Bigotes y banderas
Casi todo el metraje del programa Escuela del deporte, objetivo cumbre (La 2) consiste en ver a excursionistas de esta expedici¨®n andando: de cara, de espaldas, de lejos, de cerca. La banda sonora tambi¨¦n es obsesiva: suenan tambores y coros africanos.
Ob¨¦lix
Un expedicionario lleva una bandera espa?ola, sin el toro de Osborne. Se describe la fauna y la flora del Kilimanjaro y, en compa?¨ªa de un nativo, se canta el Hakuna matata. Varias voces en off enlazan unas reflexiones que, cual diario colectivo, incluyen citas y datos. Uno de los jefes de la expedici¨®n es Bernardino Lombao, el entrenador personal de Aznar. Poca broma, pues. All¨ª est¨¢, con su viril mostacho, superando diferencias horarias y males de altura, con una cinta en la cabeza y bast¨®n de peregrino. Viendo a este prodigio energ¨¦tico, capaz de convertir a Aznar en un atleta, me pregunto c¨®mo se las apa?ar¨¢ Zapatero. Como no te sumerjas en una marmita de Red Bull, lo tienes crudo, Sosoman.
Manipular
Ayudado por su otro entrenador personal, Alfredo Urdaci, Aznar (bigote) tambi¨¦n ha sacado su bandera para animar a la expedici¨®n que TVE ha organizado para maltratar la grave crisis entre Maragall (bigote) y Carod (bigote). Reacci¨®n de Carod: envolverse en su bandera con modales tan electoralistas como los que dice combatir. ETA siempre gana: a¨²n resultar¨¢ que son los grandes defensores de la paz. La manipulaci¨®n de los medios no ayuda a serenar las cosas. ?Es premeditado o instintivo? Veamos los abusos medi¨¢ticos que se cuecen en ¨¢mbitos menos tr¨¢gicos. Estos d¨ªas se aplaude la portada que el cocinero Ferran Adri¨¤ ha protagonizado en Le Monde y no de la repercusi¨®n que, en el mismo rotativo y otros medios, ha tenido la aparici¨®n de un libro de Antonio Mu?oz Molina (bigote). De los pol¨ªticos, se amplifican sus errores. De los escritores, se ningunea su ¨¦xito. De los cocineros, se venera su potencial mercadot¨¦cnico.
Debate
Luis Herrero (bigote) moder¨® El debate de La 2, en el que algunos expertos hablaron de televisi¨®n. Los debates sobre esta cuesti¨®n empiezan a ser un g¨¦nero. Ascensi¨®n L¨®pez, que defend¨ªa los derechos del telespectador aunque no lo parec¨ªa, se quej¨® de la falta de debates en la tele. Herrero se dio por aludido y, con su sorna habitual, la reprendi¨® en estos t¨¦rminos: "Te enrollas como una persiana". Este estilo abre una nueva modalidad: el moderador falt¨®n. El d¨ªa antes, en Catalunya R¨¤dio, Gaspar Hern¨¢ndez moder¨® otro debate sobre televisi¨®n y educaci¨®n. Victoria Camps dijo que los ni?os de familias pobres est¨¢n m¨¢s desamparados. Tambi¨¦n se dijo que la violencia es el anzuelo m¨¢s universal, una verdad que confirma la programaci¨®n, con sus m¨²ltiples tipos de agresi¨®n visual. Arrinconado por el avance digital, la historia de la televisi¨®n anal¨®gica llega a su fin. Una de las pocas conclusiones que podr¨ªamos sacar es que ha sido tan anal como l¨®gica.
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