El canje de Israel
Los frentes de la guerra en Palestina se entrecruzan en ocasiones como si fueran ajenos entre s¨ª. Mientras se produc¨ªa el primer canje en varios a?os entre el Gobierno de Ariel Sharon y la guerrilla libanesa de Hezbol¨¢, un nuevo terrorista suicida causaba la muerte en un autob¨²s de Jerusal¨¦n de 10 personas. El canje llevaba tres a?os negoci¨¢ndose y parece l¨®gico que siguiera adelante en cualquier caso, pero entre los liberados figuraban docenas de palestinos, lo que establece una inevitable conexi¨®n entre los dos sucesos.
Israel ha valorado siempre la suerte de sus ciudadanos, incluso m¨¢s all¨¢ de la muerte. Por eso el canje inclu¨ªa, junto al hombre de negocios Elhanan Tannenbaum, los restos de tres soldados israel¨ªes capturados por la guerrilla libanesa hace tres a?os, que fueron trasladados a la ciudad alemana de Colonia para su intercambio por unos 35 libaneses, entre ellos el jeque Abdel Karim Obeid, y, lo que es m¨¢s raro en el caso ¨¢rabe, los cuerpos de 60 guerrilleros de Hebol¨¢. Paralelamente, la operaci¨®n se completaba con la puesta en libertad en Israel de unos 400 detenidos de los que, en este caso, buena parte eran palestinos.
La operaci¨®n no tiene por qu¨¦ interpretarse necesariamente como un gesto significativo con vistas al futuro; la mayor¨ªa de los liberados por Israel estaban a punto de cumplir sus penas, y hay todav¨ªa m¨¢s de 7.000 presos palestinos en las c¨¢rceles de Jerusal¨¦n. Peor a¨²n, son numerosas las voces en Israel que subrayan el car¨¢cter contraproducente que el canje puede tener para sus intereses. Es reconocido que el ¨¦xito de Hezbol¨¢ al forzar la retirada israel¨ª del sur del territorio liban¨¦s, bajo el Gobierno del laborista Ehud Barak, poniendo t¨¦rmino a una ocupaci¨®n que duraba desde 1978, ha convencido a parte de la opini¨®n palestina de que s¨®lo la guerra les permitir¨¢ recuperar Cisjordania y Gaza. Y ello ha sido un factor en el recrudecimiento de las acciones terroristas contra Israel de estos ¨²ltimos a?os.
El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, adem¨¢s de condenar disciplinadamente la matanza, se declar¨® dispuesto a entrevistarse con el primer ministro israel¨ª sin precondiciones. Y Sharon parece que no se opone al encuentro. Aunque todo ello deba ser manejado en un contexto puramente virtual, toda vez que el Gobierno israel¨ª ya preparaba anoche su respuesta armada al atentado de Jerusal¨¦n. Pero si se recuerda que hace s¨®lo unos d¨ªas Qurei hab¨ªa reiterado que era imposible negociar con Israel mientras prosiguiera la construcci¨®n del muro que ha de engullir media Cisjordania, se valorar¨¢ la necesidad palestina de hablar de paz, aunque s¨®lo sea para acabar con las incursiones constantes que el Ej¨¦rcito israel¨ª lleva a cabo en los territorios, con atentados o sin ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.