Entre los paisajes del sue?o y la realidad
Indefectiblemente ligado al mundo de la fotograf¨ªa de moda, Cecil Beaton fue algo m¨¢s para el medio que el arquetipo de manual con el que se le constituy¨® en esta especialidad. Ciertamente, cre¨® una escuela entre los que retrataron con fines ilustrativos el vestido. Pero entre sus especialidades destaca un peculiar an¨¢lisis fotogr¨¢fico del conductismo de quien posa ante la c¨¢mara y el saber interpretar teatralmente a sus modelos. Inspirado por sus predecesores en esta est¨¦tica, como Baron de Meyer y Edward Steichen, supo componer retratos singulares, im¨¢genes surrealistas, decorados y vestuarios para pel¨ªculas (como los de Gigi y My fair lady, por los que obtuvo varios premios). De igual forma manifest¨® c¨ªclicamente su pasi¨®n por la alta sociedad de Hollywood, "donde conoci¨® a Greta Garbo", que fue "el gran amor de su vida", seg¨²n rezan los antiguos manuales.
Fue un precursor de las buenas im¨¢genes que posteriormente estructurar¨ªan, a su forma, la prensa del coraz¨®n. Su medio natural de expresi¨®n fotogr¨¢fico eran las cuidadas p¨¢ginas de las publicaciones de Cond¨¦ Nast, espec¨ªficamente las de Vogue. Trabajando para esta revista la t¨¦cnica se constituy¨® en una de sus principales obsesiones cuando cambi¨® una modesta c¨¢mara muy popular y de prestaciones muy limitadas (de la firma Kodak) por un preciso instrumento de gran formato (18x24) que definir¨ªa y dar¨ªa un giro a su plasticidad fotogr¨¢fica. Entonces, Cecil Beaton dijo: "Steichen me influy¨® en un asunto espec¨ªfico: me oblig¨® a cambiar una peque?a Kodak por una c¨¢mara enorme", tal como lo cuenta Philippe Garner.
Guerra y propaganda
Pero, posiblemente, una etapa menos conocida suya, quiz¨¢s la m¨¢s interesante, es la que desarroll¨® con su producci¨®n en la Segunda Guerra Mundial, un periodo que le hizo volver a la realidad desde ese mundo de fantas¨ªas que se hab¨ªa construido y que obsesivamente, desde sus comienzos, le hab¨ªa apartado de los meros registros documentales. Era la ¨¦poca en la que trabaj¨® como fot¨®grafo oficial, con fines propagand¨ªsticos, para el Ministerio de Informaci¨®n de Gran Breta?a. A este periodo pertenecen las tomas realizadas sobre los bombardeos de Londres, y sus viajes fotogr¨¢fico-b¨¦licos en los que registr¨® las operaciones militares en Egipto, Extremo Oriente y en la misma Inglaterra. Son im¨¢genes que huyen de aquellas otras que tom¨® a sus dos hermanas -Nancy y Baba- cuando experimentaba con los trajes fant¨¢sticos de cuentos de hadas tratadas con el pictorialismo m¨¢s contundente.
Su vida profesional estuvo dedicada a tocar todos los palos del medio con una constante: retratar entre los paisajes del sue?o y la realidad desde a Mick Jagger o David Hockney a Eduardo VIII en su boda con Mrs Simpson o a la reina Isabel.
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