Aberrante

En una sola frase, escrita en la secci¨®n de Domingo del 2 de enero de 2004 se cometen tres aberraciones contra la historia de El Salvador, peque?o pa¨ªs centroamericano que durante la d¨¦cada de los ochenta vivi¨® una sangrienta guerra civil.

En la presentaci¨®n de Joaqu¨ªn Villalobos, ex dirigente guerrillero reconvertido en acad¨¦mico y "experto en transiciones de la guerra a la paz", se menciona uno de los episodios m¨¢s tr¨¢gicos de la izquierda latinoamericana ignorando e insultando la realidad de los hechos sobre el asesinato del poeta y l¨ªder guerrillero salvadore?o Roque Dalton en manos de sus compa?eros de lucha.

Se dice que Joaqu¨ªn Villalobos fue simplemente "testigo principal" del asesinato, cuando todas las indagaciones que se han hecho sobre el caso y las propias declaraciones de Villalobos en antiguas entrevistas apuntan a que fue el autor intelectual del asesinato, lo que ¨¦l ya ha aceptado como uno de sus errores m¨¢s graves durante la guerra.

Luego se habla de la "desaparici¨®n f¨ªsica" de Dalton, una manera sutil de esconder lo que fue una ejecuci¨®n a sangre fr¨ªa.

Y como si dos errores en una frase fueran poco, la oraci¨®n finaliza sentenciando que Dalton "hab¨ªa decidido que la insurgencia armada no serv¨ªa para nada".

Todas las pistas, declaraciones y entrevistas de los participantes apuntan a que Dalton muri¨® debido a luchas internas de poder que terminaron por cobrarse su vida. Lo m¨¢s preocupante de esta tergiversaci¨®n de la realidad es que las propias p¨¢ginas de EL PA?S ya han sido salpicadas por la pol¨¦mica que ha rodeado el asesinato del poeta salvadore?o. S¨®lo habr¨ªa hecho falta buscar informaciones anteriores relacionadas con Dalton y Villalobos para presentar una versi¨®n de los hechos que no fuera tan insultante.