La verdad falsa
No estoy seguro de si deber¨ªamos cambiar los c¨®digos, catecismos, manuales, libros de estilo, textos filos¨®ficos y de clase del parvulario a la universidad, y los seminarios, para eliminar toda condena a la mentira. O darle una dimensi¨®n meliorativa: los que nos mienten lo hacen por nuestro bien, y el Tr¨ªo Calaveras que cant¨® en falsete en las Azores minti¨® para salvarnos. El ¨²ltimo mentiroso -en ese buen sentido que propongo- es Aznar: los otros dejan entrar dudas y buscan culpables ajenos. No tienen la finura ni la construcci¨®n de un buen novelista, se contradicen. Uno de Aznar dice que el jefe nunca asegur¨® que hab¨ªa armas masivas: le ponen la radio, el v¨ªdeo, le ense?an los peri¨®dicos, y resulta que no par¨® de decirlo.
Powell dice que si los informes de la CIA hubieran sido reales hubieran obrado de otra manera: r¨¢pidamente lo desmiente, porque Bush se lo manda. Desmentir quiere decir denunciar y negar una mentira. ?C¨®mo se dir¨ªa negar una verdad, una vez emitida? No est¨¢ previsto. Se deduce la insuficiencia del lenguaje para los tiempos modernos y la mala adaptaci¨®n de la verdad a la realidad, que significan cosas distintas. Cuando una realidad es desagradable para el due?o del idioma, que es el que manda, se emite una verdad falsa: ?se puede decir "verdad falsa"? Ya, s¨ª. Solamente si se tiene en cuenta esta l¨®gica il¨®gica el juego nos ser¨¢ ¨²til: nosotros, los mandados, no podemos mentir, a menos de que lo hagamos en el sentido del mandante, que algo nos dar¨¢. Cuando Aznar dice que su incorporaci¨®n a la cosa de Irak (no s¨¦ si se puede decir guerra) fue porque hab¨ªa una amenaza para Espa?a, hay que olvidar la destrucci¨®n masiva y preguntarse qu¨¦ ser¨¢, ser¨¢. Si tantos esp¨ªas y guardias se han desplegado all¨ª es que estar¨¢n buscando vascos.
Quiz¨¢ convenga una meditaci¨®n sobre s¨ª mismo para saber desde cu¨¢ndo le mienten: desde que le ense?an a hablar. Una de las primeras mentiras es: "Ni?o, no se miente". Luego vienen las org¨¢nicas: la resurrecci¨®n de L¨¢zaro o el vuelo m¨¢gico de la casa de Loreto: el chaletito de Jerusal¨¦n de la Sagrada Familia, donde pari¨® una virgen y el verbo se hizo carne, trasladada por los aires a Italia. Junto a eso, la escritura que dice que todo espa?ol tiene derecho a vivienda y trabajo es una simple broma.
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