Una extraordinaria sencillez

El noruego Kjell Askildsen (1922) se inici¨® en la literatura con Desde ahora ser¨¦ yo quien te lleve a casa, libro que en su d¨ªa recibi¨® el apoyo de la cr¨ªtica pero tambi¨¦n fue prohibido en la biblioteca de su ciudad natal al ser calificado de "inmoral". Era el a?o 1953 y desde aquel tiempo Askildsen ha consolidado un proceso narrativo de rotunda y espl¨¦ndida sencillez, capaz de plasmar la realidad en un estilo minimalista que lo al¨ªa con el mejor Carver.

Askildsen ha sido se?alado como un gran maestro del relato corto y en ?ltimas notas de Thomas F. para la humanidad, lo demuestra de manera soberbia. Hablar¨ªa del desasosiego que produce la letra del autor noruego, pero lo m¨¢s sorprendente es su capacidad para desvelar con precisi¨®n milim¨¦trica la plenitud del vac¨ªo. Quien lee ve el abismo cotidiano del futuro, pues Askildsen se?ala con maestr¨ªa lo que importa, el valor incalculable de una rutina que no tiene que ver con las peque?as cosas: que las piernas funcionen para el acostumbrado paseo matinal, llegar a la calle, rodear la manzana, vencer en la lucha a los miembros fatigados de huesos endebles y quebradizos, ha de considerarse una gran haza?a.

?ltimas notas de Thomas F. para la humanidad re¨²ne tres relatos, el que da t¨ªtulo al libro y que obtuvo el Premio de la Cr¨ªtica en Noruega en 1983, donde Askildsen aborda la vejez m¨¢s honda: la de llevar a?os siendo un anciano. Hablo de la vejez cr¨®nica. Dice Thomas F.: en mi infancia "era mejor ser viejo, pienso, menos solitario, y, sobre todo, uno mor¨ªa m¨¢s o menos a la edad adecuada". La tragedia que se nos describe es la de sobrevivir a todos y contemplar el desolador paisaje de una memoria donde han desaparecido personas y cosas. En el relato de Kjell Askildsen nada ni nadie est¨¢ a salvo: el amigo, los hijos, el lugar que nunca parec¨ªa iba a resultar ajeno. Todo ese patrimonio se ha esfumado, y el autor, implacable, nos obliga a mirar de frente y comprobar junto al protagonista que no quedan sino sombras de las cosas y las personas a las que uno perteneci¨®. Dice el libro: "Se aprende mientras se vive, aunque no s¨¦ de qu¨¦ sirve, justo antes de morir", eso espeta el viejo, convertido en un personaje invisible para la sociedad.

Impagable este relato que viene bien acompa?ado por Carl Lange, un texto de asfixiante humor negro, y por Un repentino pensamiento liberador (Premio Kilma 1987), un di¨¢logo imponente entre dos ancianos que comparten el banco de un jard¨ªn. Kjell Askildsen obtuvo en 1992 el Premio de la Cr¨ªtica en Noruega por Un vasto y desierto paisaje, publicado tambi¨¦n en Lengua de Trapo.

Para acabar: una observaci¨®n atenta e inteligente ilumina los relatos de Kjell Askildsen, convirti¨¦ndolos en imprescindibles, en extraordinarios, por la propia lucidez de su autor y la exigencia de su enriquecedora sencillez. Compru¨¦benlo.