esencial conocer el tipo de estrellas que las producen".