Vuelta a medio mundo con Solana
'Mr. Pesc' se entrevista con 30 l¨ªderes de cuatro pa¨ªses en un viaje de cuatro d¨ªas
Que Javier Solana es uno de los pol¨ªticos m¨¢s viajeros del mundo no es ninguna novedad, pero seguirlo en acci¨®n, minuto a minuto, en uno de sus recorridos acaba siendo una experiencia dif¨ªcil de aguantar f¨ªsica y mentalmente. El ¨²ltimo viaje comenz¨® el pasado 11 de enero y, en cuatro d¨ªas y medio, estuvo en cuatro pa¨ªses (Austria, Ir¨¢n, Afganist¨¢n y Georgia) con tres cambios horarios, vol¨® durante 18 horas y media para cubrir 12.950 kil¨®metros, se entrevist¨® con 30 l¨ªderes, ministros, embajadores y generales, ley¨® decenas de informes y peri¨®dicos y durmi¨® muy poco.
La organizaci¨®n del viaje, uno de tantos al a?o, del alto representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n (PESC) de la UE hab¨ªa comenzado el 9 de diciembre, cuando los ministros de Exteriores de la UE acordaron "impulsar el di¨¢logo con Ir¨¢n en todas las ¨¢reas", pero antes quer¨ªan ver el informe que hiciera Solana tras visitar el pa¨ªs y el documento que prepara el director de la Organizaci¨®n Internacional de Energ¨ªa At¨®mica, Mohamed el Baradei, sobre las actividades nucleares iran¨ªes.
En el Consejo de la UE, el sueco Bjorn Larsson (experto en Oriente Pr¨®ximo y, sobre todo, en Ir¨¢n, donde naci¨® su esposa), la italiana Analissa Gianella (armas de destrucci¨®n masiva) y el espa?ol Pedro Serrano (cooperaci¨®n) prepararon la documentaci¨®n para el viaje en el que tambi¨¦n iban a participar. Como la catalana Cristina Gallach, portavoz y sombra permanente de Solana. O V¨ªctor Mart¨ªn, polic¨ªa espa?ol que desde 1982 est¨¢ dedicado en cuerpo y alma al "jefe", como ¨¦l lo llama. Y el fornido guardaespaldas holand¨¦s Jan Hogesteger. Esta vez, van tambi¨¦n dos periodistas (EL PA?S y la agencia Reuters).
Primera escala en Viena. Solana, acompa?ado s¨®lo por Hogesteger, acude a almorzar con El Baradei. A su regreso, en la misma sala VIP del aeropuerto y con el avi¨®n ya listo, la BBC narra que en Ir¨¢n ha estallado una crisis pol¨ªtica imprevista: el conservador Consejo de Guardianes ha vetado a m¨¢s de 2.000 candidatos a las elecciones parlamentarias de febrero. "Esto cambia totalmente el viaje", dice nerviosa Gallach. "?Vaya historia en estos momentos!", interviene Solana.
Ya en el avi¨®n, Solana despacha con Larsson, Serrano, Gianella y Gallach. En Teher¨¢n, recibe informaci¨®n directa del embajador espa?ol, Leopoldo Stampa, amigo desde hace a?os. Medio centenar de parlamentarios han iniciado una sentada y varios ministros amenazan con dimitir. Solana decide cu¨¢l ser¨¢ el mensaje de la UE para el lunes en sus encuentros con el presidente iran¨ª, Mohamed Jatam¨ª, los ministros, los l¨ªderes parlamentarios o los periodistas: las elecciones y el proceso electoral deben ser "libres y justos".
Tras la agotadora jornada, con continuos desplazamientos entre el ca¨®tico tr¨¢fico de la enorme y contaminada Teher¨¢n, toda la delegaci¨®n es avisada de que habr¨¢ que madrugar para volar el martes a Bam, la ciudad donde el 26 de diciembre pereci¨® casi la mitad de sus 110.000 habitantes. Pasa all¨ª Solana cuatro horas recorriendo las calles con el gobernador de la zona, Al¨ª Karimi, quien transmite una gran serenidad en medio de tanta desgracia. "?Ha hecho usted fotos?", pregunta a V¨ªctor, quien lleva una peque?a c¨¢mara digital de Solana.
Vuelta a Teher¨¢n. M¨¢s entrevistas. M¨¢s desplazamientos. Y aviso final: hay que levantarse a las cuatro de la ma?ana (1.30 en Bruselas) para salir hacia Kabul. Despega el peque?o Falcon 50, contratado con su tripulaci¨®n francesa. Solana se quita la chaqueta, se enfunda un forro polar marr¨®n e intenta una cabezadilla. En el mismo aeropuerto de la capital afgana, centenares de hombres con y sin uniforme fuertemente armados, sacos terreros, misiles antia¨¦reos... El guardaespaldas Hogesteger sabe que han llegado las horas m¨¢s peligrosas.
Metido en un todoterreno blindado, rodeado de decenas de guardaespaldas de otras tantas nacionalidades, Solana acude a su citas (el presidente Karzai, los ministros Fajimi y Abdula, los generales de la OTAN y de la coalici¨®n, los embajadores de la UE) mientras observa los efectos de las devastadoras guerras que ha sufrido el que pasa por ser el pa¨ªs m¨¢s pobre del mundo. A 15 kil¨®metros, en la carretera a Kandahar, el antiguo basti¨®n de Osama Bin Laden, los periodistas observan en un descampado con desvencijados tanques y ca?ones un primer paso en el proyecto de desarmar a una poblaci¨®n que tiene millones de armas. En fila india, 20 afganos, de 16 a 60 a?os, esperan con fusiles o lanzagranadas en la mano a que les llegue el turno para recibir 200 d¨®lares (250 euros) y comida por cada artefacto que entregan.
A las 16.45, despegue hacia Tiblisi, la capital de Georgia. A los pasajeros se ha sumado Francesc Vendrell, el representante de la UE en Kabul. "D¨¦me la c¨¢mara, V¨ªctor", pide Solana. "Es uno de los mejores espect¨¢culos del mundo", comenta mientras observa las nevadas monta?as que rodean Kabul. Dos horas y media despu¨¦s, aterrizaje en Tiblisi. Solana quiere transmitir al presidente electo, Mija¨ªl Sakashvili, que Europa apoyar¨¢ el proceso pol¨ªtico que se abre en el pa¨ªs, pero que el nuevo Gobierno tendr¨¢ que combatir la corrupci¨®n y mejorar las relaciones con Rusia. Acaba la visita con la rueda de prensa. A¨²n tiene 10 minutos para visitar a su viejo conocido Edvard Shevardnadze, el destituido y anciano presidente al que ha querido dar "un abrazo".
Cinco horas de vuelo y llegada a Bruselas. V¨ªctor Mart¨ªn cree que no ha sido -"ni mucho menos"- un viaje de los duros. Y repasa sus estad¨ªsticas: Solana visit¨® el a?o pasado 35 pa¨ªses en 185 desplazamientos en avi¨®n, tren o coche y recorri¨® 383.850 kil¨®metros, casi cuatro veces la vuelta al mundo. El a?o anterior, fueron casi 200.000 kil¨®metros m¨¢s. El jueves por la tarde, la despedida a los periodistas son¨® a broma: "Bueno, perdonad pero tengo prisa: me tengo que ir a trabajar".
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