Las futuras Brigadas de Seguridad dividen al Gobierno de Aguirre

El proyecto estrella de Esperanza Aguirre, las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana (Bescam), ha abierto una brecha en el Gobierno regional que, por ahora, se mantiene sotto voce. Miembros del Ejecutivo y del PP ya han expresado sus cr¨ªticas a Alfredo Prada, vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior, por las continuas rectificaciones conocidas desde que el Consejo de Gobierno le dio su visto bueno el 8 de enero. El rechazo del Ministerio del Interior a integrar 3.000 polic¨ªas en las Bescam y la total oposici¨®n de los sindicatos policiales tienen el plan en jaque.

Los problemas de las Bescam arrancan del programa electoral con el que Esperanza Aguirre fue a las elecciones. En dicho documento se planteaba la creaci¨®n de las citadas brigadas ¨²nicamente con polic¨ªas locales y, en otro apartado, se anunciaba la incorporaci¨®n a la Comunidad de Madrid de 3.000 agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Guardia Civil.

Este ¨²ltimo punto ya estaba incluido en el Plan de Lucha contra la Delincuencia que el Gobierno central puso de largo el a?o pasado. Dicho plan no contemplaba, en ning¨²n momento, la creaci¨®n de un nuevo servicio policial formado por la suma de polic¨ªas locales y nacionales. Como tampoco lo inclu¨ªa el programa nacional del PP para las elecciones auton¨®micas y locales.

El primer documento s¨®lo preve¨ªa la firma de acuerdos de cooperaci¨®n entre Interior y los ayuntamientos (dentro de un convenio marco alcanzado con la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, FEMP), y el segundo, una mayor implicaci¨®n de los municipales en la lucha contra la delincuencia menor en las grandes ciudades.

"?se ha sido el problema de origen, el que se mezclaran dos proyectos, dos cosas que tendr¨ªan que haber funcionado por separado", aseguran altos responsables de seguridad del PP. "Adem¨¢s", agregan, "el proyecto de Aguirre no tiene un buen encaje en la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Hubiera sido m¨¢s f¨¢cil crear una polic¨ªa auton¨®mica, porque el estatuto lo permite".

La citada ley fija el actual modelo policial y reserva las tareas de seguridad ciudadana al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil (a la Ertzaintza y a los Mossos d'Esquadra en Euskadi y Catalu?a, respectivamente), y asigna a la Polic¨ªa Local un papel de colaboradora.

La negativa de ?ngel Acebes, ministro del Interior, a incorporar a sus polic¨ªas a las Bescam han dejado el proyecto de Aguirre tambale¨¢ndose y, adem¨¢s, ha originado malestar en el Gobierno regional y entre ¨¦ste e Interior. Los reproches internos y externos, pero siempre de altos cargos del PP, han empezado a caer sobre Prada.

Se le reprochan los tiempos, la celeridad con que ha intentado avanzar en el proyecto en v¨ªsperas de las elecciones generales. "Le ha dado una gran baza a los socialistas contra el Ejecutivo regional y, adem¨¢s, ha dado la sensaci¨®n de que se pretende crear una nueva polic¨ªa auton¨®mica, aunque no lo sea, en un momento muy delicado", explican fuentes del Ejecutivo regional, as¨ª como ex responsables de seguridad del PP regionales y locales.

?stos est¨¢n especialmente molestos con las continuas rectificaciones p¨²blicas que Prada ha hecho del proyecto. Primero rectific¨® el sueldo de los agentes: ya no iban a tener un salario de 40.000 euros, como dijo Prada el 8 de enero, sino que ¨¦se ser¨ªa, matiz¨®, "el coste m¨¢ximo por polic¨ªa"; luego dijo que los salarios se ajustar¨ªan a las cuant¨ªas que ya cobran los polic¨ªas locales; poco despu¨¦s se abandon¨® la intenci¨®n de dotar a las Bescam de una uniformidad diferenciada de la de los polic¨ªas locales y de los nacionales; m¨¢s tarde dijo que nunca se plante¨® sumar al proyecto a los polic¨ªas nacionales, pese a que el propio Gobierno regional dijo esto: "Nuestra responsabilidad con los ciudadanos nos lleva a poner en marcha el proyecto Bescam, a trav¨¦s del cual habr¨¢ 5.500 polic¨ªas en la calle"; ahora ya no es un proyecto cerrado, sino, seg¨²n Prada, "una iniciativa en fase experimental".

Estas rectificaciones han llevado a miembros de los Ejecutivos regional y central y del PP a criticar en privado la polic¨ªa de Aguirre y a su dise?ador. Pero algunos silencios hablan: el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se guard¨® ayer de apoyar expl¨ªcitamente a las Bescam; el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui, ha hecho mutis, y ni siquiera est¨¢ confirmada su asistencia a la cumbre de seguridad que hoy reunir¨¢ a los alcaldes de municipios de m¨¢s de 25.000 habitantes; Acebes no tiene previsto acudir a la reuni¨®n. La asistencia del ministro y el delegado fue anunciada en octubre por Aguirre.