Francia est¨¢ dispuesta a construir el ITER s¨®lo con apoyo de la UE
Raffarin replica a la toma de postura de EE UU a favor de Jap¨®n
Francia no consentir¨¢ que se le escape la adjudicaci¨®n del reactor experimental de fusi¨®n ITER, seg¨²n se deduce de una declaraci¨®n realizada ayer por su primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, a los tres d¨ªas de la apuesta norteamericana a favor del proyecto japon¨¦s. El jefe del Gobierno de Par¨ªs se mostr¨® "decidido" a conseguir la construccion del ITER en Cadarache, cerca de Marsella, aunque para ello sea necesario que Europa pague por s¨ª sola este macroproyecto de 10.500 millones de euros.
"Es la energ¨ªa del futuro, la riqueza del siglo XXI", subray¨® Raffarin. "Es preciso hacer el ITER, incluso por nosotros mismos. Los europeos pueden hacerlo, eventualmente con Canad¨¢", argument¨® el primer ministro franc¨¦s durante un acto de presentacion de iniciativas gubernamentales para 2004.
Rusia y China sostienen m¨¢s bien la candidatura europea de Cadarache, mientras que Estados Unidos y Corea del Sur prefieren la del puerto japon¨¦s de Rokkasho-Mura. La primera reuni¨®n de los pa¨ªses del proyecto ITER termin¨® sin acuerdo, el 20 de diciembre pasado, y la decisi¨®n del sitio m¨¢s conveniente fue aplazada hasta febrero, tras una nueva fase de evaluaci¨®n de ambos proyectos. En medio de ese estudio, supuestamente t¨¦cnico, la declaraci¨®n del secretario estadounidense de la Energ¨ªa, Spencer Abraham, a favor de Jap¨®n ha sonado a una decisi¨®n pol¨ªtica irreversible por parte de Washington.
El forcejeo no augura nada bueno para el futuro del ITER. Tras un primer enfrentamiento con Espa?a, que sosten¨ªa la candidatura de Vandell¨®s, Francia logr¨® el aval de la Uni¨®n Europea para Cadarache. Pero ahora se enfrenta a un hueso mucho m¨¢s duro de roer y la Uni¨®n Europea no se ha apresurado a manifestarse a favor de la propuesta francesa de correr en solitario con los gastos del ITER.
No son pocos los terrenos en que la rivalidad franco-norteamericana afecta a importantes iniciativas cient¨ªficas y de investigaci¨®n. Por ejemplo, Estados Unidos no ve con buenos ojos el proyecto Galileo, que cuestiona el monopolio del GPS norteamericano, y que para los europeos implica una autonom¨ªa estrat¨¦gica. Tambi¨¦n existen grandes tensiones en el mercado de los servicios civiles de lanzamiento de sat¨¦lites. y no hay que olvidar el rechazo de la Administraci¨®n de Bush a aceptar la aplicaci¨®n del Protocolo de Kioto, destinado a reducir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero.
El ITER es un proyecto capital por s¨ª mismo: la construcci¨®n del reactor nuclear del futuro, estimada en 4.700 millones de euros, necesita de un plazo de diez a?os. Posteriormente ser¨¢ utilizado durante una veintena de a?os y esto permitir¨¢ emplear a centenares de cient¨ªficos en el intento de reproducir y dominar la fusi¨®n termonuclear.
Pero el Gobierno franc¨¦s tiene tambi¨¦n otras razones para no permitir que se le escape el ITER. Entre ellas, dejar claro ante su opini¨®n publica el deseo de mantener un alto nivel cient¨ªfico, puesto en duda por 4.500 investigadores que acaban de firmar una amenaza de dimisi¨®n en instituciones p¨²blicas o subvencionadas por el Estado, denunciando la falta de cr¨¦ditos para los programas corrientes.
Raffarin niega que hayan disminuido los medios para la investigacion p¨²blica en su pa¨ªs y considera que el problema consiste en que "no se puede ser toda la vida" miembro de una instituci¨®n oficial de investigaci¨®n. Varios cient¨ªficos de renombre apoyan la protesta, entre ellos Axel Kahn, un reputado especialista en gen¨¦tica, y el ex ministro socialista Claude All¨¨gre, quien se dice dispuesto a exiliarse en Estados Unidos ante el "catastr¨®fico estado" de la investigaci¨®n en Francia.
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