La venta de televisores planos en Espa?a se dispara un 4.500% en dos a?os

En el a?o 2002 apenas 7.500 espa?oles adquirieron un televisor plano. En el a?o reci¨¦n finalizado esa cifra ya se multiplic¨® por 11, al llegar hasta las 85.000 unidades, seg¨²n la consultora GFK. Una cifra considerable que, sin embargo, empalidece con la que se espera para 2004.

La marcas establecidas en Espa?a prev¨¦n vender (si no se colapsa la cadena de suministro), m¨¢s de 350.000 televisores planos, el 10% de todos los aparatos del mercado espa?ol. Es un fulgurante despegue de los televisores planos, tanto de cristal l¨ªquido como de plasma, gracias a su variedad de tama?os, modelos y, sobre todo, precios. En dos a?os, el mercado del televisor plano habr¨¢ crecido en Espa?a un 4.500%.

"Los televisores de cristal l¨ªquido van a bajar de precio m¨¢s r¨¢pidamente que los de plasma, aunque finalmente los precios de cada tecnolog¨ªa se ir¨¢n aproximando", dice en una entrevista a Ciberp@¨ªs Gee Sung Choi, responsable mundial de los aparatos de consumo de la coreana Samsung.

De momento, la tecnolog¨ªa que ha triunfado en el televisor plano es la de cristal l¨ªquido, tambi¨¦n conocida por las siglas LCD o TFT-LCD, que ha arrinconado a la tecnolog¨ªa de paneles de plasma o PDP a los grandes televisores (m¨¢s de 32 pulgadas).

La elevada producci¨®n de paneles de cristal l¨ªquido, que tambi¨¦n se emplean en los monitores planos de ordenador y en los port¨¢tiles, ha hecho bajar dr¨¢sticamente los costes de esta tecnolog¨ªa, aumentar su fiabilidad y mejorar la calidad de imagen.

En los televisores planos de tama?o mediano, con pantallas de 28 a 32 pulgadas de diagonal, la tecnolog¨ªa preferida hasta hace poco era la de plasma, por razones de calidad de imagen y de coste. Aunque a¨²n se pueden ver en las tiendas televisores de plasma de esas dimensiones, todo indica que esta tecnolog¨ªa desaparecer¨¢ en estos tama?os y se centrar¨¢ en los pr¨®ximos dos a?os en televisores de gran formato (43 y 50 pulgadas).

Aun as¨ª, los fabricantes de televisores de cristal l¨ªquido no est¨¢n contentos y quieren tambi¨¦n acaparar los televisores de gran formato. En la pasada feria CES de Las Vegas, Sharp anunci¨® que a partir de abril dispondr¨¢ de televisores planos de cristal l¨ªquido de 45 pulgadas.

"Es cierto que los televisores planos son caros, pero se venden", reconoce Sung Choi. "La gente los compra por prestigio, como pasa con los coches. Se venden Mercedes y Ferrari". Pese a la ca¨ªda de los precios del televisor plano, a¨²n cuesta el triple que uno de tubo; sin embargo al consumidor espa?ol parece que ya le empieza a compensar el precio por el ahorro de espacio.

La conjunci¨®n en el tiempo del televisor plano con la pr¨®xima exigencia del cambio de aparato para disfrutar de la televisi¨®n que llegue por se?al digital animar¨¢n a la renovaci¨®n de un sector maduro, como el del televisor, que crec¨ªa anualmente pero a un ritmo lento y m¨¢s por la duplicaci¨®n de aparatos en el hogar que por su renovaci¨®n. "Los televisores planos han devuelto al consumidor la ilusi¨®n de comprar un nuevo aparato", dice Gerard Borrut, responsable en Espa?a de TV Sharp.

Sea por ilusi¨®n, por presumir delante de amigos o vecinos o por la necesidad de ganar casi medio metro de profundidad -que sigue siendo su ventaja m¨¢s visible-, lo cierto es que un n¨²mero cada vez mayor de consumidores adquiere un televisor plano para el hogar.

El televisor cl¨¢sico, que naci¨® feo -el mueble que ocultaba la pantalla fue bastante popular- camin¨® hacia la extinci¨®n por esa misma causa: la est¨¦tica. Da igual que el televisor de tubo siga siendo t¨¦cnicamente el mejor y que, adem¨¢s, sea tres veces m¨¢s barato.

Mientras un televisor de tubo de 32 pulgadas de gama alta, con todas las sofisticaciones, ronda los 1.500 euros, uno de 32 pulgadas de plasma sale por unos 4.500 euros, y el de 30 de cristal l¨ªquido, al mismo precio aproximadamente.

