Escenas de la 'dolce' Roma de Fellini
Siete rincones de la ciudad que ilumin¨® la c¨¢mara del director italiano
Roma me ha creado y yo la recreo como en un juego de espejos". Son palabras de Federico Fellini. En el d¨¦cimo aniversario de su muerte, el 31 de octubre pasado, su ciudad-musa le record¨® con actos y exposiciones. Y un recorrido que sigue los pasos del maestro.
Largo Federico Fellini
Saliendo de Porta Piciana, detr¨¢s de los jardines de Villa Borghese, se encuentra esta peque?a plaza que el Ayuntamiento de Roma bautiz¨® con el nombre del director. Ah¨ª comienza la Via Veneto, que La dolce vita (1960) har¨ªa famosa en todo el mundo. Via Veneto ya hab¨ªa servido antes de escenario en Las noches de Cabiria (1957).
Via Veneto
Una de las calles m¨¢s famosas de la historia del cine. Sus locales nocturnos, caf¨¦s y restaurantes fueron reconstruidos al mil¨ªmetro en Cinecitt¨¤ para La dolce vita. La calle la ocupan casi por entero hoteles de lujo como el Excelsior, donde Anita Ekberg vuelve al alba despu¨¦s de la noche que ha pasado por Roma con Marcello (Marcello Mastroianni). Poco queda ya de esa atm¨®sfera indolente frecuentada por nobles aburridos, divas del mundo del espect¨¢culo y, sobre todo, paparazzi (t¨¦rmino inventado por el director que se convertir¨ªa en universal) que Fellini retrat¨® en su pel¨ªcula. Aunque reformados, siguen en pie los dos s¨ªmbolos de Via Veneto: el Caf¨¦ Par¨ªs y enfrente el Caf¨¦ Doney. En este ¨²ltimo se puede pedir el c¨®ctel favorito del director, el Doney, la especialidad de la casa; parad¨®jicamente, no aparece escrito en la carta, pero los camareros lo siguen preparando para los habituales. S¨®lo un detalle de la Via Veneto ha permanecido intocable desde los sesenta. Se trata de una peque?¨ªsima fuente, en el n¨²mero 66, para uso exclusivo de los perritos de compa?¨ªa de las se?oras.
La Fontana di Trevi
Las aglomeraciones de turistas durante el d¨ªa hacen preferible la visita a la famosa fuente por la noche, cuando est¨¢ desierta, tal como lo hicieron Silvia (Anita Ekberg) y Marcello. Es la secuencia m¨¢s c¨¦lebre de La dolce vita: acompa?ada en sus caprichos nocturnos por Marcello Mastroianni, ella insiste en buscar leche para un gatito que ha recogido en la calle. Los dos se pierden por las estrechas callejuelas que rodean la plaza de Trevi, y de pronto se encuentran delante de la maravillosa fuente de finales del XVIII. Sin pensarlo dos veces, la Ekberg se mete en el agua y llama a Marcello, que la sigue dentro de la fuente e intenta tocarla sin ¨¦xito, como si la diva fuera una imagen lejana e inaccesible.
Por arte de magia, en la fuente deja de correr el agua, se hace el silencio y el amanecer cierra la noche que han pasado juntos la diva y el paparazzo.
Via Margutta
Andando desde Piazza di Spagna a Piazza del Popolo -Fellini la consideraba su "cuarto de estar"- se encuentra la Via Margutta, una calle en L, estrecha y adoquinada, cuya calma contrasta con el bullicio de la superpoblada Piazza di Spagna. En el n¨²mero 10 vivi¨® el director con su mujer, la actriz y protagonista de muchas de sus pel¨ªculas, Giulietta Masina. Via Margutta es uno de los lugares con m¨¢s encanto de Roma. Es la calle de anticuarios, galer¨ªas de arte y tiendas de alta costura. Entre tanta sofisticaci¨®n, llama la atenci¨®n una peque?a marmoler¨ªa que hace pensar en la Roma Antigua.
El Jard¨ªn de los Naranjos
El Aventino es el lugar ideal donde hospedarse en Roma. La cadena Aventino Hotels ha convertido varias de las antiguas villas de esta zona residencial en hoteles acogedores y no demasiado caros. Su punto panor¨¢mico privilegiado es el c¨¦lebre Jard¨ªn de los Naranjos, escenario de Las noches de Cabiria. Atravesando la avenida Aventino se llega a las termas de Caracalla, una imponente construcci¨®n en ruinas del siglo III que hospeda fundamentalmente dos cosas: prostitutas por la noche y ocasionalmente espect¨¢culos de ¨®pera en los meses de verano. All¨ª trabajaba la protagonista de Fellini, que no era sino su esposa haciendo de prostituta romana.
