Dubl¨ªn, una bocanada de aire fresco

Si hay un lugar en el mundo en el que el humo se encontraba como en su casa, aparte de en la propia manufactura de tabacos, es en los pubs irlandeses: la neblina azulenca provocada por el cigarrillo forma parte de la atm¨®sfera y hace juego con la cerveza tibia, la gente sentada en el suelo, y la mala iluminaci¨®n. Pese a ello, desde el 1 de enero pasado ya no se puede fumar en esos pubs, como tampoco en los restantes locales p¨²blicos de la isla. La prohibici¨®n, aprobada el a?o pasado por el Parlamento irland¨¦s, podr¨ªa ser el augurio de un smoking ban en todas las Islas Brit¨¢nicas.

En Gales se estudia una medida parecida, Escocia lo est¨¢ debatiendo, y el Gobierno de Tony Blair ha decidido tomarse tiempo para estudiar el problema en el Reino Unido. Sondeos y llamamientos de las autoridades sanitarias se multiplican, incluso en Londres, dando cuenta de un amplio consenso para iniciativas de ese tipo.

La medida ha recibido extenso apoyo en Irlanda, pero tambi¨¦n ha provocado pol¨¦micas. La asociaci¨®n de propietarios de bares, pubs y restaurantes ha pedido recientemente al Gobierno que se exima de cumplimiento a los locales p¨²blicos dispuestos a crear ¨¢reas separadas para fumadores, dotadas de modernos sistemas de ventilaci¨®n. Pero la reacci¨®n ha sido negativa. "El problema es que no hace falta fumar para coger el c¨¢ncer a causa del humo del cigarrillo, y tenemos que proteger a los trabajadores de la industria de la restauraci¨®n" dice el ministro de Sanidad, Micheal Martin, al subrayar "el consumo pasivo", como una de las causas crecientes de c¨¢ncer pulmonar. El presidente de la Asociaci¨®n de pubs de Dubl¨ªn, Frank Fell, replica que no hay "estad¨ªsticas que demuestren que los barman vivan menos que el resto del mundo". Y a los que temen que la prohibici¨®n del tabaco da?e a lo que es una atracci¨®n tur¨ªstica, responde el ministro de Turismo con una campa?a publicitaria centrada en el eslogan: "Dubl¨ªn, una bocanada de aire fresco", en el que se presenta a la capital como una de las primeras ciudades de Europa con prohibici¨®n de humo.

En Irlanda fuma el 31% de la poblaci¨®n y en el Reino Unido, el 27%. Los promotores de la prohibici¨®n sostienen que con ella el porcentaje caer¨¢ al 23%. Liam Donaldson, Chief Medical Officer, m¨¢xima autoridad brit¨¢nica en la materia, ha lanzado una campa?a sobre los da?os que causa fumar, acusando particularmente a las grandes compa?¨ªas tabacaleras de ocultar el peligro del consumo pasivo, que, seg¨²n la revista Lancet, provoca mil muertos al a?o en el Reino Unido. En diciembre, la C¨¢mara de los Lores aprob¨® en primera lectura un proyecto de ley que deber¨¢ autorizar al Parlamento de Gales a introducir una prohibici¨®n similar a la de Irlanda. En el condado gal¨¦s de Debingshire, las autoridades locales quieren ir m¨¢s lejos prohibiendo el consumo de tabaco en los coches y en las casas con ni?os. En la cosmopolita Londres, el 80% de los habitantes apoya una prohibici¨®n por lo menos parcial, que s¨®lo admita algunas exenciones. Pero antes de aprobar la medida, el Gobierno de Blair pide tiempo para "convencer a la opini¨®n p¨²blica". Lancet apunta razones econ¨®micas. Las enfermedades de c¨¢ncer de pulm¨®n cuestan a la sanidad p¨²blica 1.500 millones de libras al a?o (2.000 millones de euros); pero se da el caso de que la venta de tabaco procura al Estado 9.000 millones de esterlinas (12.000 millones de euros).