El a?o pasado se vendieron alrededor de tres millones de televisores en Espa?a, 300.000 m¨¢s que en 2002, seg¨²n la consultora GFK. De este total, 60.000 televisores fueron de cristal l¨ªquido, 25.000 de plasma y 17.000 retroproyectores.

El 69% de los aparatos de plasma vendidos fueron de tama?o grande (43 pulgadas), mientras que

la mayor¨ªa de los de cristal l¨ªquido (44%) eran modelos de 11 a 15 pulgadas; el 30%, modelos peque?os (de 18 a 23 pulgadas), y el 7%, de 24 a 30 pulgadas.

Plasma versus cristal l¨ªquido

Aunque depende de muchas variables, globalmente se puede decir que los paneles de plasma consiguen mejor calidad en los tama?os grandes, a partir de 32 pulgadas. Su precio se prev¨¦ que sea inferior al de cristal l¨ªquido en los pr¨®ximos dos o tres a?os, con lo cual la competencia para el plasma en los televisores de gran tama?o no provendr¨¢ del cristal l¨ªquido sino de los retroproyectores y los videoproyectores, que est¨¢n aumentando los niveles de luminosidad y contraste a pasos agigantados y reduciendo al mismo ritmo los precios y el nivel de ruido.

Un indicador de hacia d¨®nde va el plasma se tiene, en la decisi¨®n de Pioneer de limitar su oferta de televisores de plasma a los tama?os de 43 y 50 pulgadas, a unos precios recomendados de 6.700 y 10.000 euros, respectivamente. Otras marcas que s¨®lo llevan plasma, como Hitachi, mantienen el tama?o de 32 pulgadas. Panasonic, otro de los escasos fabricantes de plasma, vende televisores de 37, 42 y 50 pulgadas.

El tama?o m¨¢ximo con que se fabrican televisores de tubo es de 32 pulgadas en panor¨¢mico, por razones de peso, transporte y profundidad del aparato. Todo hace suponer, por tanto, que la tecnolog¨ªa de cristal l¨ªquido competir¨¢ directamente con la de tubo en los pr¨®ximos a?os, mientras que la de plasma rivalizar¨¢ con los retroproyectores y videoproyectores.

Aparte de consideraciones de coste, hay aspectos t¨¦cnicos que hacen que las im¨¢genes se vean mejor en los paneles de plasma que en los de cristal l¨ªquido a partir de las 32 pulgadas. El m¨¢s importante, a juicio de Pere Roset, de Pioneer, es que en las pantallas de cristal l¨ªquido se produce una mayor estela en las im¨¢genes en movimiento como consecuencia del tiempo que tarda un transistor TFT en conmutar.

El retraso se ha reducido mucho en los ¨²ltimos dos a?os y ahora est¨¢ por debajo de los 25 milisegundos en los paneles de calidad, lo que hace que la estela sea inapreciable en tama?os de menos de 30 pulgadas. El tratamiento digital de la se?al y la propia evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa de cristal l¨ªquido har¨¢ que no haya diferencia apreciable entre distintas tecnolog¨ªas. El parpadeo, que es un cl¨¢sico problema con el tubo, se ha reducido al m¨ªnimo con el tratamiento digital actual.

Las pantallas de plasma que aparecieron hace cinco a?os ten¨ªan escasa definici¨®n y contraste. Las que se vendieron se utilizaron sobre todo en lugares p¨²blicos, con muchas horas seguidas encendidas, lo que redujo su vida ¨²til a unos pocos a?os. El resultado de esa fallida experiencia de los primeros modelos a¨²n genera desconfianza en las pantallas de plasma actuales, pese a ser mucho m¨¢s fiables.

10% de mercado plano

Para este a?o, y si se superan los previsibles problemas de suministro, se cuenta con vender en Espa?a unos 250.000 televisores de cristal l¨ªquido y 50.000 de plasma, lo que har¨ªa, de cumplirse, que el 10% del mercado espa?ol de televisores fuera plano.

En todo el mundo se venden anualmente unos 170 millones de aparatos. Menos de cuatro millones fueron de cristal l¨ªquido, un porcentaje que no llega al 3%.

La consultora DisplaySearch estima que este a?o se vender¨¢n unos 8 millones de televisores de cristal l¨ªquido en todo el mundo y unos 39 millones en 2007, lo cual supone un crecimiento anual del 22% para alborozo de los fabricantes de electr¨®nica de consumo.

Es la esperanza tambi¨¦n de la industria local para animar su negocio, ya que Espa?a, con el 98,6% de hogares con televisor, es un mercado al borde de la saturaci¨®n. Su crecimiento anual, del 11% en el ¨²ltimo a?o, s¨®lo renovar¨¢ los d¨ªas dorados del televisor en color con la expansi¨®n del televisor plano y barato, y la exigencia de nuevos aparatos para captar perfectamente las im¨¢genes transmitidas con se?al digital.