La econom¨ªa china se pone al rojo
El fuerte crecimiento de los ¨²ltimos a?os ha provocado graves desajustes en varias regiones y sectores
Occidente parece hipnotizado por el mete¨®rico crecimiento chino; pero tanta velocidad est¨¢ haciendo chirriar la locomotora. Bancos de negocios e incluso expertos del Gobierno han advertido de los riesgos de recalentamiento de un pa¨ªs cuyo PIB creci¨® un 9,1% el a?o pasado, a pesar de la neumon¨ªa at¨ªpica, frente a un 8% en 2002 y un 7,3% de 2001, y en el que la inversi¨®n en activos fijos subi¨® un 26,7%; las exportaciones, un 34,6%, y las importaciones, un 39,9%.
"La expansi¨®n china est¨¢ sufriendo exceso y duplicaci¨®n de inversiones realizadas por los gobiernos locales", se?ala el economista Zhang Shugang
Analistas, pol¨ªticos, empresarios. Occidente parece hipnotizado por el mete¨®rico crecimiento que experimenta a?o tras a?o China en su viaje desde la econom¨ªa planificada al capitalismo. La recepci¨®n otorgada esta semana por Francia al presidente chino, Hu Jintao, ha sido una muestra. Hasta la torre Eiffel se visti¨® de rojo. Miles de millones de d¨®lares en futuras inversiones en sectores como la energ¨ªa o el transporte son el tel¨®n de fondo. Pero sobre la pujante econom¨ªa del gigante asi¨¢tico se proyecta la sombra de un posible recalentamiento.
Durante la semana de vacaciones con motivo del A?o Nuevo lunar, que finaliz¨® el pasado mi¨¦rcoles, el color rojo tom¨® las calles de China para dar la bienvenida al a?o del mono. Todo ha sido escarlata estos d¨ªas: los farolillos, los sobres con dinero para los ni?os e incluso la ropa interior que deben vestir durante todo el a?o quienes nacieron en el a?o del simio para gozar de buena suerte. Porque en China el rojo no es s¨®lo el color del partido comunista o de la bandera, sino el color de la felicidad, de las celebraciones y de la fortuna.
Francia, buena conocedora de Oriente, lo sabe. Ha extendido la moqueta roja a Hu Jintao, y, por pimera vez en la historia, ha cambiado la luz dorada que cada noche ba?a su icono m¨¢s popular por el rojo rub¨ª.
El peligro 'tinto'
Algunos economistas, sin embargo, temen que la econom¨ªa del gigante asi¨¢tico est¨¦ alcanzando el mismo color rojo, lo que ya no es tan buen augurio. Bancos de negocios e incluso expertos del Gobierno han advertido de los riesgos de recalentamiento de un pa¨ªs cuyo PIB creci¨® un 9,1% el a?o pasado, a pesar de la neumon¨ªa at¨ªpica, frente a un 8% en 2002 y un 7,3% de 2001, y en el que la inversi¨®n en activos fijos subi¨® un 26,7%; las exportaciones, un 34,6%, y las importaciones, un 39,9%. Hasta octubre, la producci¨®n industrial aument¨® un 16,4%; la masa monetaria M2 (es decir, incluidos los dep¨®sitos en los bancos), un 20%; las reservas en divisas, un 11,5%, y los cr¨¦ditos bancarios, un 21,8%. Todo un reguero de incrementos embriagadores que corren el riesgo de subirse a la cabeza como si se tratara del denominado 'alcohol rojo' (vino tinto), cada vez m¨¢s de moda entra la nueva clase media.
La controversia sobre el peligro del r¨¢pido crecimiento est¨¢ teniendo lugar tambi¨¦n dentro del equipo del primer ministro, Wen Jiabao, quien se debate entre tensar o aflojar las riendas del gigante. Seg¨²n algunas fuentes, el banco central y algunos organismos oficiales est¨¢n inquietos por el riesgo de calentamiento, mientras el Consejo de Estado, la ¨²ltima instancia de poder, y el propio Wen son un poco esc¨¦pticos.
La semana pasada, durante la presentaci¨®n de las cifras del PIB de 2003, que experiment¨® el aumento m¨¢s alto desde 1997, Li Deshui, director de la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas, neg¨® que se hubiera producido sobrecalentamiento de forma "general", pero reconoci¨® que s¨ª hab¨ªa existido "en algunas regiones y en algunos sectores", como el inmobiliario, el acero, el cemento o el autom¨®vil. "La expansi¨®n de la econom¨ªa china est¨¢ sufriendo exceso y duplicaci¨®n de inversiones realizadas por los gobiernos locales", ha se?alado el economista Zhang Shugang. El a?o pasado, el ¨ªndice de precios al consumo subi¨® un 1,2%.
