Imperialismo e imperio

El autor ha escrito, en seis partes, una cosmovisi¨®n geopol¨ªtica en los comienzos del siglo XXI: el imperio mercantil, el poder de Estados Unidos, el drama del mundo ¨¢rabe, la larga marcha de Am¨¦rica Latina, Europa considerada como una oportunidad o una fatalidad, y el Sur a la deriva. Para haber sido completa falta el an¨¢lisis de la larga decadencia del archipi¨¦lago japon¨¦s y la marcha hacia la integraci¨®n de algunas zonas emergentes, como China e India.

Lo m¨¢s sugerente del ¨²ltimo libro de Sami Na?r es el contexto en el que sit¨²a su particular versi¨®n del mundo. En el lapso de tiempo de una generaci¨®n, quiz¨¢ en apenas dos d¨¦cadas, los ciudadanos hemos visto c¨®mo se tambaleaba un mundo y emerg¨ªa otro, sin que nuestros instrumentos conceptuales y nuestras ideas hayan tenido tiempo de calibrar semejante munici¨®n. De lo que trata este texto es de ensayar una explicaci¨®n.

?sta consiste en la necesidad de diferenciar los conceptos de imperialismo (ya tradicional) y de imperio. Sin esa diferenciaci¨®n se produce una simplificaci¨®n -considerar a Estados Unidos el ¨²nico eje de dominaci¨®n del planeta- en la que han ca¨ªdo muchos analistas paleomarxistas y algunos de los referentes del movimiento altermundializador.

Sami Na?r dice: para entender lo que est¨¢ ocurriendo hay que ser consciente de que no es lo mismo el imperialismo que el imperio; el imperio es el sistema-mundo, y el imperialismo un comportamiento pol¨ªtico, econ¨®mico, militar, que puede caracterizar tanto a una naci¨®n grande como a una peque?a.

El imperio es el sistema mercantil hoy mundialmente dominante; el imperialismo habita en su seno, a trav¨¦s de la hegemon¨ªa estructural de Estados Unidos. Es un imperio con las siguientes caracter¨ªsticas: mercantil, oligopol¨ªstico, mundial y democr¨¢tico, en el que Estados Unidos es la potencia dominante en su seno y act¨²a de modo imperialista en el sentido cl¨¢sico del t¨¦rmino, para intentar garantizarse la dominaci¨®n total. La potencia de un pa¨ªs es tributaria de su extensi¨®n geogr¨¢fica, de su importancia demogr¨¢fica, de su capacidad militar, de su control de la innovaci¨®n cient¨ªfica y cultural, de su poder¨ªo econ¨®mico y de la legitimidad de su poder pol¨ªtico; aunque diversos Estados poseen uno u otro de estos criterios, o varios de ellos, Estados Unidos es el ¨²nico que los tiene todos. A pesar de ello, no consigue la dominaci¨®n total porque otras potencias, que comparten la misma adhesi¨®n a las normas del imperio mercantil mundial, tienden a oponerse a esa voluntad de hegemon¨ªa absoluta.

Con esta tesis es m¨¢s f¨¢cil responder a la pregunta de si la globalizaci¨®n liberal, marco de referencia de nuestra ¨¦poca, es resultado de la americanizaci¨®n del mundo o, m¨¢s correctamente, una variante de un vasto proceso hist¨®rico, de expansi¨®n de la civilizaci¨®n mercantil en la que concurren, en distinto grado, todas las grandes potencias mundiales.

Una globalizaci¨®n que tiene las dos caras de Jano: favorece la formaci¨®n de conjuntos regionales, la expansi¨®n del comercio, la circulaci¨®n de bienes a escala mundial, la formaci¨®n progresiva de una opini¨®n p¨²blica cosmopolita (como se ha demostrado a ra¨ªz de la guerra y ocupaci¨®n de Irak), la difusi¨®n de determinados valores..., pero tambi¨¦n la desarticulaci¨®n de regiones enteras del mundo, la fragmentaci¨®n de las sociedades, la exclusi¨®n de determinadas categor¨ªas sociales, el empobrecimiento de importantes sectores de las clases medias, la dualizaci¨®n entre los que est¨¢n conectados y los que no lo est¨¢n, y entre los que -siguiendo la expresi¨®n de Jeremy Rifkin- tienen "acceso al sistema" y los que est¨¢n excluidos de ¨¦l. Una lectura trasversal de El imperio frente a la diversidad del mundo permite encontrar las contradicciones a esa globalizaci¨®n que no lo es tanto cuando afecta de modo negativo a las partes geopol¨ªticas m¨¢s fuertes de la misma: por ejemplo, el proteccionismo de los pa¨ªses ricos: en el sector agr¨ªcola, la ayuda aportada por los mismos a sus agricultores representa siete veces el volumen de la ayuda total al desarrollo que reciben los pa¨ªses pobres.

Insisto: este contexto es la parte m¨¢s original del libro. Quien est¨¦ familiarizado con los art¨ªculos, conferencias y reflexiones de Sami Na?r encontrar¨¢ en los restantes cap¨ªtulos del libro una profundizaci¨®n de los primeros. Con una particularidad que tambi¨¦n es muy cercana a nuestro autor: su capacidad de pedagog¨ªa. Que en este volumen se ampl¨ªa por la excelencia de la traducci¨®n de la obra al castellano.