Candidaturas al margen del Consell
La direcci¨®n del PP aprueba unas listas de afines a Zaplana condicionadas por la exigencia de no incluir consejeros
El Partido Popular comunic¨® en la noche del s¨¢bado la composici¨®n de sus candidaturas electorales a las pr¨®ximas elecciones generales. Unas listas basadas en un compromiso gestado en Madrid. Eduardo Zaplana renunciaba a incluir a miembros del Consell en las candidaturas, lo que hubiese forzado al presidente de la Generalitat a asumir su primera crisis, y Francisco Camps dejaba al presidente del PP v¨ªa libre para presentar unas listas "excepcionales, las mejores que se presentan".
El PP ha sido el ¨²ltimo partido que ha desvelado los nombres de los integrantes de sus listas electorales. En esta ocasi¨®n, los ajustes finos que era necesario hacer por la sucesi¨®n entre Aznar y Rajoy y la crisis existente en el partido a ra¨ªz de la brecha entre Eduardo Zaplana y Francisco Camps obligaron al ministro de Trabajo y presidente regional del PP a confeccionar unas candidaturas continuistas, que no interfiriesen la actividad del Consell y que sirviesen para mantener e intentar ampliar su poder org¨¢nico.
El 'caso Fabra' ha permitido al ministro reforzar su presencia en Castell¨®n
As¨ª, Zaplana mantuvo el pasado s¨¢bado los ¨²ltimos contactos para cerrar la absorci¨®n de Uni¨®n Valenciana y presentar unas candidaturas que diesen la imagen de que sigue haciendo y deshaciendo a su antojo. Sin embargo, los condicionantes previos ya estaban marcados. La direcci¨®n nacional del PP hab¨ªa dado orden de colocar a todos los ministros del Gobierno -a excepci¨®n de Francisco ?lvarez Cascos, retirado voluntariamente- en las candidaturas. El ministro de Defensa, Federico Trillo, hab¨ªa insistido en mantenerse como cabeza de cartel por Alicante desplazando as¨ª a la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodr¨ªguez, a la circunscripci¨®n de Murcia. Una decisi¨®n no muy del agrado de los populares en la provincia de Alicante que, en esta ocasi¨®n, hubiesen preferido a la ministra del Plan Hidrol¨®gico Nacional frente al ministro de la invasi¨®n de Irak y del accidente del Yak-42. La decisi¨®n de Trillo de repetir, como hizo en las ¨²ltimas convocatorias generales, como cartel del PP por Alicante implic¨® tambi¨¦n finalmente la continuidad de Miguel Campoy, persona ligada al ministro de Defensa, en puestos de salida.
A partir de aqu¨ª, Zaplana apost¨® por la continuidad y la estabilidad y s¨®lo realiz¨® un cambio: el de Maribel D¨ªez de la Lastra por el de su sobrina Macarena Montesinos, actual secretaria del Grupo Popular en las Cortes Valencianas y persona de confianza del ministro de Trabajo. Un cambio aceptado a rega?adientes por D¨ªez de la Lastra que ve, adem¨¢s, c¨®mo la candidatura de su sobrina en puestos de salida al Congreso de los Diputados permitir¨¢ la entrada en el Parlamento valenciano a Dolores Pe?a, esposa del edil de Alicante Pedro Romero, viejo adversario en el seno del partido. Dolores Pe?a es la secretaria del Grupo Popular municipal que en un plazo de ochos meses pudo comprar tres viviendas en Alicante valoradas en m¨¢s de dos millones de euros.
En las candidaturas de Alicante repiten como candidatos al Senado el suegro de Zaplana, Miguel Barcel¨®, y la hermana del presidente de las Cortes, Inmaculada de Espa?a.
En la circunscripci¨®n de Castell¨®n el presidente del PP en la Comunidad Valenciana vio el camino despejado por la debilidad de Carlos Fabra a ra¨ªz de su imputaci¨®n en un supuesto tr¨¢fico de influencias. El ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Juan Costa, part¨ªa como cabeza de cartel tras las directrices fijadas por Madrid. A partir de ah¨ª, y con Carlos Fabra renunciando a colocar a una de sus hijas en las listas, Zaplana situ¨® a sus hombres de confianza en el Ministerio de Trabajo en la candidatura al Congreso: el secretario de Estado, Fernando Castell¨®; y el director general, Miguel Barrachina. En la lista al Senado por Castell¨®n, el ministro de Trabajo se vio obligado a mantener a Gabriel Elorriaga, padre del responsable de campa?a de Mariano Rajoy, reubic¨® a Juan Jos¨¦ Ortiz y dio entrada a Carlos Murria, sacrificando a Miguel Prim, contaminado por el caso Fabra.
En la circunscripci¨®n de Valencia, que estaba obligado a liderar el propio Eduardo Zaplana, la confecci¨®n de las candidaturas se vio condicionada por la exigencia de Francisco Camps -ante los ¨®rganos de direcci¨®n del PP en Madrid- de que no se incluyese a ning¨²n miembro de su Gobierno. Una situaci¨®n que le hubiese obligado a realizar una remodelaci¨®n forzada y que podr¨ªa haberle privado de alguno de sus principales consejeros.
Ante la imposibilidad de echar mano de los cargos del Consell para confeccionar la candidatura y con la necesidad de situar al ministro de Justicia, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila en el n¨²mero dos de la lista, Eduardo Zaplana opt¨® por mantener la estructura de las candidaturas por Valencia, que ya en la convocatoria de 2000 hizo a su libre albedr¨ªo, entonces con Francisco Camps como cartel, y que se tradujeron, al menos hasta la fecha, en el techo electoral del PP en la Comunidad Valenciana.
As¨ª, en esta circunscripci¨®n se mantienen, junto a pesos pesados del PP en el Congreso como Ignacio Gil-L¨¢zaro y Vicente Mart¨ªnez Pujalte, un buen n¨²mero de personas de la confianza de Zaplana como Susana Camarero, Asunci¨®n Olta, Joaqu¨ªn Calomarde y otros.
En conjunto, unas listas, en las que el secretario general del PP en la Comunidad Valenciana y presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ha tenido poco que decir.
En expectativa de destino queda alguno de los miembros del equipo de Zaplana en el Ministerio de Trabajo, que confiaba en entrar en las listas, y varios cargos de la Administraci¨®n valenciana que no renuncian a seguir al ministro en su carrera pol¨ªtica en Madrid.
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