Hach¨ªs a pie de playa
La Guardia Civil localiza 1.000 kilos de droga en Santa Pola y detiene a seis personas en una lancha frente a Cullera
La presi¨®n policial sobre el Estrecho de Gibraltar, especialmente para controlar la entrada ilegal de inmigrantes; la vigilancia sobre la costa de Galicia, tradicional punto de entrada de estupefacientes de todo tipo; la bondad del tiempo y las aguas en el Mediterr¨¢neo; y las potentes lanchas que utilizan las redes internacionales de narcotr¨¢fico han hecho de la Comunidad Valenciana una puerta de entrada de droga que rivaliza en el primer puesto con las r¨ªas gallegas.
Muestra de la actividad, lo ocurrido el pasado fin de semana. La Guardia Civil localiz¨® en una playa de Santa Pola el pasado s¨¢bado 1.000 kilos de hach¨ªs perfectamente dispuestos en fardos, abandonados en la arena. Ese mismo d¨ªa, agentes del instituto armado deten¨ªan a seis ciudadanos de nacionalidad marroqu¨ª a bordo de una lancha de gran potencia en la que se presume condujeron droga desde el norte de ?frica hasta las costas valencianas.
El apresamiento se hizo a once millas de la costa de Cullera. La embarcaci¨®n cumple las caracter¨ªsticas propias de las que habitualmente utilizan las organizaciones de narcotraficantes para, desde un barco de gran tonelaje, acercar en varias operaciones simult¨¢neas la droga a tierra. La lancha abordada por la Guardia Civil ten¨ªa once metros de eslora y cuatro motores de 200 caballos de potencia cada uno. Esas lanchas, seg¨²n fuentes del instituto armado, son las que suelen usar los narcotraficantes, con una capacidad de movimiento que dificulta su captura por los medios disponibles de la Guardia Civil.
En la operaci¨®n del s¨¢bado, patrulleras del servicio mar¨ªtimo y patrullas territoriales interceptaron la embarcaci¨®n sobre las 17.00, capturaron a los seis tripulantes pero no encontraron ni un fardo de la supuesta carga. Esa situaci¨®n se repite con asiduidad. Los fardos se lanzan al mar ante la mera sospecha de vigilancia policial, por lo que no se encuentran o si se hallan hay serias dificultades para adjudicarlos a una lancha concreta. Adem¨¢s, las redes internacionales tienen controlada la p¨¦rdida que supondr¨ªa deshacerse en alta mar de la carga de una de las lanchas -ya que la propia polic¨ªa reconoce que no hay efectivos para hacer seguimientos a m¨¢s de una si se producen desembarcos simult¨¢neos a pocos kil¨®metros de distancia-.
La actuaci¨®n de la Guardia Civil, responsable de la vigilancia de las costas, se salda normalmente con la localizaci¨®n de fardos de droga, frecuentemente hach¨ªs procedente del Magreb, pero sin detenidos. Y cuando los hay, como es el caso de la operaci¨®n del pasado s¨¢bado, no est¨¢ la droga que presumiblemente trasportaban.
Que la Comunidad Valenciana es una puerta importante de entrada de droga para Espa?a y la parte centro occidental de Europa lo corroboran los informes de la Interpol y la Fiscal¨ªa Antidroga en Madrid y Valencia. Desde la Fiscal¨ªa de Valencia se relaciona directamente la actividad de entrada de droga a la Comunidad Valenciana, especialmente por el puerto en env¨ªos transcontinentales, y las llegadas a playas de fardos de hach¨ªs, con la presencia de bandas criminales en el territorio.
Desde la propia Fiscal¨ªa Antidroga se se?ala el importante crecimiento de trasiego de ciudadanos del este de Europa, que no necesitan visado y circulan por autopista, en veh¨ªculos particulares y que est¨¢n relacionados con el crimen organizado, como uno de los elementos que evidencia la actividad delictiva del tr¨¢fico de estupefacientes a gran escala. La Comunidad Valenciana es un punto clave de posteriores env¨ªos a Madrid y Barcelona, a M¨¢laga -dadas las dificultades de operar por el Estrecho- y a Francia, Alemania, Holanda e Italia, fundamentalmente.
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