Una gran coalici¨®n argelina trata de evitar la reelecci¨®n de Buteflika

Todos contra Abdelaziz Buteflika. El jefe de Estado argelino no ha presentado a¨²n su candidatura para las presidenciales de abril, pero gran parte de la clase pol¨ªtica ha formado ya, con el respaldo de un sector de la prensa escrita, un frente com¨²n para denunciar "los abusos de poder, la instrumentalizaci¨®n de la justicia y de la Administraci¨®n y el secuestro de los medios audiovisuales" para lograr un segundo mandato.

"El fraude electoral est¨¢ en preparaci¨®n por parte del equipo presidencial", acusa el general en la reserva Rachid Benyelles, antiguo ex jefe del Estado Mayor de la Marina e instigador del frente del que forman parte cinco antiguos primeros ministros, casi todos los partidos pol¨ªticos, desde el Frente Nacional de Liberaci¨®n (FLN) hasta los islamistas moderados. Incluso el radical e ilegal Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n est¨¢ representado a trav¨¦s de Al¨ª Yahia, un abogado cercano a esta formaci¨®n.

El principal perjudicado por los "abusos de poder" es Al¨ª Benflis, el que fuera director de Gabinete y primer ministro de Buteflika que, en marzo pasado, independiz¨® al FLN de la tutela presidencial para convertirlo en un trampol¨ªn a la presidencia. Desde entonces no transcurre una semana sin un nuevo episodio en la lucha que enfrenta a ambos l¨ªderes.

Hace un mes, una Administraci¨®n de Justicia "a las ¨®rdenes del poder ejecutivo", seg¨²n denuncian los detractores de Buteflika, congel¨® las actividades del FLN, lo que impide a Benflis concurrir a las presidenciales bajo sus siglas y bloquea la utilizaci¨®n de sus cuentas para financiar la campa?a. Su grupo parlamentario, mayoritario en la Asamblea Nacional, multiplica las manifestaciones para pedir la dimisi¨®n del jefe del Estado.

"Benflis no es la ¨²nica v¨ªctima" de las maniobras presidenciales, asegur¨® Benyelles en una conversaci¨®n con este peri¨®dico. "Una reciente circular del Ministerio del Interior establece tales requisitos para la legalizaci¨®n de firmas que avalen las candidaturas [la ley electoral obliga a obtener 75.000 fir-mas] que el tr¨¢mite tarda dos o tres d¨ªas", a?ade. Hasta ahora, 39 personalidades han expresado su deseo de concurrir a las elecciones.

Benyelles desmiente que en el frente anti-Buteflika, que promueve, algunos deseen que el Ej¨¦rcito intervenga para impedir la utilizaci¨®n partidista del aparato del Estado por el presidente. "Las Fuerzas Armadas han dicho que permanecer¨ªan neutrales y, adem¨¢s, esta vez no tienen candidato" a presidente, afirma. Hace cinco a?os optaron por Buteflika porque era "el menos malo" de los aspirantes, seg¨²n revel¨® en un libro el general en la reserva Jaled Nezzar, ex ministro de Defensa.

En contradicci¨®n con sus anteriores proclamas, varios miembros de la coalici¨®n opuesta a Buteflika han hecho discretos gui?os a la c¨²pula castrense, de la que sospechan que est¨¢ descontenta con el presidente.

"No se atrever¨¢n a pedirnos que quitemos a Buteflika para poner a otro", contest¨® el Ej¨¦rcito, por boca de su jefe de Estado Mayor, general Mohamed Lamari. Lamari lanz¨®, sin embargo, una velada advertencia al jefe del Estado: "Cualquier persona que goce de las prerrogativas de presidente de la Rep¨²blica y tenga la intenci¨®n de alterar el orden republicano, poner en tela de juicio el pluralismo o intentar una reforma constitucional que le beneficie, se topar¨¢ con el Ej¨¦rcito".

Si la Comisi¨®n de Defensa, el m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n militar, no para los pies a Buteflika, el frente tiene pocas posibilidades de impedir su reelecci¨®n. A los adversarios del jefe del Estado ni siquiera les queda, seg¨²n Benyelles, "la posibilidad de dejarlo solo en las presidenciales -en 1999 acab¨® siendo el ¨²nico candidato- porque est¨¢ preparando a aspirantes de paja". "La ¨²nica opci¨®n a nuestro alcance ser¨ªa pedir a la calle que se movilice, y eso tendr¨ªa consecuencias imprevisibles".