Nueva historia de amor de Patrice Leconte

Jack Nicholson est¨¢ siendo en Berl¨ªn el rey de la fiesta. Un d¨ªa antes de que comenzara el festival ya recib¨ªa un premio, la C¨¢mara de Oro de una revista de televisi¨®n, tambi¨¦n concedida a sus compa?eros (y parece que no amigos) Tony Curtis, que va aumentando por d¨ªas su aspecto de viejecita te?ida, y Sylvester Stallone, con aire de boxeador que ha perdido el norte en una fiesta que no es la suya. Nicholson fue de nuevo la estrella presentando, con alegr¨ªa y buen humor, la pel¨ªcula Cuando menos te lo esperas, por la que s¨®lo Diane Keaton ha sido nominada al Oscar, cuando nada desmerece Nicholson a su lado.

Por si fuera poco, en los t¨ªtulos finales de esta pel¨ªcula, el actor se atreve a cantar/recitar La vie en rose medio en franc¨¦s, medio en ingl¨¦s, versi¨®n que est¨¢ siendo ya pasto de coleccionistas. El histrionismo de Nicholson, que tantos berrinches nos ha dado en el cine, como por ejemplo en El resplandor, de Kubrick, ha acabado siendo su principal encanto. Maneja sus excesos con la maestr¨ªa de quien ni puede ni quiere evitarlos, con la sinceridad de un buen actor al que todo empieza a darle lo mismo. En Cuando menos te lo

esperas, de la joven directora Nancy Meyers, su personaje de viejo lig¨®n de jovencitas, que se ayuda secretamente con Viagra, contiene, entre sus gestos desmadrados, la iron¨ªa y la ternura que s¨®lo los grandes actores saben comunicar.

Estamos ante una pel¨ªcula sobre el amor, al igual que las otras dos que compitieron ayer en Berl¨ªn, aunque cada cual con su corte propio. En los festivales no se suelen agrupar las pel¨ªculas por afinidades tem¨¢ticas, pero las tres pel¨ªculas de ayer hablan del amor y otras soledades, como dijo Patino. De forma suavecita y moralista la de Nicholson-Keaton (alguien se ha sorprendido de que la pel¨ªcula de una mujer puede tener atisbos de machismo). Tambi¨¦n suave pero con m¨¢s temple de cine de autor, Confidencias demasiado ¨ªntimas, de Patrice Leconte (El marido de la peluquera, Ridicule) que cuenta, en decorados sombr¨ªos que al final se vuelven luminosos, la historia de una mujer que, atormentada por la p¨¦rdida de relaciones amorosas con su marido (Sandrine Bonnaire), visita a un psiquiatra, pero equivocada de direcci¨®n le acaba contando sus penas a un asesor fiscal (Fabrice Luchini), que no le desvela el equ¨ªvoco y que acaba enamor¨¢ndose de ella. Un inicio original, que acaba dando vueltas sobre s¨ª mismo, prolong¨¢ndose en exceso. Leconte tampoco ve los sufrimientos del amor con demasiada gravedad, incluso lo hace con un despreocupado acento parisiense, algo que quiz¨¢s quiso imitar la americana Cuando menos te lo esperas, que acaba sus peripecias amorosas bajo la torre Eiffel en una rom¨¢ntica noche de lluvia.

La tercera pel¨ªcula, Daybreak, de Bj?rn Runge, s¨ª que cuenta tres historias tormentosas en las que el abandono, la infidelidad y la mentira acarrean problemas m¨¢s que serios. Como buena sueca que es, trata m¨¢s bien del desamor. Sus tres historias presentan situaciones dram¨¢ticas con personajes insatisfechos y problemas de conciencia. Pero no hay que alarmarse: sus conflictos acaban bien. Finales felices. Da la impresi¨®n de que son pel¨ªculas que amagan pero no pegan. Cuando van adentr¨¢ndose demasiado en los temas que tratan, dan un viraje, divertido o tr¨¢gico, seg¨²n el caso, para que no nos apartemos de lo que prefiere el mayoritario p¨²blico de la televisi¨®n, que es, en definitiva, el que manda.