Lugares para aprender toda la vida
Las universidades populares imparten clase a alumnos de cualquier edad que no hayan podido estudiar o quieran ampliar su formaci¨®n
Espa?a fue hace unas semanas, por primera vez, la sede del Festival del Aprendizaje a lo Largo de la Vida y Educaci¨®n de Personas Adultas. Convocados por la Federaci¨®n Espa?ola de Universidades Populares, que preside el alcalde de Albacete, Manuel P¨¦rez Castell, ha contado con una nutrida representaci¨®n nacional e internacional. Las personas que habitualmente toman parte en estos programas formativos han tenido voz en el festival. He aqu¨ª cuatro ejemplos que muestran la aportaci¨®n que hacen este tipo de universidades:
- El salvavidas. Mar¨ªa Jos¨¦ Gallego tiene 32 a?os y asiste a la Universidad Popular de La Solana (Ciudad Real). "Yo dej¨¦ el colegio con 13 a?os, cuando acab¨¦ 6? de EGB. Saqu¨¦ muy buenas notas, pero ten¨ªa que trabajar porque en casa necesitaban el jornal. Tengo cuatro hermanos. Entr¨¦ a trabajar en una empresa de confecci¨®n y me apunt¨¦ a la Universidad Popular del pueblo para sacar el graduado escolar. Las cosas se complicaron y nos echaron del trabajo. Con el paro, me anim¨¦ y me fui a Valdepe?as a seguir los estudios: hice auxiliar de cl¨ªnica y t¨¦cnico de laboratorio y luego me enter¨¦ de que en la Universidad Popular del pueblo pod¨ªa preparar m¨¢s t¨ªtulos y examinarme por libre. As¨ª saqu¨¦ auxiliar de Farmacia, de Jardines de Infancia y de Psiquiatr¨ªa".
"Cuando peor estaba me apunt¨¦ a teatro. Ahora presento un programa de televisi¨®n"
Gracias a este ¨²ltimo trabaja ahora en un centro tutelado de discapacitados. Adem¨¢s, lleva un herbolario en su pueblo. "La Universidad Popular ha sido un salvavidas para m¨ª. Tambi¨¦n cuando llegaron los problemas de salud. Cuando peor estaba, me apunt¨¦ a los cursillos de teatro. Eso ha influido tanto en mi vida que ahora presento un programa de televisi¨®n en mi pueblo que se llama Belleza y salud natural y voy a ser la protagonista de la pr¨®xima obra que estrenamos, Passport, de Gustavo Ott. Sin la Universidad Popular, mi vida no tendr¨ªa ninguna historia que contar. Mi vida ser¨ªa el trabajo en la f¨¢brica de confecci¨®n o de ama de casa, que ser¨¢ muy bonito, pero a m¨ª no me gusta".
- Otra ilusi¨®n a los 73. Carmen Rosas se ha hecho popular en su pueblo, Miajadas (C¨¢ceres). "Voy al nuevo centro de conocimiento desde hace tres a?os y medio. All¨ª hay dos dinamizadoras, Ana y Bea. Cuando llegaron al pueblo, yo fui para ver qu¨¦ era aquello, nada m¨¢s. Enseguida me dijeron: 'Pase, pase usted'. Me trataban as¨ª, yo ya tengo 73 a?os. Y me sentaron en un ordenador. '?Y qu¨¦ hago yo con esto, si yo no conozco nada de esto?'. 'Usted vaya escribiendo', me dijeron. Y yo empec¨¦ a teclear mis poes¨ªas. Tengo dos libros de poes¨ªa. Cuando empec¨¦, yo no sab¨ªa ni escribir a m¨¢quina ni nada, y ten¨ªa faltas de ortograf¨ªa, pero como los ordenadores son tan especiales, y las van corrigiendo, pues he aprendido. ?Ay, cuando yo miraba a la pantalla y ve¨ªa escritas mis poes¨ªas... Me hizo tanta ilusi¨®n! No he dejado de ir".
Casadas sus hijas y crecidos sus nietos, Carmen Rosas se fue despojando de las tareas a las que ha dedicado media vida. "?Y ahora qu¨¦?", le respondi¨® la Universidad Popular. "Yo llego all¨ª y hago lo que me apetece en el ordenador, tengo un p¨¢gina web con mis libros. Si hubiera podido estudiar de chica, hubiera sido psic¨®loga". No pudo ser. Con 10 a?os sali¨® de la escuela para trabajar de repartidora en la central de tel¨¦fonos del pueblo. Mucho tiempo despu¨¦s se cas¨® y vinieron los hijos, y despu¨¦s se fueron. "Te quedas sola en casa. Yo ya era mayor, pero no pod¨ªa estar parada, hac¨ªa ganchillo, me aburr¨ªa".