Pek¨ªn se encuentra con la necesidad de limitar estos excesos, mientras impulsa el crecimiento en algunos sectores, a la par que mantiene el vuelo del PIB por encima del 7%, la cifra m¨¢gica necesaria para absorber los millones de despedidos por la reestructuraci¨®n de las empresas estatales.
Seg¨²n ha dicho Gao Huiqing, del Centro de Informaci¨®n Estatal, lo que ha habido es signos de un "recalentamiento at¨ªpico". El investigador afirma que ¨¦ste se caracteriza por un exceso de capacidad, por algunas industrias 'al rojo' y por los precios disparados de algunos productos. Este recalentamiento, libre de inflaci¨®n, asegura, va en contra de la teor¨ªa econ¨®mica cl¨¢sica, que s¨®lo define el recalentamiento dirigido por el consumo, el cual se manifiesta, entre otros, por la inflaci¨®n rampante y la escasez de la mayor¨ªa de los bienes de consumo. Lo preocupante, aseguran algunos analistas, es que un paso adelante puede lanzar al pa¨ªs a un recalentamiento real, y uno atr¨¢s en la deflaci¨®n.
Las inversiones redundantes han originado cuellos de botella en los sectores energ¨¦tico y de materias primas. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de estos proyectos son financiados por los bancos p¨²blicos, con el consiguiente efecto para la abultada cartera de malos cr¨¦ditos, estimada en 45% del total.
Para poner freno a la subida de temperatura, el Gobierno ha puesto en marcha en los ¨²ltimos meses algunas iniciativas: ha incrementado del 6% al 7% el requisito de reservas en los bancos -la primera medida de este tipo que aplica China desde 1997-, ha limitado la concesi¨®n de cr¨¦ditos en el sector inmobiliario y ha incrementado el control sobre las inversiones industriales indiscriminadas y el desarrollo excesivo del suelo. Aunque los efectos se han hecho sentir, los expertos aseguran no es suficiente.
Seg¨²n el banco de negocios Cr¨¦dit Suisse First Boston (CSFB), "existe claramente un recalentamiento, y no s¨®lo en algunos sectores". Lo explica desde Hong Kong Tao Dong, su economista responsable para China: "Estimamos que el crecimiento real del PIB en 2003 fue entre el 11% y el 13%, no el 9,1% anunciado oficialmente. Nos basamos en los consumos de electricidad, los tr¨¢ficos y otros par¨¢metros. Hay cuellos de botella en la energ¨ªa
[la mitad de las provincias ha sufrido cortes], el transporte, la alimentaci¨®n, y esto afecta a toda la econom¨ªa. El recalentamiento est¨¢ m¨¢s extendido de lo que el Gobierno cree, y las medidas que ha tomado para enfriarlo son ineficientes e insuficientes". Un escenario muy diferente del que dibuja Goldman Sachs, quien asegura que no hay ning¨²n signo de recalentamiento. Seg¨²n el banco, China est¨¢ en una fase de despegue.
Miedo al aterrizaje
A medio camino, Yiping Huang, de Citigroup, asegura que no existe un riesgo global de recalentamiento, que "s¨®lo existe en algunos sectores". "Hay un exceso de inversi¨®n, pero la presi¨®n inflacionista es muy d¨¦bil. Lo que el Gobierno va a hacer es, m¨¢s bien, un ajuste estructural. No creo que a escala global haya necesidad de restringir".
Algunos expertos chinos han aconsejado al Gobierno que adopte pol¨ªticas monetarias m¨¢s estrictas para evitar un aterrizaje econ¨®mico brusco (paso de un periodo de expansi¨®n a uno de recesi¨®n), mientras que otros piensan que Pek¨ªn no reaccionar¨¢ con dureza, dado el bajo nivel de la inflaci¨®n. En lo que s¨ª coinciden la mayor¨ªa de analistas es que este a?o se producir¨¢ una ralentizaci¨®n del crecimiento, como consecuencia de las medidas adoptadas para enfriar los sectores candentes. El Gobierno, adem¨¢s, ha asegurado que prestar¨¢ m¨¢s atenci¨®n al desarrollo de las infraestructuras rurales y al incremento del nivel de vida de los campesinos. Seg¨²n Li Deshui, se trata de alcanzar un desarrollo global y equilibrado, en lugar de buscar el crecimiento a toda costa. Y de paso evitar el enrojecimiento.
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