Sanidad acepta pagar m¨¦dicos privados a 200.000 trabajadores de grandes empresas

La Consejer¨ªa de Sanidad, con el apoyo de CC OO y UGT, se ha comprometido a seguir sufragando el sistema de entidades m¨¦dicas colaboradoras que proporciona cobertura sanitaria a casi 200.000 personas en la regi¨®n (empleados y familiares a su cargo de 17 grandes bancos, el¨¦ctricas y otras empresas). ?stos reciben asistencia m¨¦dica al margen de la red de hospitales p¨²blicos. Sanidad ha aceptado poner el dinero, 38 millones de euros al a?o, pero ahora son las empresas las que decidir¨¢n si mantienen el actual sistema o env¨ªan a sus trabajadores a la red sanitaria p¨²blica.

El pr¨®ximo 1 de mayo acaba la pr¨®rroga que Sanidad y las empresas (BBVA, BSCH, Banesto, Banco Urquijo, Uni¨®n Fenosa, Iberdrola y Endesa, entre otras) se han dado para resolver el futuro de las entidades colaboradoras. Si en esa fecha hay acuerdo, los 200.000 afectados seguir¨¢n recibiendo asistencia en cl¨ªnicas privadas. Si no lo hay, la sobrecargada sanidad p¨²blica recibir¨¢ una nueva avalancha de pacientes.

Sanidad no quiere que esto ocurra y por ello se ha comprometido con UGT y CC OO a poner sobre la mesa el dinero necesario, 38 millones de euros al a?o. ?ste es el compromiso que el viceconsejero de Asistencia e Infraestructuras Sanitarias, Arturo Canalda, adquiri¨® el pasado jueves con los sindicatos.

El sistema de entidades colaboradoras se remonta a los a?os sesenta, cuando la sanidad p¨²blica no estaba implantada en Espa?a y algunas empresas se hicieron cargo de la asistencia m¨¦dica de sus empleados. A?os m¨¢s tarde, cuando la sanidad p¨²blica se universaliz¨®, estas empresas pactaron con el Estado seguir velando por la salud de sus empleados a cambio de reducir sus cuotas a la Seguridad Social.

Este modelo, sin embargo, cambi¨® en 1998, cuando se aprob¨® una nueva f¨®rmula de financiaci¨®n estatal. En el nuevo sistema las empresas pagaban ¨ªntegramente sus cuotas a la Seguridad Social y el Estado les abonaba la atenci¨®n sanitaria de sus trabajadores. Pero, seg¨²n las compa?¨ªas, el Ministerio de Trabajo no ha cumplido su parte del trato y ¨¦stas han visto c¨®mo cada a?o se gastaban un dinero que luego el Estado no les reembolsaba.

Cansadas de esta situaci¨®n, las empresas han comenzado a desprenderse de sus obligaciones. Telef¨®nica, con m¨¢s de 100.000 empleados y familiares a su cargo, cerr¨® su entidad colaboradora el pasado verano. La compa?¨ªa acept¨® contratar de un seguro m¨¦dico privado para sus empleados, lo que ha evitado su desembarco en la sanidad p¨²blica. A finales del a?o pasado, el resto de empresas anunciaron que quer¨ªan hacer lo mismo. Pese a que estas compa?¨ªas est¨¢n presentes en toda Espa?a, la inmensa mayor¨ªa de sus trabajadores, unos 190.000, viven en la regi¨®n.

Esta decisi¨®n logr¨® algo in¨¦dito en la regi¨®n: unir en el mismo bando a Sanidad, a los sindicatos y a la oposici¨®n pol¨ªtica. Todos se mostraron partidarios de acordar una pr¨®rroga para negociar el mantenimiento de las colaboradoras. Esta negociaci¨®n es la que se lleva a cabo ahora.

Gobierno, sindicatos y las empresas deben acordar un nuevo sistema que sustituya al antiguo. Este sistema se basar¨¢ en la firma de conciertos con m¨¦dicos y cl¨ªnicas privadas, seg¨²n manifest¨® Canalda. "Si la sanidad p¨²blica se hiciera cargo de estas personas tendr¨ªamos que pagar su atenci¨®n m¨¦dica. Si as¨ª lo quieren las empresas y sus trabajadores, no tenemos problema en gastar este mismo dinero en conciertos que permitan mantener las colaboradoras", a?adi¨®.

Las empresas no han hecho p¨²blicas sus intenciones, pero el compromiso de Sanidad de financiar el sistema termina en principio con el asunto que m¨¢s disgustaba a las compa?¨ªas. Talgo y Gas Natural, sin embargo, terminaron el 1 de enero con sus entidades colaboradoras.