Un bosque de altos vuelos
Un paseo por los bosques y pe?as gran¨ªticas de Fresnedillas, Robledo y Colmenar del Arroyo
El 21 de julio de 1969, a las tres de la madrugada, la Estaci¨®n de Seguimiento Espacial de Fresnedillas transmit¨ªa al ancho e insomne mundo el momento en que el m¨®dulo ?guila de la misi¨®n Apolo XI vomitaba a los primeros terr¨ªcolas sobre la faz de la Luna. Hoy, la estaci¨®n yace en un misterioso olvido -la NASA la abandon¨® 15 a?os despu¨¦s del alunizaje y el Ministerio de Defensa, su actual propietario, no sabe, no contesta-, pero otra ¨¢guila no menos extra?a y solitaria rasga el espacio pur¨ªsimo, libre de contaminaci¨®n e interferencias, de Fresnedillas, lanzando a los cuatro vientos este mensaje: "auc-auc-auc". Que, m¨¢s o menos, significa: "?Ah del planeta, sigo viva!".
Es la voz de la imperial ib¨¦rica, una de las ¨¢guilas m¨¢s amenazadas del mundo -187 parejas, todas en Espa?a-, la cual tiene en los bosques de la sierra oeste madrile?a uno de sus contados refugios. Bosques como la dehesa de Navalquejigo, que extiende su manto de encinas y enebros al suroeste de Fresnedillas, con aqu¨ª y all¨¢ verdes claros abiertos por la secular actividad ganadera, calveros fragantes a tomillo y a cantueso donde el conejo, si lo sorprende el ¨¢guila, est¨¢ perdido. Tal es el escenario por el que hoy vamos a pasear, gozando de una soledad -pues casi nadie lo conoce- s¨®lo comparable a la de aquellos primeros hombres en el Mar de la Tranquilidad.
Es la voz de la imperial ib¨¦rica, una de las ¨¢guilas m¨¢s amenazadas
Nuestra andadura comenzar¨¢ saliendo de Fresnedillas por la carretera de Colmenar del Arroyo, para doblar a los 500 metros por la v¨ªa asfaltada que sube al alto de la Cabezuela -hay una se?al, puesta all¨ª por el restaurante del mismo nombre- y desviarnos acto seguido por la primera pista de tierra a mano izquierda.
Por este camino, llamado del pinar de Navahonda, nos adentraremos en las suaves lomas que rodean Fresnedillas, un pueblo que, aunque ya no lo veamos, todav¨ªa lo sentiremos cerca, pues los viejos prados donde pastan las vacas se codean con parcelas con chal¨¦ y piscina y fincas valladas como mansiones en las que triscan finas yeguas.
Muy pronto, sin embargo, la naturaleza brava impondr¨¢ su dominio, obligando a la pista a abrirse paso, como por un t¨²nel, entre los encinares de la dehesa de Navalquejigo. All¨ª donde la espesura cede un poco, veremos grupitos de esbeltos pinos resineros, testigos quiz¨¢ de alg¨²n viejo aprovechamiento forestal, y donde corre el agua, bosquetes de ribera que recuerdan el paso de las estaciones entre tanto perenne verdor. Buen ejemplo de ello es la preciosa fresneda que borda el arroyo de la Chorrera, curso que cruzaremos por un puente a 45 minutos del inicio y unos 300 metros antes de que se presente la primera y ¨²nica bifurcaci¨®n del recorrido.
Por el ramal de la izquierda, en media hora m¨¢s, alcanzaremos un collado situado entre el alto del Pinar y el del Mirador, este ¨²ltimo un pe?¨®n gran¨ªtico de 903 metros de altitud que, haciendo bueno su nombre, domina un panorama admirable, se?oreado al norte por la riscosa Almenara, los montes escurialenses y las nieves del Guadarrama. M¨¢s cerca, en el valle que cae a naciente, descuellan las antenas de la vieja estaci¨®n de Fresnedillas; mientras que, a poniente, en la depresi¨®n de Navahonda, lo hacen las parab¨®licas de la de Robledo de Chavela -construidas tambi¨¦n por la NASA en 1964-, que ¨²ltimamente apuntan mucho hacia Marte.
Superado el portacho, la pista nos obligar¨¢ a bajar por la umbr¨ªa del alto del Pinar, encarando la Almenara, y luego subir a la derecha para llegar de nuevo a la bifurcaci¨®n de marras tras dos horas y cuarto de marcha. S¨®lo nos quedar¨¢, para completar esta ruta de tres horas, regresar a Fresnedillas por el camino ya conocido, que atraviesa, como por un t¨²nel, la frondosa dehesa de Navalquejigo. Quiz¨¢ no veamos al ¨¢guila imperial, pero nos bastar¨¢ sentir su lejana voz, similar a un ladrido, para entender -y esto ya es mucho- la estupidez de un mundo que busca se?ales de vida en otros planetas mientras desoye los gritos de socorro del suyo: "auc-auc-auc".
Una ruta f¨¢cil a pie o en bici
- D¨®nde. Fresnedillas de la Oliva dista 47 kil¨®metros de Madrid yendo por la carretera de A Coru?a (A-6) hasta La Rozas, y siguiendo a partir de aqu¨ª las indicaciones viales hacia Villanueva del Pardillo, Valdemorillo y Navalagamella.
Hay autobuses de la empresa Herranz (tel¨¦fono 918 904 122) que llevan a Fresnedillas desde Madrid (calle de Fern¨¢ndez de los R¨ªos, esquina a Isacc Peral).
- Cu¨¢ndo. Cualquier ¨¦poca del a?o, excepto pleno verano, es buena para hacer esta ruta circular de 12 kil¨®metros y tres horas de duraci¨®n, con un desnivel de s¨®lo 100 metros y una dificultad baja. Al discurrir por pistas de tierra, es tambi¨¦n recomendable para bicis.
- Qui¨¦n. El Ayuntamiento de Fresnedillas (tel¨¦fono 918 989 009) ha se?alizado ¨¦ste y otros itinerarios a pie por el t¨¦rmino municipal.
Todos los itinerarios est¨¢n descritos en un folleto que se puede obtener gratuitamente en la propia casa consistorial, la cual permanece abierta,en los d¨ªas laborables, de 9.00 a 15.00, y los s¨¢bados hasta las 12.00. Para m¨¢s informaci¨®n sobre el municipio de Fresnedillas, acudir a la web www.sierraoeste.org.
- Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: mapas 557-II y 558-I, a escala 1:25.000, del Instituto Geogr¨¢fico Nacional; o, en su defecto, las hojas 17-22 y 18-22, a escala 1:50.000, del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito.
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