Prevenir las agresiones sexistas
Una pedagoga escribe unas gu¨ªas para orientar a las adolescentes sobre los malos tratos y c¨®mo actuar frente a ellos
Una agresi¨®n no es s¨®lo una bofetada, "es algo que se hace contra tu voluntad, que te molesta, que no lo quieres". Puede ser un acto f¨ªsico (un beso) o verbal (que un compa?ero se meta con tu cuerpo) o una actitud. ?sta es la lecci¨®n fundamental de una de las ocho Gu¨ªas para chicas que ha escrito la pedagoga Mar¨ªa Jos¨¦ Urruzola Zabalza (Ir¨²n, 1940) y publica la editorial Maite Canal. De momento se han editado ya las dos primeras: C¨®mo prevenir las agresiones y defenderse de ellas
y Gu¨ªa para andar por casa. En breve, saldr¨¢n a la venta los dos siguientes: la Gu¨ªa del ocio, que plantea c¨®mo ir al cine, c¨®mo leer, c¨®mo ver la tele, deporte, tiempo libre, etc¨¦tera, y Aprendiendo a vivir desde una misma, sobre la belleza f¨ªsica.
Cada una de las gu¨ªas, c¨®modas de leer por su lenguaje directo y con ilustraciones para hacerlas m¨¢s amenas, finaliza con diferentes propuestas educativas y actividades de trabajo, dirigidas tanto a los chicos como a las chicas. "La mayor¨ªa se puede tratar conjuntamente, aunque hay algunos temas que hay que trabajarlos de forma diferente con las chicas que con los chicos. Por ejemplo, en la segunda gu¨ªa, C¨®mo prevenir las agresiones y defenderte de ellas, las orientaciones que se ofrecen son distintas para chicas y chicos", dice su autora.
La base de la que parte este trabajo es el reconocimiento por las adolescentes de qu¨¦ es una agresi¨®n: "Simplemente algo que a t¨ª no te guste. Un beso, por ejemplo, que es algo muy normal, pero si t¨² no lo quieres es una agresi¨®n. Esta puede ser no s¨®lo f¨ªsica, sino verbal. No hay que aceptar determinadas palabras o insultos referidos a t¨ª o tu persona, que te molestan", explica Urruzola.
Para esta pedagoga, "las chicas ten¨ªan antes m¨¢s claro lo que era una agresi¨®n", pero ahora les resulta m¨¢s confuso. "La sociedad las ha normalizado. Y por eso les es m¨¢s dif¨ªcil distinguir entre una broma y una agresi¨®n", asegura.
Est¨¢ firmemente convencida de que la violencia contra las mujeres puede prevenirse. "Pero, para empezar, el Departamento de Educaci¨®n debe invertir m¨¢s presupuesto para formar al profesorado en c¨®mo educar conjuntamente a una chica y un chico y desarrollar programas para ello".
Urrozola trabaj¨® durante 20 a?os como profesora en un instituto femenino en el barrio bilba¨ªno de Txurdinaga, con chicas de 13 a 18 a?os. Las gu¨ªas son el producto de aquella etapa, el resultado de las deficiencias que observ¨® en la educaci¨®n de las que fueron sus alumnas.
"Lo que se hace en ellas es ofrecer pautas de conducta, orientaciones, para que una chica adolescente sepa lo que tiene que hacer cuando se encuentra frente a una agresi¨®n. Primero, para que sepa detectarlas y, sobre todo, para que sepa qu¨¦ tiene que hacer si ha sufrido alguna.
Las palabras 'agresi¨®n sexual' parece que se refieren a algo muy fuerte, pero no s¨®lo. Cualquier tocamiento impuesto es una agresi¨®n. El 80% de las agresiones que recibe una chica adolescente suceden en la familia", comenta. Y anima a las j¨®venes a denunciar las agresiones.
"Trabajar con estas gu¨ªas u otras contribuir¨ªa a prevenir los malos tratos, ahora y en el futuro", afirma Urruzola sin dudar. La escuela juega un papel fundamental. "Cada escuela debe decidir d¨®nde incluye el trabajo con estos materiales, si en la clase de ¨¦tica o en otra. Tiene que haber unos tiempos en la escuela dedicados a tratar este problema, y otros tambi¨¦n. Que la escuela empiece a ocuparse del desarrollo personal de chicas y chicos. ?sta es la asignatura pendiente"
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