- Enriquecimiento cultural.
Victoriana Marcilla lleva 12 en la Universidad Popular de Palencia, "la ¨²nica de Castilla y Le¨®n". "No s¨¦ la cantidad de cursos de todo tipo que he hecho, de arte, de psicolog¨ªa, talleres de actualidad donde comentamos la prensa, debates con los compa?eros sobre pel¨ªculas que vemos en el cine, sobre teatro, viajes, exposiciones. Ahora estamos con historias de mujeres. Las mujeres no hemos tenido acceso a casi nada, quiz¨¢ por eso somos m¨¢s inquietas, adem¨¢s de que algunas tenemos m¨¢s tiempo libre. Yo soy ama de casa. No me he planteado esta formaci¨®n para encontrar un trabajo. S¨®lo he pretendido enriquecerme culturalmente. Y con el tiempo se nota".
Est¨¢ casada, tiene 50 a?os y tres hijos, dos de ellos ya marcharon. "Te ves mayor y dices: hay que salir, porque si te quedas en casa te sientes fatal. Ya has pasado una parte de tu vida metida en casa. Hay que relacionarse con gente, estar al d¨ªa, opinar, escuchar. Fui a la escuela hasta los 14 a?os, y pens¨¦ que habr¨ªa olvidado todo lo que aprend¨ª, pero no, algo queda siempre. El a?o que viene me meter¨¦ con la inform¨¢tica. Me asusta un poco. Lo mejor de participar en la Universidad Popular es que conoces gente de todo tipo, y eso te enriquece mucho. Una amiga m¨ªa dice de su paso por estos cursos que es como estar dormida y despertar".
- Participar y asociarse. Teresa Lozano da nombre a otra peculiar experiencia que parte de la formaci¨®n de personas adultas: el asociacionismo. Su campo de acci¨®n ha sido Alcorc¨®n (Madrid) y su vida p¨²blica est¨¢ unida a la Universidad Popular de este pueblo desde los ochenta. "Yo participaba en la asociaci¨®n de padres de alumnos del colegio de mis hijos. Ah¨ª me encontr¨® la Universidad Popular. Me hablaron de hacer un aula de la mujer. Fund¨¦ la primera asociaci¨®n de mujeres de Alcorc¨®n, Clara Campoamor, que ten¨ªa la sede en la Universidad. Despu¨¦s hubo otras asociaciones. Tengo un premio de participaci¨®n ciudadana que me dio la Polic¨ªa Nacional".
En los primeros a?os ochenta estaba al frente de las manifestaciones que reivindicaban los derechos de las mujeres. Despu¨¦s moviliz¨® a otras muchas para que se acercaran a proyectos culturales, como hizo ella misma: cursos de pintura, de poes¨ªa. "Me saqu¨¦ el graduado y empec¨¦ el bachillerato. Fund¨¦ una empresa para mujeres de publicidad y buzoneo. Todo ello sal¨ªa de los cursos de la Universidad Popular. En el 93 creamos la Asociaci¨®n de Empresarias de Alcorc¨®n que funciona muy bien...".
Relatos de este estilo hay tantos como participantes de la formaci¨®n permanente. Algunos pudieron escucharse en el festival celebrado en Madrid.
Atentos a los adultos
Las Universidades Populares son s¨®lo una forma de encauzar la formaci¨®n de adultos en Espa?a. Tienen una larga y provechosa tradici¨®n. Est¨¢n en 230 localidades de 11 comunidades aut¨®nomas y en ellas aprenden cada d¨ªa m¨¢s de dos millones de personas.
Pero hay otras muchas maneras de participar en programas de formaci¨®n y actualizaci¨®n permanente. Por ejemplo, la red de aulas de adultos, que se extiende por los pueblos y que se agrupa en asociaciones como Confapea, Faea.
La Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), anfitriona del festival de aprendizaje permanente celebrado en Espa?a, tiene un curso de Posgrado de Educaci¨®n de Personas Adultas.
Y tambi¨¦n la Universidad de Barcelona cuenta con sus propios programas a trav¨¦s de su Centro de Investigaci¨®n Social y Educativa.
En Europa participan en actividades as¨ª un 8,5% de los adultos entre 25 y 75 a?os. Se pretende llegar al 12,5% en 2010.
En Espa?a el objetivo es el mismo, pero la cifra est¨¢ a¨²n lejos. Unos dos millones de personas acuden a estas actividades, un 4,9%. Algunas ciudades, sin embargo, rebasan ese porcentaje.
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