El teatro del Canal, un importante proyecto en riesgo de ser abatido

Nouvel, Moneo, Siza Vieira, Herzog y de Meuron, Juan Navarro. Hay m¨¢s arquitectos de gran renombre internacional trabajando para Madrid, pero est¨¢n en la periferia. S¨®lo ¨¦stos est¨¢n en el centro. Nouvel, Moneo y Herzog y de Meuron, en reformas: el Reina Sof¨ªa, el Museo del Prado, el edificio cultural de La Caixa. Siza Vieira, en una futura operaci¨®n de espacio urbano, el paseo del Prado.

Tan s¨®lo Juan Navarro Baldeweg, uno de los primeros arquitectos de Espa?a, internacionalmente prestigiado, recientemente recibido como acad¨¦mico de Bellas Artes, est¨¢ haciendo un edificio en el centro, y verdaderamente importante: el teatro del Canal. El proyecto, bien conocido y ganador de un concurso, es de gran calidad y, as¨ª, su construcci¨®n, ya iniciada, supone la futura y casi inmediata existencia de un important¨ªsimo equipamiento cultural servido por un edificio de muy alto nivel, que potenciar¨¢ un importante lugar de Madrid.

Como obra de nueva planta, es la operaci¨®n arquitect¨®nica m¨¢s importante de la ciudad al menos de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, pues hay que retroceder hasta el Auditorio Nacional de Pr¨ªncipe de Vergara (1983-88), del arquitecto Garc¨ªa de Paredes, o, incluso, hasta la estaci¨®n de Chamart¨ªn (1972-76), de los arquitectos Corrales, Molez¨²n, Olalquiaga y Pruneda, para encontrar algo equivalente. O, si se consideraran tambi¨¦n las reformas, habr¨ªa que ir hasta la del Teatro Real (1988-95), de los arquitectos Gonz¨¢lez Valc¨¢rcel y Rodr¨ªguez de Partearroyo, o a la de la estaci¨®n de Atocha (1984-92), de Rafael Moneo.

As¨ª pues, parar la obra y eliminar la construcci¨®n del edificio, de acuerdo con la posibilidad que ha aparecido en la prensa, ser¨ªa la torpeza pol¨ªtica m¨¢s siniestra que el nuevo Gobierno de la Comunidad de Madrid podr¨ªa cometer, convirtiendo en buena la horrible sensaci¨®n de que, despu¨¦s de la operaci¨®n Tamayo y de la repetici¨®n de las elecciones, nuestra Comunidad se ha hundido en un negro pantano.

?Menudo comienzo de gesti¨®n! Parar un edificio en marcha significa dejar ese magn¨ªfico solar inservible para muchos, muchos a?os, con una cimentaci¨®n ajena, inviable para otro uso, y tener que indemnizar con cifras multimillonarias a la empresa constructora, suma de dinero despilfarrada. Desmintiendo con ello una gesti¨®n feliz y optimista ?del mismo partido!, y, encima, con coartada demag¨®gica: para invertir mejor (?muy tarde, amigo!). Esto, como apresurado resumen, y en lo que hace a lo estrictamente pol¨ªtico.

En lo que hace a lo cultural, tanto teatral como arquitect¨®nico, el asunto ser¨ªa un perfecto desastre, al eliminar lo que ya se ha evaluado y explicado sumariamente. Y si hablaran adem¨¢s las gentes de teatro -que hablar¨¢n- lo har¨ªan en t¨¦rminos muy semejantes.

Madrid sigue viviendo horas desgraciadas, horas que, quiz¨¢, no se merece. El Gobierno de la Comunidad parece demostrar, con el enunciado simple de esta posibilidad, una extraordinaria agresividad y una lamentable punter¨ªa: al abatir el teatro del Canal eliminar¨ªa lo mejor que se hab¨ªa propuesto f¨ªsicamente para Madrid en mucho tiempo. Certera ser¨ªa as¨ª la punter¨ªa de gentes que, por las piezas que comprob¨¢ramos que abaten -o por los frutos que vemos que cosechan, dicho ello en frase m¨¢s evang¨¦lica- se presentar¨ªan a s¨ª mismos como enemigos violentos de la cultura: enemigos de cualquier cosa buena que la ciudad pudiera tener. Bien har¨ªan as¨ª en pens¨¢rselo, al menos, dos veces.

Ant¨®n Capitel es arquitecto y catedr¨¢tico.