Un esc¨¢ndalo de pederastia remueve las estructuras de la sociedad chilena
En duda la credibilidad de pol¨ªticos, jueces, empresarios y periodistas
Un esc¨¢ndalo de pederastia en Chile se ha saldado por ahora con dos senadores de la derecha imputados, varios jueces investigados, un magistrado que dej¨® de serlo y evit¨® por poco ser expulsado del poder judicial, seis procesados por usar c¨¢maras ocultas y 12 procesados por participar en la red que encabezaba el empresario Claudio Spiniak. El caso tiene repercusiones pol¨ªticas y ha mostrado a grupos que act¨²an en la sombra.
El 74% de los chilenos cree que hay parlamentarios implicados en el caso
El juez Sergio Mu?oz determin¨® que 25 ni?os y j¨®venes, de 13 a 21 a?os de edad, se prostituyeron en las fiestas de Spiniak. El esc¨¢ndalo ha salpicado a la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI), principal partido de la derecha chilena y el m¨¢s cercano a los postulados ideol¨®gicos del ex dictador Augusto Pinochet. Dos de sus senadores, Jovino Novoa y Carlos Bombal, fueron acusados de participar en las fiestas de Spiniak, propietario de uno de los gimnasios m¨¢s elegantes de Santiago y hoy procesado por estupro y producci¨®n de pornograf¨ªa infantil.
Una testigo que afirma haber estado secuestrada como una esclava sexual, siendo adolescente, ha implicado a Novoa, de quien dice conocer hasta sus se?as ¨ªntimas, y tambi¨¦n sostuvo que durante una sesi¨®n, una ni?a de ocho a?os fue mutilada y asesinada. La UDI desmiente las acusaciones, pero una encuesta realizada por el diario El Mercurio reflej¨® en diciembre que el 74% de los chilenos cree que hay parlamentarios vinculados a la red de Spiniak.
Ocho proxenetas al servicio del empresario los reclutaban de entre los ni?os de las calles. Algunas v¨ªctimas dorm¨ªan bajo los puentes del r¨ªo Mapocho, y recib¨ªan alrededor de 30 d¨®lares por cada noche. En las sesiones eran previamente drogados o deb¨ªan beber, lo que ha debilitado su memoria y sus testimonios. Spiniak contaba adem¨¢s con v¨ªnculos en el cuerpo de Carabineros, actualmente procesados en una fiscal¨ªa militar, que lo protegieron en una ocasi¨®n, al no detenerlo despu¨¦s de que un menor lo denunciara.
La UDI ha replicado con dureza. Se querell¨® contra la diputada P¨ªa Guzm¨¢n, del partido de derecha Renovaci¨®n Nacional (RN), por decir que hab¨ªa parlamentarios implicados, aunque no dio los nombres. Ha tensado sus relaciones con RN casi al punto de la ruptura, aunque son aliados en la campa?a para llevar a la presidencia al alcalde de Santiago, Joaqu¨ªn Lav¨ªn. Acus¨® de participar en un compl¨® a pol¨ªticos oficialistas, periodistas, un cura que protege a algunos de los testigos y a quien dijera creer en las imputaciones o se les pusiera por delante. Un abogado de la UDI encabeza un equipo investigador paralelo, que se ha preocupado de desacreditar a cada testigo.
Ante la p¨¦rdida de imagen de gobernabilidad en su coalici¨®n por las pugnas internas, Lav¨ªn anunci¨® estar dispuesto a lanzarse a la carrera presidencial de 2005 sin los partidos, como independiente.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo de este esc¨¢ndalo tuvo un final inesperado. El juez Daniel Calvo, cuya trayectoria era brillante hasta hace pocos meses y que estuvo a cargo del caso Spiniak durante casi un mes, fue trasladado desde la Corte de Apelaciones a una fiscal¨ªa, donde vigilar¨¢ la conducta de los funcionarios judiciales y podr¨¢ proponer sentencias en ciertos casos. Esta salida por la puerta falsa, que lo aleja de la carrera hacia la Corte Suprema a donde se dirig¨ªa, es el precio que ha pagado por haber visitado un prost¨ªbulo gay que operaba como sauna, algo que debi¨® confesar a sus superiores despu¨¦s de que un canal de televisi¨®n le filmara con c¨¢mara oculta. Aunque afirm¨® ser v¨ªctima de un intento de extorsi¨®n, Calvo fue sancionado con cuatro meses de suspensi¨®n por afectar "gravemente al decoro" de los tribunales.
Hace dos semanas, 10 jueces de la Corte Suprema votaron su destituci¨®n y s¨®lo ocho en favor de su continuidad, pero su salida del poder judicial requer¨ªa de un qu¨®rum de 11 votos en contra. Se salv¨® pues por un voto. Esta semana, en el proceso de evaluaci¨®n anual, dos jueces del Supremo le pusieron un uno de nota en responsabilidad, la m¨¢s baja, pero en el promedio logr¨® una calificaci¨®n satisfactoria, sobre cinco. Previamente, el juez pidi¨® disculpas a sus superiores y en sus descargos afirm¨® que su "indefinici¨®n sexual" est¨¢ en tratamiento psicol¨®gico. La esposa de Calvo, M¨®nica Olivares, poco antes de la calificaci¨®n asegur¨® en una entrevista que su marido "no es gay ni bisexual" y que la vida sexual de ambos es satisfactoria.
Por primera vez enfrentado a la pregunta de si un juez puede ser gay, el poder judicial no pas¨® la prueba, m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica, en que nadie responde en forma negativa. Un supremo contrario a Calvo, Milton Juica, argumenta que un juez "no debe merecer reproche de ninguna naturaleza", pero otro ministro del tribunal superior, Alberto Chaigneau, relativiza: "Todos tenemos un cad¨¢ver en el armario". Asumir una conducta homosexual en las alturas del poder de Chile equivale a un suicidio pol¨ªtico en un pa¨ªs donde la homofobia est¨¢ arraigada.
Peor parados han resultado quienes pusieron c¨¢maras ocultas a Calvo, incluyendo varios periodistas. La jueza que investiga el caso, Gabriela P¨¦rez, ha procesado a dos altos cargos y otras cuatro personas, por grabar y difundir conversaciones privadas sin autorizaci¨®n del afectado, algo que, siendo ilegal, es una pr¨¢ctica frecuente de la televisi¨®n chilena. Guillier ha criticado al poder judicial por acoger la denuncia del canal, al sancionar al juez por su conducta, pero procesarlo por el m¨¦todo usado para adquirir esa verdad. En c¨ªrculos judiciales, la percepci¨®n en este caso es que la mano m¨¢s dura se ha reservado para los que violaron la intimidad de un magistrado.
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