Puente de Sant'Angelo y el Vaticano
Punto de referencia de la cultura barroca y ejemplo del gusto escenogr¨¢fico de la ¨¦poca de los sesenta, la zona del Vaticano y sus alrededores han servido de escenario a much¨ªsimas producciones cinematogr¨¢ficas. En el puente de Sant'Angelo, entrada perfecta para dar un paseo por la Roma vaticana, Fellini ambienta la escena de una de sus primeras pel¨ªculas, El jeque blanco (1952). Su protagonista, Wanda (Brunella Bovo), est¨¢ de luna de miel en la Ciudad Eterna y busca desesperadamente al hombre de sus sue?os, protagonista de la fotonovela El jeque blanco (Alberto Sordi), con el que se da cita en la plaza de San Pedro. Despu¨¦s de conocerlo, se lleva tal desilusi¨®n que, atormentada por los sentimientos de culpa que siente hacia su marido, se tira al T¨¦vere inducida por la pureza de los angelotes de Bernini del puente de Sant'Angelo.
Las escaleras que llevan a la c¨²pula del Vaticano fascinaban a Fellini: "Que digan lo que quieran, pero seguir a una mujer que avanza moviendo las caderas mientras que el campanario de San Pedro difunde campanadas castigadoras y amenazantes es una de las visiones que siguen fascin¨¢ndome". En una secuencia de La dolce vita, para la que reconstruy¨® la c¨²pula de Miguel ?ngel, el director escenificar¨ªa su fantas¨ªa.
El EUR
En esta zona de monumentales construcciones fascistas se encuentra el Palazzo della Civilt¨¤ del Lavoro, edificio al que los romanos han apodado el Coliseo Cuadrado y que Fellini convertir¨ªa en un escenario surrealista para Las tentaciones del doctor Antonio (1962), uno de los episodios que conforman la pel¨ªcula Boccaccio '70.
Las geometr¨ªas y los vastos espacios desiertos de esta zona residencial aparecer¨¢n tambi¨¦n en La dolce vita, como met¨¢fora del malestar metropolitano. Es famoso en la zona el restaurante panor¨¢mico conocido, por su forma de champi?¨®n, como Il Fungo, en la plaza de Pakist¨¢n.
GU?A PR?CTICA PARA CIN?FILOS
Visitas
- Cinecitt¨¤ (00 39 06 72 29 31 y www.cinecittastudios.it). V¨ªa Tuscolana, 1055. En los a?os cincuenta y sesenta, los m¨ªticos estudios hicieron de Roma la Hollywood del T¨ªber. Aunque cerrados al p¨²blico, se organizan visitas guiadas.
- La escuela de cine, Scuola Nazionale di Cinema Centro Experimentale di Cinematografia (00 39 06 72 29 41 y www.snc.it). V¨ªa Tuscolana, 1524. En principio no est¨¢ abierta al p¨²blico, aunque dejan pasar a la biblioteca.
- Cine Nuovo Sacher. Largo Ascianghi, 1. En el barrio de Trastevere (a pocos metros del rastro romano, Porta Portese) se encuentra esta sala de cine propiedad del director Nanni Moretti. Pasan pel¨ªculas en versi¨®n original; la programaci¨®n no sigue los estrenos (el propio Moretti elige las pel¨ªculas). Tiene tambi¨¦n caf¨¦ y librer¨ªa.
- Videoteca Hollywood (detr¨¢s
de Campo dei Fiori). En este local diminuto se encuentran pel¨ªculas antiguas, fotos y p¨®steres de cine.
- Videoteca Navona (detr¨¢s de Piazza Navona). Una de las videotecas m¨¢s grandes, con cl¨¢sicos dif¨ªciles de encontrar y los ¨²ltimos estrenos.
- Trattoria Otello alla Concordia (00 39 06 679 11 78). V¨ªa della Croce, 81. Una trattoria con solera, sirve comida tradicional romana a buen precio.
Es un punto de encuentro para los profesionales del cine. Los mi¨¦rcoles se re¨²nen los maestros de la vieja escuela, como Ettore Scola.
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