Seamos pr¨¢cticos

De todas las carencias que tiene Almer¨ªa (aguas, transportes, limpieza, etc.) la que m¨¢s nos duele es la carencia de El Corte Ingl¨¦s. Ya lo hemos dicho aqu¨ª alguna vez, pero no nos cansamos de denunciarlo: ?Somos la ¨²nica provincia andaluza que no tiene ni un miserable Hipercor! Y eso que "Almer¨ªa crece m¨¢s que Espa?a", como titulaba a toda p¨¢gina el viernes pasado La Voz de Almer¨ªa. Seg¨²n un informe sobre la coyuntura regional espa?ola que acaba de publicar cierto gabinete de estudios econ¨®micos, desde septiembre de 2002 a septiembre de 2003 el crecimiento econ¨®mico de Almer¨ªa lleg¨® hasta el 4,1% mientras que el de Espa?a no super¨® el 2,6%. ?C¨®mo se explica entonces la ausencia de esa firma en una ciudad que adem¨¢s de ser pr¨®spera es la cuna del GIAL, el partido de Megino?

?Megino otra vez? ?Qu¨¦ hace Megino en una columna sobre El Corte Ingl¨¦s? En el n¨²mero citado de La Voz de Almer¨ªa el periodista Juan Torrijos se hace eco de un rumor que circula por la ciudad: Megino se ha reunido con estos grandes almacenes y con los curas del colegio de La Salle, propietarios de un formidable edificio en la c¨¦ntrica Rambla de Almer¨ªa, porque los de Isidoro ?lvarez est¨¢n muy interesados en levantar en ese solar el almac¨¦n de nuestros sue?os. La negociaci¨®n, sostiene el periodista, est¨¢ bastante avanzada. ?Ser¨¢ Megino el hombre elegido por la Providencia para traer El Corte Ingl¨¦s a esta olvidada parte de Andaluc¨ªa? Si es as¨ª, propongo inmortalizarle poniendo su nombre a una variedad de tomate.

Pero debemos ser cautos. Este no es el primer intento que hace un cargo municipal de alisar el camino a los almacenes de Isidoro ?lvarez. La primera vez que El Corte Ingl¨¦s pens¨® abrir una sucursal en Almer¨ªa eligi¨® la antigua estaci¨®n de autobuses, que hoy se pudre abandonada en el centro de la ciudad. Luego se dijo que los grandes almacenes prefer¨ªan una instalaci¨®n del antiguo cargadero de mineral, el llamado Toblerone, una monstruosa estructura met¨¢lica que se parece a la famosa chocolatina. Lleg¨® a hablarse del mercado central, y daba la impresi¨®n de que all¨ª donde pusiera el dedo Isidoro ?lvarez all¨ª conseguir¨ªa el Ayuntamiento un solar vacante y bendecido por el PGOU.

La raz¨®n que se esgrime para que un ayuntamiento se muestre tan complaciente con una empresa privada es la de siempre: que su venida es beneficiosa para la ciudad y que all¨ª donde se instala El Corte Ingl¨¦s la econom¨ªa crece. Pero tambi¨¦n crece sin ¨¦l, seg¨²n han dicho los economistas. No s¨¦ qu¨¦ pensar¨¢n de todo esto los peque?os comerciantes. En todo caso, no ser¨¦ yo quien se oponga a La Venida. Es m¨¢s: creo que ahora que la pol¨ªtica se ha convertido en mera gesti¨®n, El Corte Ingl¨¦s deber¨ªa abrir una divisi¨®n electoral. En un pa¨ªs donde el sentido pr¨¢ctico est¨¢ tan acusado que los l¨ªderes de izquierda defienden sin pudor la pesca de votos en los caladeros del centro-derecha, Isidoro ?lvarez arrasar¨ªa. ?O acaso no pondr¨ªamos en manos de El Corte Ingl¨¦s los trasvases, los transportes, la limpieza y hasta la unidad de Espa?a? Con la seguridad adicional de que, si no quedamos contentos, nos devuelven el dinero.