La lucha de Oumou Sangare
Es muy muy duro para un ni?o ver llorar a su propia madre. Y yo he visto llorar a la m¨ªa muchas veces", dice por tel¨¦fono desde su casa en Bamako. "No sab¨ªa que era a causa de la poligamia, pero lo fui entendiendo a medida que me hac¨ªa mayor".
Oumou Sangare lleva a?os denunciando los abusos contra las mujeres africanas. Y no se corta. Cant¨® contra la poligamia ante el rey de Suazilandia, Mswati III, que elige cada a?o una nueva esposa durante una fiesta en la que miles de doncellas -han de ser v¨ªrgenes, por decreto real- bailan medio desnudas. Oumou Sangare r¨ªe al evocar la situaci¨®n. "En aquella ¨¦poca ya ten¨ªa siete mujeres -hoy son once- y, seg¨²n los periodistas, fue algo muy grave, pero yo estaba muy tranquila. Ni por un momento dud¨¦ de lo que estaba haciendo. Expliqu¨¦ que los hombres deben respetar a las mujeres. Incluso el rey".
La lucha por los derechos civiles de la mujer da sus frutos. Los ministros africanos de Asuntos Exteriores firmaron en julio un acuerdo que declara ilegales la ablaci¨®n y las mutilaciones sexuales. "En ?frica, la m¨²sica es una religi¨®n y a un artista se le escucha m¨¢s que a un jefe de Estado. Por eso pienso que podemos cambiar la mentalidad de la gente", dice. El presidente de Gambia ya le mand¨® su avi¨®n privado y del Congo le ha llegado otra invitaci¨®n presidencial.
Naci¨® en 1968 en Bamako, aunque su familia procede de Wasulu, una tierra boscosa de cazadores, al sur del r¨ªo N¨ªger. Una precisi¨®n: en Wasulu se puede cantar sin pertenecer a un linaje de griots -los transmisores de historias y canciones en la tradici¨®n mandinga- y las mujeres asumen el papel cantante. Ced¨¦s como The Women of Wassoulou y The Wassoulou Sound. Vol. 2 documentan esa intrincada m¨²sica de baile basada en el kamalengoni -arpa de seis cuerdas-.
Su madre, Aminata Diakite, la llevaba a los bautizos y bodas en los que cantaba para poder alimentar a sus hijos. Con cinco a?os, Oumou se present¨® en una sala ante 3.000 personas: "Sent¨ª miedo y me puse a llorar. Mi madre se acerc¨® a consolarme y me dijo que cerrara los ojos y pensara que est¨¢bamos cantando en la cocina de casa".
En 1989, un productor la convence para ir a grabar a Abidjan. En una semana se gesta Moussolou (mujeres). Oumou Sangare acaba de cumplir 21 a?os. Se venden oficialmente m¨¢s de dos cientas mil cintas en Mal¨ª -una cifra hist¨®rica- y se piratea implacablemente. Las canciones incitan a las j¨®venes de Mal¨ª a rebelarse contra las bodas pactadas por sus familias. A decir "no" en vez de llorar en un rinc¨®n. Y ella canta lo que ninguna maliense se hab¨ªa atrevido a cantar: Diaraby nene (escalofr¨ªos de pasi¨®n), un ultraje para una sociedad isl¨¢mica conservadora y un tributo po¨¦tico -y muy expl¨ªcito- a la sensualidad femenina.
Oumou (World Circuit/Nuevos Medios) es un recopilatorio de veinte canciones: ocho in¨¦ditas en compacto y doce de los tres discos editados por el sello de Nick Gold -Moussolou, Ko Sira (1993) y Worotan (1996), con el veterano Pee Wee Ellis al saxo, que refuerza el v¨ªnculo de la m¨²sica pentat¨®nica de Wasulu con el funk de James Brown-. Oumou retoma seis de los diez temas de Laban (2001) -casete editado ¨²nicamente en Mal¨ª- que Gold ha aligerado de cuerdas y sintetizadores.
Pa¨ªses africanos est¨¢n rechazando a los emigrantes de naciones m¨¢s pobres. Oumou Sangare asegura que familias que llevaban diez a?os o m¨¢s en un pa¨ªs han sido expulsadas. Lo denuncia en la canci¨®n Maladon. "La hospitalidad era uno de nuestros valores. Ahora los africanos piensan que hay que hacer como los europeos, que eso es la evoluci¨®n, la civilizaci¨®n".
La cantante est¨¢ detr¨¢s de una asociaci¨®n que recoje ni?os enfermos y desnutridos en las calles. "Tambi¨¦n creamos trabajos para sus madres. Alojamos a madre e hijo durante dos o tres a?os y, cuando se van de la casa, les damos algo de dinero para ayudarles a salir adelante". Esta mujer que dif¨ªcilmente puede caminar por Bamako sin ser asediada por sus admiradores es la due?a del hotel Wasulu, cuyas habitaciones llevan nombres de artistas malienses: Salif Keita, Ali Farka Toure, Ami Koita... ?y el suyo, claro! "Si hubiera m¨¢s mujeres en los gobiernos vivir¨ªamos m¨¢s en paz. Estoy segura. ?Por qu¨¦? Porque las mujeres son las madres y las madres tienen el coraz¨®n grande. Ya los hombres han hecho bastante".
Oumou Sangare act¨²a el 8 de febrero en San Sebasti¨¢n, el 10 en Madrid, el 11 en Badalona (Barcelona), el 12 en A Coru?a, el 13 en Valladolid, el 14 en Galapagar (Madrid) y el 15 en Murcia.
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