?Qui¨¦n lo paga?

El ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, habla con lengua de madera cuando trata de justificar la campa?a de propaganda de su departamento sobre pensiones y otras prestaciones sociales diciendo que hab¨ªa sido dise?ada antes de que se conociera la fecha de las elecciones; como si fuera un secreto. Y sigue hablando por hablar cuando a?ade que los mensajes publicitarios "tienen un car¨¢cter meramente informativo". Nadie puede tomarse en serio que consignas como "Un a?o m¨¢s, cumplimos" o "Lo nuestro son las personas", a menos de dos meses de las elecciones, tengan una intenci¨®n diferente a la propagand¨ªstica. Disfrazada de publicidad institucional, y por tanto pagada con fondos p¨²blicos, pero en favor del partido del Gobierno.

La Junta Electoral Central ha ordenado la suspensi¨®n de esa campa?a en aplicaci¨®n de una instrucci¨®n de 1999 que proh¨ªbe propaganda institucional, excepto en casos muy especiales, "durante el periodo electoral", entendiendo por tal el que va desde la convocatoria de elecciones hasta el d¨ªa de la votaci¨®n. Zaplana ha dicho que ya estaba previsto dar por finalizada la campa?a el d¨ªa en que se produjo la suspensi¨®n, lo que refuerza, m¨¢s que aten¨²a, la impresi¨®n de mala fe. Si no hubiera habido recurso de PSOE e IU, el fraude habr¨ªa pasado como la cosa m¨¢s normal.

En Espa?a existe una minuciosa legislaci¨®n que garantiza la financiaci¨®n p¨²blica de las campa?as de los partidos que obtengan representaci¨®n, y tambi¨¦n est¨¢n reguladas las cantidades m¨¢ximas que puede gastar cada partido en funci¨®n de las circunscripciones en que presente candidatura. Todo ello se convierte en papel mojado si los propios gobernantes hacen la trampa de pagarse la campa?a con cargo a los presupuestos de los ministerios. Ayer mismo se conoc¨ªa que el de Zaplana, que destina 41 millones de euros a los menesteres descritos, ha decidido recortar las prestaciones de las personas discapacitadas sin padres, por considerar incompatible la pensi¨®n a que tienen derecho por su condici¨®n con la de orfandad. Puestos a reducir gastos, ?no ser¨ªa m¨¢s l¨®gico hacerlo de la propaganda sobre las pensiones que de las pensiones?